Capítulo 9

165 23 0
                                    

Alisson estaba rodeada de paparazis. Los flashes parpadeantes de las cámaras no la dejaban ver bien y estaba rodeada de micrófonos.

-¿Alisson Duque, viniste al concierto de Bruno Mars?

-Señorita Duque, ¿Es verdad que su padre firmó contrato con Bill de Blasio?

-¿Es cierto que también está comenzando con la misma profesión de tu familia en Oswond?

Alisson se sentía abrumada y no sabía qué hacer. Siempre tenía la protección de guardaespaldas cuando sucedían estas situaciones pero ahora estaba sola.
Mientras tanto, Bruno se acercó rápidamente a un encargado de seguridad.

-Necesito que busquen a una chica en la primera fila -le dijo Bruno confundido por la situación-. La encontrarán fácilmente, es una chica hermosa de cabello negro largo, ojos cafés claros, trigueña...

El oficial lo miraba extraño.

-Señor Mars, ahora mismo ya todos están saliendo del auditorio y será difícil hacerlo. Hay muchas chicas así pero veremos qué podemos hacer. Díganos qué viste o cómo se llama.

-No, ella es diferente -Bruno comenzó a enfadarse-. Aghh...
Bruno bajó unas escaleras. Los trabajadores se preguntaban a dónde iba, ya que se estaba dirigiendo por los pasillos que llevaban al auditorio.

-¡Eh! Peter -lo detuvo Eric su hermano- ¿A dónde vas? Vas a formar un escándalo.

-No me importa -dijo siguiendo su camino-. Debo encontrarla.

-¿Encontrarla? Peter ¿Pasó algo con la chica? -preguntaba mientras lo seguía.

-Eso es lo que voy averiguar.

-Seguramente está en el baño o se cambió de lugar ¿La mandaste a las primeras filas, verdad?

En ese momento, Bruno cruzó la puerta que estaba llena de agentes de seguridad. Ellos le daban espacio para que pasara, pero sabían que debían cumplir con su trabajo. Hicieron un círculo a su alrededor, mientras él caminaba, para evitar que las personas que aún estaban en el auditorio se acercaran desesperadamente. La multitud estaba saliendo poco a poco del auditorio, pero las fanáticas que estaban en la primera fila seguían ahí con las intenciones de gritar y gritar hasta que las echaran. Algunas de ellas vieron a Bruno y gritaron de emoción. Corrieron hacia él pero eran detenidas por los agentes de seguridad.

-¡Alisson! -llamaba Bruno mirando a su alrededor y empinándose para buscarla mejor.

El alboroto del momento llamó la atención de la multitud que estaba saliendo. Al ver que Bruno estaba en la primera fila, se devolvieron corriendo. Prácticamente, una avalancha de personas venía acercándose hacia Bruno. Los agentes de seguridad pidieron refuerzos, la policía se unió también.
En ese momento, Jessica aprovechó que los agentes de seguridad estaban concentrados en el escándalo que había y entró rápidamente por la puerta en la que Bruno había salido al auditorio y buscó los camerinos. Se escondió ágilmente en uno de los camerinos y cerró la puerta.
Bruno comenzó a preocuparse por Alisson al no encontrarla.

-¿Estás loco? Vámonos ahora mismo -le dijo Eric rodeado por otros agentes que también intentaban detener a los fanáticos.

Muchos lograron tocar a Bruno estirando sus brazos sobre los agentes de seguridad. Todos gritaban y le decían que lo amaban. Eric lo agarró del brazo y lo halaba para traerlo de vuelta a los camerinos. Bruno dejó llevarse por su hermano, pero no dejaba de mirar a su alrededor buscando a Alisson. Ambos lograron llegar de nuevo al pasillo que había tras la puerta de seguridad. Los agentes de seguridad y los policías cerraron rápidamente la puerta y la rodearon para que los fanáticos no intentaran pasar. La multitud quedó estancada tras la puerta. Bruno y Eric escuchaban desde el pasillo el escándalo tras la puerta.

-Oye ¿Estás loco o qué? -reía Eric un poco aturdido por el momento.

-No está ahí. Debió haber ido a alguna parte.

Mientras tanto, Alisson se estaba enfadando por la acumulación de estrés y presión.

-¡Déjenme en paz! -pedía mientras tapaba los flashes de las cámaras con sus manos y entrecerraba los ojos.

En esos momentos, una camioneta azul oscuro de marca Dacia comenzó a sonar su claxon mientras se acercaba a Alisson, alejando así a los paparazis de Alisson. De repente la camioneta se detuvo frente a ella. La conducía el mismo chico del club de baile de Oswond.

-Rápido, súbete -le dijo señalando la puerta trasera de la camioneta, que se abrió al instante por Emily.

-¡De prisa! -le dijo bajándose del auto y haciéndole espacio para que entrara a la camioneta.

Alisson se sorprendió y se sintió muy agradecida. Entró en el auto mientras Emily detenía a los paparazis y al Alisson subirse, entró ella también y cerró rápidamente la puerta.

-¡Woh! -suspiró con la respiración agitada-. Gracias, de verdad.

-Qué gente tan insoportable -se quejaba Emily mirando por la ventanilla mientras la camioneta se iba del lugar rápidamente.

-¿Estás bien? -preguntó el chico del club de danza mientras conducía.

-Sí, estoy bien, creo -respondió Alisson-. Pero... ¿Qué hacen ustedes aquí?

-Después te contamos -le dijo Emily-. ¿Segura que estás bien?

-Sí, sí -respondió Alisson agradecida.

Bruno llegó al camerino y abrió la puerta. Se asustó un poco al ver a Jessica adentro.

-¿Qué haces tú aquí? -preguntó confundido.

Jessica estaba mirándose en el espejo y le sonrió desde el reflejo.

-Estaba esperándote.

-Lo siento... Ehh ¿Jessica, cierto? Mira, ahora mismo tengo un asunto muy importante -le dijo dejando la puerta abierta pretendiendo que Jessica saliera del camerino.

-No vengo a molestarte. Puedo ayudarte si quieres ¿Qué pasa?

-No, no hace falta -respondió asomándose fuera del camerino para ver si algún trabajador estaba cerca. Al ver a uno de ellos, lo llamó y este vino inmediatamente-. Saquen mi auto ahora. Me avisan cuando lo hagan, por favor.

-¿Te vas tan rápido? -le preguntó Jessica.

-Ya te dije que tengo un asunto pendiente -le dijo buscando su teléfono celular en el camerino.

-¿Buscas esto? -le preguntó Jessica mostrándole el celular de él.

-¿Cómo es que tienes eso? -preguntó confundido.

-Tú tienes la culpa de dejar tus cosas por ahí --le sonrió entregándoselo-. Toma, cuidé bien de él.

Bruno la miró con desconfianza y sospechando de ella. Pero estaba tan preocupado por Alisson que no quiso perder tiempo haciéndole preguntas por su imprudencia.

-Señor Mars, tome sus llaves. Su auto estará listo para cuando usted salga -le avisó el trabajador en la puerta.

-Gracias -dijo guardando el celular en su bolsillo-. Bien, creo que ya es hora de que te vayas de aquí. Te meterás en problemas con seguridad si no lo haces y no queremos que eso pase ¿cierto?

-¿Qué tiene de malo que yo esté aquí? -le dijo Jessica-. Me conoces y estoy contigo. No pasará nada.

-Okey, entonces es tu problema -dijo Bruno saliendo del camerino-. Adiós.

Jessica quedó sola en el camerino disgustada. Bruno llegó al estacionamiento de autos y su Cadillac Luxury negro estaba encendido junto a tres agentes que lo esperaban.

-No hace falta, yo conduzco -les dijo Bruno entrando al auto apurado y pisó el acelerador saliendo rápidamente del estacionamiento.

QUILATES DE MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora