¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?

Capítulo 28

-Narra Blas-

Blas: Ahora... ¿puedo ir a verla?

Sabía perfectamente que la respuesta iba a ser negativa, aunque lo intenté.

La doctora me miró a los ojos, un poco apenada.

Doctora: Ojalá pudiera decirte que si pero... hoy es muy temprano. De todas formas, en cuatro días la sacaremos de la UCI para pasarla a planta así que no vas a éstas mucho tiempo sin verla...

Blas: Se lo ruego... Por favor... sólo serán dos minutos...

Doctora: Lo siento... Necesita descansar... La operación ha sido muy larga...

Nos quedamos en silencio algo que, para mi, resultó un poco incómodo.

Doctora: Bueno... vamos a cambiar de tema...

Blas: ¿Y ahora de que necesita hablar conmigo?

Doctora: Sabes perfectamente lo que va a venir tras un caso como este. Hay que investigar y... tu colaboración es la más importante... El equipo de policía vendrá a hablar contigo en un rato sobre vuestra historia. Necesitan la máxima información  posible...

Blas: Nuestra historia... -repetí.

Ella me miró, con curiosidad.

Doctora: ¿Por qué no me la cuentas? Así te desahogas y, además, no necesito muchos detalles. Ya me han hablado un poco de lo sucedido.

Me quedé sorprendido.

Blas: ¿Y quién se lo ha contado?

Doctora: Me lo ha dicho el jefe de policía. Llamaron esta mañana, tras prestarle declaración a tus amigos a los que, por cierto, me sonais  todos muchos...

¿Ahora también teníamos que explicarle a los investigadores que éramos la "boyband" de mas éxito en España?

Blas: Somos Auryn. No sé si nos conoce o nos escuchó por la radio...

Doctora: Así que sois vosotros... Si. Os he visto en varios carteles de la ciudad anunciando conciertos... Bueno... ¿me cuentas "vuestra historia?

Blas: Vale...

Respiré hondo, y comencé a narra todo lo que había vivido con ella, desde que la conocí, pasando por sus problemas de confianza, hasta las pesadillas que había tenido días antes de su secuestro. Incluso, le conté su extraña muerte y resurrección aunque, esto, de último.

Doctora: No creo que estuviera muerta, peor creo que sé a qué pudo deberse su extraño "desmayo"...

Me quedé atónito.

Blas: ¿A qué?

Doctora: Bueno... me has contado que experimentaban con  ellas y que esos medicamentos a veces les causaban problemas de salud...

Blas: Si...

Doctora: Pues seguro que fueron esos medicamentos. Hay algunos que causan problemas a largo plazo y que, incluso, dan a parecer que has fallecido. La presión arterial disminuye y hasta hay momentos en los que el corazón deja de latir, pero el cerebro vuelven a dar órdenes al cuerpo para que siga funcionando...

Me quedé sorprendido. ¿De verdad era capaz un simple líquido de provocar todo eso?

Doctora: Venga... Vete a descansar anda... -dijo mientras se levantaba de la silla.

Salí de allí, un poco más animado.

Ahora, ya tenía la certeza de que sé iba a recuperar aunque, que los recuerdos siguieran con ella... no tanto.

Justo cuando atravesé la puerta del despacho de la doctora, me sonó el móvil.

Miré la pantalla... Tenía mucho que explicarle a esa persona...

Era...