QUILATES DE MAGIA

Capítulo 47

Los chicos continuaban bailando. Pero Daniel no se notaba muy cómodo.

-Hey ¿te pasa algo? -le preguntó Alisson- ¿Es por Emily?

-Estaba muy mal. No confío en ella.

-Te acompaño a buscarla.

-No, gracias. No quiero ver sangre.

Alisson reía.

-No te preocupes, ya hablé con Bruno, el resto no me importa. Además, no voy a dejarte sólo en esto. Como dices: somos un equipo ¿no?

Daniel le sonrió y la abrazó.

-Bien, vamos.

-Fue un gusto conocerte, Josh -se despidió Alisson yéndose de la pista de baile con Daniel.

-El gusto fue mío -se dijo a sí mismo en voz baja, observando a Alisson irse.

Alisson y Daniel lograron encontrar a Emily cerca de la discoteca. Tomaba una cerveza en una licorera de la misma calle.

-Si esperas que te pida perdón ni lo pienses, eso jamás -le dijo Emily viéndolos acercarse. Tomó su cerveza y se bajó de la silla para irse de ahí, pero Alisson la detuvo.

-Emily ¿qué es lo que pasa contigo? Tú no eras así.

-Siempre lo he sido.

-Dime algo ¿te gusta Bruno? -le preguntó.

-¿Y eso a ti qué te importa?

-Mucho. Es mi novio.

-Pues a mí me importa un comino lo que pienses, lo que hagas o lo que seas ¿crees que por tener dinero y fama eres la única que merece todo?

-¿Qué? ¿Pero de qué diablos estás hablando? Yo no...

-Ay, ya cállate. No quiero escuchar más tú fastidiosa voz.

Alisson reía irónicamente.

-La verdad, no entiendo qué hice. No sé que está pasando aquí.

-Emily, vámonos a casa, debes estar borracha -dijo Daniel.

-Tú también te callas. No eres mi padre, yo me voy cuando quiera.

-Diablos, Emily. Para con todo esto de una vez.

-Veremos lo fácil que te dejará por otra, ya verás. Y esa "otra" puedo ser yo.

-Entonces sí te gusta.

-No me gusta, me encanta.

-Lástima que él ya sabe quién realmente eres.

Emily tomó un sorbo de su cerveza, y agarró por sorpresa a Alisson de su cabello, volteó la cerveza y la derramó sobre la cabeza de Alisson.

-¡¿Qué haces?! -la detuvo Daniel, quitándole la cerveza.

-Ojalá te mueras, estúpida -le dijo Emily a Alisson, yéndose del lugar caminando tranquilamente.

Alisson estaba empapada y olía a mucho alcohol. La gente la miraba, se dieron cuenta que era una Duque, inmediatamente comenzaron a grabar y tomar fotos.
Daniel se quitó rápidamente su chaqueta y la cubrió, llevándola a su auto. Le abrió la puerta, ella se sentó y él condució hasta su casa.

-No puedo creer esto -suspiró Alisson, relajando su espalda en el asiento cuando Daniel se estacionó frente a su casa.

-Menos mal que ahora vives sola. Si llegaras así a la casa de tus padres estuvieras en grandes problemas.