-Narra Blas-
Sin ropa, no podría salir a la calle con ella, y tampoco iba a dejarla sola.
Blas: Tengo una idea...
Su cuerpo se parecía mucho al de Rocío, de Sweet California, así que ella le podría coger un poco de ropa.
María: ¿Que vas a hacer? -dijo con la voz temblorosa.
Blas: Mira... tengo una amiga que, en la forma del cuerpo, se parece a ti. Pues la voy a llamar, para que te traiga ropa, ¿vale?
María: Pero no le cuentes mi historia...
Blas: Vale. No te preocupes, que yo le miento si hace falta...Por ti...
No me esperaba que, después de decir esto, fuera a hacerlo.
Se lanzó a mi y me abrazó con fuerza, así que yo le devolví el gesto de cariño.
Blas: Te quiero... -le susurré.
-Narra María-
Cada vez me repetía más esa frase... "te quiero"...
Algún día yo también quería decírselo a él pero... ¿tenía que ser ahora?
María: Yo... -tartamudeé.
¿Era este el mejor momento? ¿Y si, más tarde, me traicionaba?
Blas: ¿Qué?
No. Todavía era muy pronto.
Blas: Tu... ¿qué? -ahora estaba impaciente.
María: Nada... -dije avergonzada.
Blas: Sabes que puedes contarme lo que quieras...
Se lo tenía que contar. Era ahora o nunca.
María: Que... -estaba temblando de los nervios.
Blas: Suéltalo... si quieres...
María: Que... me he enamorado... de ti...
Me miró sorprendido. ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora?
Se acercó a mi. Me iba a besar. No... era demasiado pronto...
Comencé a chillar y a llorar. Tenía que defenderme de alguna manera.
Blas: No... no... tranquila... no te iba a hacer nada malo...
María: Es muy pronto... -le dije entre sollozos.
Blas: Vale... tranquila... no me había dado cuenta... esperaré...
Me volví a acercar a él y le abracé. Por ahora, sólo quería este tipo de acercamiento.
Blas: Voy a llamarla, ¿vale?
María: Vale... pero quédate conmigo...
Blas: No te preocupes, me quedaré a tu lado... -y me acarició el pelo.
-Narra Blas-
Cogí mi IPhone y la llame.
Rocío: ¿Que pasó, Blas?
Blas: Nada, nada... sólo necesito que me hagas un favor...
Rocío: Pues dime...
Ahora comenzaba la mentira.
Blas: Mira... tengo una vecina que está estudiando diseño...
Rocío: Si... ¿y?
Blas: Que necesita ropa para uno de sus diseños, pero ella no puede bajar porque está muy atareada y... me preguntaba...
Rocío: ¿Si le podría ir a comprar yo la ropa?
Blas: Exacto... cógela de tu talla y que sea variada. Un poco de cada prenda...
Rocío: ¿Y que presupuesto tengo?
Blas: Ilimitado... el que tu quieras...
Rocío: Vale... pues a la noche te la llevo, ¿de acuerdo?
Blas: Perfecto
¿En serio no tenía otra historia mejor? Menos mal que se la había creído...
Blas: Ya está. Dentro de poco tendrás ropa nueva...
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¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?
FanfictionUna sola persona puede salvarte del mundo invisible en el que vives. Sólo tienes que confiar en ella, aunque sea difícil, porque será tu Ángel de la Guarda...