Capítulo 37

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-No te preocupes, tengo un plan.

-¿Por qué será que no confío en esas palabras? -le dijo Alisson-¿Cuál es tu magnífico plan?

-Llamaremos a tu padre.

-¿Qué?

-Ali, tu padre es muy conocido. Deben conocerlo -dijo acercándose a la entrada del club.

-No, Vane... ¡Ven aquí!

-¡Hola! Apuestos y... -observaba con falsa atracción a los guardias- queridos hombres.

Los dos guardias la miraban extraño.

-Descuiden, no soy una loca que quiere entrar ilegalmente -le hizo una seña con la cabeza a Alisson para que viniera y ella no tuvo más opción de ir-. Ella es mi querida amiga Alisson Duque ¿Les suena el apellido?

Los guardias se miraron.

-Bien, pues tendré que llamarlo para que me crean -dijo quitándole el celular a Alisson y marcando el número de Harrison.

-¿Por qué no simplemente les haces buscar en internet?

-No, eso es aburrido y rápido -dijo mientras esperaba que Harrison contestara.

Alisson puso los ojos en blanco.

-Sea quien sea que eres, no pueden entran. Solo pueden entrar con reservaciones.

-¡Señor Harrison! Hola ¿Cómo sigue?

Alisson intentaba pasar la vergüenza mirando a su alrededor mientras suspiraba.

-Que bueno, que bueno. Mire, es que estamos en el Café de Paris, en Londres -explicaba Vanessa-. ¿Entiende? No estamos en Francia, si no en Inglaterra. El restaurante se llama así, y la verdad no lo entiendo, porque en realidad estamos en Londres y esto se llama Café de Paris, debería llamarse Café de Londres porque no estamos en Londres, si no en París... Ah no, no. Espere, quise decir que estamos en Londres y no en Inglaterra. Ouh, ya me confundí.

-¡Ay, cállate y dile lo que tengas que decirle de una vez! -casi le gritó Alisson, con su paciencia agotada.

Los guardias se reían.

-En fin, necesitamos entrar. Supongo que debe tener reservas aquí, usted es Harrison Duque. Le quiero pasar a unos hermosos amigos -dijo entregándole el celular a uno de los guardias.

El guardia que recibió el celular miraba extraño a Vanessa, pero aceptó contestar la llamada. Luego de unos segundos, el guardia cambió su semblante y miró al otro guardia.

-Entendido, señor -dijo antes de devolverle el celular a Vanessa.

-Está bien, pueden pasar. Pero estaremos vigilándolas, en este momento se están realizando unos ensayos.

Vanessa le guiñó el ojo a Alisson. Ambas entraron. El pasillo de entrada era espectacular, el suelo era una bonita alfombra oscura, en las paredes colgaban brillantes y elegantes luces y a ambos lados, unas cortinas con destellos de brillo estaban recogidas, mostrando al final del pasillo un balcón que dejaba ver el primer piso del club, un enorme espacio rodeado de columnas que sostenían el círculo el segundo piso que rodeaba con balcones el primer piso, un enorme y lujoso espacio que en todo enfrente tenía un pequeño escenario que sobre él decía "Café de Paris". En ese escenario estaba Bruno con los Hooligans tocando los instrumentos.

Alisson y Vanessa los miraban desde el balcón y ellos aún no se daban cuenta. Alisson veía a Bruno tocando su guitarra eléctrica muy concentrado. Ella lo veía tan guapo que no podía creer que él se haya fijado en ella misma. Sonrió y suspiró al pensar en esto. Vanessa sonrió al verla.

QUILATES DE MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora