Capítulo 6

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-Narra Antía-

Tas cantar "Me gusta", "Make my day" y, por último, "Don't give up my game", los chicos regresaron triunfantes a los camerinos.

Charo: ¡Lo había hecho genial! ¡Ha sido increíble! -dijo antes de abrazar a David.

Yo, por mi parte, fui a besar a Carlos.

Antía: Has estado increíble... como siempre... -le susurré al oído.

Pero pronto Blas estropeó nuestro "momento romántico".

Blas: ¿Y María? ¿Donde está?

Nos miró a Charo y  a mi, buscando una repuesta rápidamente.

Charo: ¡Mierda, María! -gritó, asustada.

Ahora, todos nos estaban mirando a nosotras.

Me desplomé, y empecé a llorar con todas mis fuerzas. La culpa había sido nuestra.

Blas: ¿Donde... está... María? -tartamudeó.

Se le notaba en los ojos el miedo y la desesperación que sentía en ese momento.

Antía: Se fue al baño hace un rato y... ya no ha vuelto...

En ese momento, entró Magí en los camerinos.

Blas empezó a gritar y a llorar como un loco, arremetiendo contra todos los muebles que encontraba a su paso.

El mánager no entendía nada.

Magí: ¡Blas! ¡Para, joder! -le gritó mientras lo agarraba del brazo.

El moreno de ojos azules se derrumbó. Se tiró al suelo, de rodillas, y empezó a gimotear, al tiempo que con las manos tapaba su cara, para que no lo viéramos llorar.

Blas: Se la han llevado...

La verdad, nosotros no entendíamos nada.

Era cierto que hacía unas semanas fueron testigos de aquella extraña persecución por las desiertas calles de Madrid por la "custodia" de María pero... ¿aquel hombre también  pertenecía al internado?

Dani: ¡David! ¡Ven, corre! ¡Vamos a buscarla!

David se aproximó a él, pero antes, lo hizo al lado de Blas.

-Narra David-

Creo que todos nos sentíamos  culpables por la desaparición de María, pero de diferente manera unos de otros.

Ninguno creíamos que el amor que Blas sentía por María fuera a llegar a unos límites tan insospechados, y eso hacía que el momento también se viviera de otro modo.

Ahora, sólo quería encontrarla a ella, y decirle a mi amigo que esto sólo había sido un sueño, una horrible pesadilla, de la que se acababa de despertar, pero sabía que eso no iba a ser posible.

David: No te preocupes. Seguro que se ha perdido. La encontraremos... -le mentí, antes de abrazarlo.

Aún así, esto tampoco hizo que se calmara, así que Dani y yo empezamos nuestra búsqueda.

Una búsqueda... sin resultado: habitaciones, camerinos, salas de grabación... todas vacías.

Dani: Lo sentimos... No hay rastro de ella... -dijo al entrar.

De nuevo, Blas empezó a gritar con todas sus fuerzas, y a arremeter contra todo y todos y, con decir esto, me refería a Charo y Antía.

Blas: ¡Todo esto es por vuestra culpa! -dijo mientras las señalaba, sin parar de llorar- ¡Si la hubierais acompañado esto no habría pasado!

La verdad, es que aquel momento estaban siendo uno de los  más angustioso como grupo, o quizás el peor.

Magí: ¡Blas cálmate! ¡Le podría haber pasado a cualquiera de nosotros! Ahora intenta tranquilizarte... estas muy pálido... -le dijo mientras le tomaba el pulso y la temperatura corporal.

Blas: No... me lo merezco... por haberla desprotegido...

Carlos: No Blas. Lo has hecho lo mejor que has podido. Ahora sólo tenemos que encontrarla...

Dani: ¿Y como?

En ese momento, Álvaro, que no había abierto la boca en ningún momento, empezó a hablar.

Álvaro: Hay algo que todavía no hemos visto... Las cámaras de seguridad...

¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora