Capítulo 24

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-Se los dije -dijo Vanessa colocándose de brazos cruzados mientras que Daniel se hacía delante de ella para bloquearle el paso hacia Channel por si acaso.

-Hola de nuevo, Bru -le sonrió Channel mientras se acercaba a ambos.

-Hola Coco -le contestó Bruno mientras rodeaba con su brazo el cuello y los hombros de Alisson, colocándola a su lado.

-Extrañaba que me llamaran así -continuaba sonriendo.

-¡Pues obvio! Porque eres más horrible que el coco, das miedo, pendeja -dijo Vanessa.

Channel volvió a enojarse pero no quería hacer un escándalo delante de Bruno, así que fingió no escuchar.

-Oye, basta ya -le susurró Daniel a Vanessa mientras reía con disimulo.

Vanessa le sonrió y le guiñó el ojo, demostrándole que jamás se cansaría de hacer eso.

Bruno miró a Vanessa, fue una mirada tan directa que no necesitó hablar para pedirle respeto.

Vanessa puso los ojos en blanco y comenzó a mirar a Channel como si tuviera deseos de matarla.

-Veo que ya conoces a Alisson -le dijo Channel, intentando escapar de la rabia que Vanessa le causaba.

Bruno frunció las cejas demostrando su confusión. Las miró a ambas rápidamente y se asombró.

-¿Ya se conocían? -preguntó.

Alisson sintió los nervios de Bruno. Recordó cuando estuvo con él en Twin Peaks hablando sobre su ex. Ahora entendía que era ella y comenzó a sentirse incómoda.

-Eehh... Hace un momento, sí -le respondió Alisson agachándose para quitarse el brazo de Bruno sobre sus hombros-. Seguramente querrán hablar, yo me voy de aquí -dijo con cortesía.

-¿Qué? Ali ¿Te vas justo ahora? -le preguntó Bruno un poco preocupado.

-Déjala, lo que dice es cierto -le dijo Channel-. Ambos debemos hablar muchas cosas.

Bruno veía a Alisson dirigirse a la puerta

Bruno fue corrió hasta la puerta antes de que Alisson la cruzara. La tomó de la mano, la llevó afuera para hablar en privado.

Vanessa y Daniel los miraron.

-¿Qué hace? -dijo Daniel luego de parecerle atrevido que Bruno se la llevará así.

-Déjalos, déjalos -le dijo Vanessa llevando a Daniel hacia afuera con pequeños empujones en la espalda y luego se asomó de nuevo a los camerinos para disfrutar del abandono de Channel.

-¿Quién es la desgraciada ahora, coco? -le dijo burlándose y yéndose rápidamente de nuevo con Daniel.

La rabia estaba agolpada en el pecho de Channel, pero a pesar de eso, intentó calmarse. Recogió su maleta y salió de los camerinos por otra puerta.

Mientras tanto, Bruno colocó frente a frente a Alisson contra la pared, inmovilizándola apoyando sus dos manos a ambos lados de ella.

Ella se enojó y comenzó a golpear sus brazos, forzándolo para que la dejara en paz.

-¡Qué te pasa! -protestó desesperada.

-¿Celosa? -le dijo Bruno.

-¡Hah! Qué iluso -respondió Alisson-. ¡Ya, suél-ta-me!

Alisson golpeaba los brazos de Bruno.

Bruno aguantó sus golpes, la veía tan tierna, que estos no le causaban dolor. Le sonrió y ladeó la cabeza para mirarla a los ojos, pero Alisson seguía inquieta.

-¡Déjame en paz! No voy a...

Bruno la besó. Aquello la tomó por sorpresa y aunque estaba con mucha rabia, rápidamente relajó su rostro y sus labios y sus manos dejaron de golpearlo. Ahora las había colocado sobre su pecho, en el cual se colgaba una delgada cadena de oro. Bruno la tomó de la nuca entrelazando sus dedos con el cabello, acariciando su cuero cabelludo. Apretó más sus labios contra los suyos y su respiración se aceleraba. Bruno succionaba y besaba sus labios desquitándose del tiempo que estuvo extrañándola. Alisson no quiso detenerse, también lo estuvo extrañando aunque trataba de olvidarlo para hacerlo más fácil. Pero ahora se daba cuenta de que jamás lo había conseguido. Dejó de importarle todo. Ahora solo quería rendirse ante sus labios, los cuales se resbalaban suave y perfectamente sobre los suyos. Su lengua jugueteaba con la suya en una armonía perfecta y desesperada mientras Bruno mordía suavemente su labio inferior. La mano con la que acariciaba su nuca comenzó a recorrer toda su espalda hasta llegar a su cintura apretándola con la fuerza suficiente para notar sus deseos. Alisson arrastró lentamente sus manos por todo su pecho hasta llegar a su abdomen. Bruno cerró sus ojos fuertemente y apretó sus labios para intentar soportar los deseos de hacer algo más.

-Ali -dijo entre susurros y jadeos mientras respiraba rápidamente.

-Qué... qué pasa -respondió sin alejar sus labios de los de Bruno.

-No quiero arruinarlo -le dijo comenzando a acariciar su mentón mirándola fijamente a los ojos.

-A qué te refieres -le preguntó buscando su mirada entre la oscuridad de la noche.

Bruno se quedó en silencio unos segundos mirándola a los ojos, intentando controlar la excitación que había comenzado a sentir.

-Ali, me tienes loco -le dijo susurrándole al oído mientras acariciaba su oreja suavemente con la punta de su nariz-. Te quiero... desde el primer momento que te vi aunque no me acuerde, aunque no haya estado en mi cordura.

Alisson no entendía por qué sentía que quería escuchar esas palabras hace mucho tiempo. Sentía una placentera sensación al escuchar sobre su oído la voz de Bruno, la cual intentaba disimular sus deseos de continuar con la lujuria. Ella volteó su cabeza hacia el lado donde Bruno estaba susurrándole y volvieron a juntar sus labios en un pequeño y sensual beso.

-Llévame contigo ahora -le susurró Alisson entre los labios.

QUILATES DE MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora