Aunque sabía que estaba mal, esta vez Bruno se sentía feliz por la tristeza de Alisson. Verla observando el video que Jessica le acababa de mostrar en una tableta lo hacía sentir satisfecho. Se las arreglaba para esconder la involuntaria sonrisa que se dibujaba en sus labios.
—Qué lástima que siempre piensen que soy la mala de la historia —habló Jessica—. La verdad es que no los traje aquí para secuestrarlos ni nada parecido.
—No te preocupes, jamás se me pasó eso por la mente —mencionó Alisson sarcásticamente entregándole la tableta bruscamente—. Ni siquiera aún cuando unos falsos policías nos traen hasta aquí a la fuerza.
Bruno ríe.
—¿Entonces para qué diablos nos tienes aquí? —preguntó él.
—Antes de todo, es cierto, no son policías, pero tampoco son criminales. Sólo trabajan para mí —les sonrió y les hizo una señal a con los dedos para que se fueran de allí y ellos obedecieron—. Oh, por cierto, no les había dicho que Efren dejó a mi nombre y poder la mayoría de sus compañías ¿No es estupendo?
—No, es aburrido. No me interesa, sólo ve al grano y di por qué carajos nos tienes aquí —espetó Alisson.
—Buena jugada, Jessica —reía Bruno
—¿Ah? —lo miró Alisson enarcando una ceja.
—Me divierte saber que el hombre que presumía su prestigio y riquezas no haya podido llevarse eso a la tumba. Y ahora es ella quien disfruta de eso —continuó Bruno y Alisson lo miró con peligrosa seriedad.
—De seguro también está a cargo de todas las porquerías que él hacía ¿Eso también te parece divertido?
Jessica suspiró con rabia.
—Puedo ser una perra, una ambiciosa y una orgullosa. Soy capaz de hacer todo por conseguir lo que quiero. Pero, escucha bien... Podré ser muchas cosas, pero jamás seré una narco, ni mucho menos una asesina.
En su seria mirada, Jessica demostraba que estaba hablando muy sinceramente. Alisson no dijo nada más y se cruzó de brazos luego de suspirar.
—Está bien, basta ya. Sólo dinos por qué nos tienes aquí —rompió Bruno el incómodo silencio después de las palabras de Jessica.
—Alisson, tu querido amigo, no es quien piensas que es, señorita ingenua —le guiñó el ojo con sarcasmo—. Después de saber que te mudarías con Bruno a Los Ángeles comenzó a trabajar para Efren. No quiso participar en tu secuestro, y Efren iba a matarlo por eso, así que tuvo que huir de la ciudad y regresó cuando supo que Efren estaba muerto. Pero yo he seguido sus rastros gracias a mis hombres. Sé que está enamorado de ti. Te seguía a todos lados sin que te dieras cuenta. Siempre estuvo vigilando la mansión en la que viven tus padres y tu hermana hasta que viajaste de nuevo a Los Ángeles con Bruno. Casi mata a tu hermana para así lograr que regresaras a Las Vegas. Sé que hay algo planeado, y sé que Bruno sería una de sus víctimas si su plan sale exitoso —miró a Bruno—. Y sólo por eso hago esto. No quiero que te suceda nada.
—¡Cállate! —desató su furia— ¡Nadie necesita de ti, maldita zorra! ¿Quién diablos te crees? ¡No eres nadie! ¡Eres una idiota que se cuelga del dinero de un muerto! Vete y fóllate su tumba, pero a Bruno lo dejas en paz ¡Entiende de una vez que es mi esposo!
—Lo sé, pero eso no me impide echarle un ojo y querer cuidarlo —le guiñó el ojo.
—¿Crees que eres la única con dinero? ¿Crees que no estamos rodeados de guardias de seguridad todos los días? No necesita que lo cuides, no necesita nada de ti.
De repente, la puerta se abre bruscamente.
—Señorita Caban ¡Están rodeándonos! —dijo el hombre que hace un rato parecía ser el agente. En ese instante, el sonido aterrador de un disparo atraviesa la pared.
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QUILATES DE MAGIA
FanfictionLa niña Duque conoce al famoso Bruno Mars en su pleno arresto por posesión de drogas. Para Bruno, el oro y la magia tienen 24 quilates... Ahora conocer a Alisson le hará ver a ambos de cuántos quilates es el amor.