Capítulo 67

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Bruno salió con Alisson hacia donde estaban sus hermanas. Sus ojos húmedos daban a entender que jamás había llorado tanto. Eric y sus hermanas se acercaron a él para abrazarlo.
Las cosas se pudieron organizar rápido, así que ese mismo día pudieron hacer el entierro de Bernie en el jardín que era su favorito. Todos estaban allí, incluso el padre de Peter, quien estaba lejos cuando se enteró de la noticia. Bruno se mantuvo alejado, no quería ver a su madre en un ataúd. Luego de enterrarla, Presley y Tahití colocaron un gran ramo de flores amarillas sobre la lápida recién puesta. Alisson las abrazó y ellas comenzaron a llorar de nuevo. Peter, su padre, se acercó a Bruno mientras las observaba.

-¿Cómo estás, hijo?

-Estoy en el entierro de mi madre ¿Cómo crees? -dijo desanimado, sentado en la banca mirando al suelo.

-Te imaginaba peor.

-Gracias a esa mujer que ves allá no me siento tan mal -medio sonrió.

-No sabía que tenías novia -le dijo.

-Hace dos años y medio.

-¿Tanto?

-Ha sido complicado... La gira, problemas con fanáticas, su familia, etcétera. Siento como si fuera poco tiempo, que aún no he disfrutado lo suficiente de ella.

-Pero se nota que es una chica que vale la pena.

-Y mucho. No imaginas cuánto la amo.

-¿Sabes? Tu madre siempre quiso verte feliz con alguien -contó-. Y sé que es esa chica quien cumplirá ese deseo.

-Estoy seguro de eso, totalmente. Pero quiero saber por qué lo dices.

-Sólo mírala. Está aquí contigo, se nota que no soporta el calor -reía-. Sin embargo está aquí, abrazando a tus hermanas, despidiendo a tu madre aunque no la haya conocido. Está aquí apoyándote. Y su sonrisa demuestra que es feliz haciéndolo.

Bruno observaba a Alisson desde lejos, la miraba como si se hubiera enamorado aún más de ella.

-Puedes seguir con tu carrera, pero no puedes descuidar las cosas más importantes. Sin ellas no hay éxito.

Bruno se quedó pensando en sus palabras, las tomó como otro sabio consejo de su padre.

-Tu madre no se ha ido. Ella siempre estará aquí -se puso la mano en el pecho-. Y aquí -señaló el pecho de Bruno-. Y en todos los que tuvimos la oportunidad de ser amados por ella. Llegarás muy lejos, lo sé. Lo sé porque sé de qué estás hecho y lo mucho que puedes dar. Y tú madre estará orgullosa aunque no esté presente. Yo aún lo estoy, así que quiero verte triunfar año tras año en su nombre. Y también estaré orgulloso, de hecho, ya lo estoy.

Bruno le sonrió, se acercó a él y se abrazaron fuertemente.

-Gracias papá. Te debo mucho -estrecharon sus manos.

Alisson observó a Bruno con su padre y sonrió. Quería ir a donde él pero las hermanas de Bruno no la soltaban, se encariñaron rápidamente a ella. Los demás familiares comenzaron a dirigirse a los autos para irse, no soportaban estar un segundo más allí viendo la angustiosa escena de tristeza que las hijas de Bernie estaban protagonizando.
Peter, el padre de Bruno, se acercó a ellas para llevarlas también. Fue muy difícil, pues casi no cedieron después de numerosos sollozos y lamentos.

Alisson y Bruno estuvieron en casa de su tío durante unos dos días, hasta que ya era hora de despedirse.
Alisson se despidió de la familia de Bruno. A todos les había agradado ella, así que la despedida fue larga. Bruno se sintió halagado, como si estuviera luciendo su mejor tesoro.

QUILATES DE MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora