-Narra Blas-
Todos se quedaron mirándola, con incertidumbre, mientras ella comenzaba a llorar.
David: ¡Mirad a Blas que pillín! ¡Sólo quiere estar con su novia!
Me harté de ellos y corrí a sacarla de allí, no sin antes gritarle a David.
Blas: ¡Cállate la boca, joder!
La llevé a la habitación y me encerré allí con ella.
Blas: No pasa nada cariño... -le dije, acariciándole el pelo.
Se abrazó a mi.
María: Tengo miedo... -dijo entre sollozos.
Blas: ¿Son los vecinos otra vez? -le pregunté.
María: No... son ellos... -me confesó, refiriéndose al resto del grupo.
Blas: ¿Por qué?
María: ¿Y si te hacen daño? Para que tu no estés conmigo...
Blas: No me harán nada. Ellos son buenos...
La abracé en silencio, esperando a que se calmara, mientras notaba sus lágrimas desaparecer en mi camiseta.
Blas: Lo siento... pero es mejor que ahora me vaya un poco con ellos, para que no desconfíen.
Temía que se enfadara, pero no lo hizo.
María: Vale...
Volví al salón, esperando recibir las risas del resto de mis compañeros.
Ellos, se quedaron mirándome al entrar, esperando a que les dijera algo, pero la emoción me invadió en ese momento.
Me puse a llorar, desbordado por las situaciones que había vivido estos días con ella, mientras ellos me observaban en silencio.
Álvaro: Blas...
Blas: ¡Dejadme! -les rogué.
Fueron pasando los minutos, poco a poco.
Blas: Lo siento...Os pido perdón a todos... -acerté a decir.
David: Perdónanos tu a nosotros, por haberte molestado...
Nos quedamos mirándonos, unos a otros.
Carlos: Y... ¿puedes decirnos quien es ella?
No tenía pensado contárselo, jamás, pero dadas las circunstancias, confiaría en ellos.
Al fin y al cabo, ellos siempre estarían conmigo, aquí, en casa.
Pero, por si acaso, puse condiciones.
Blas: Primero, no quiero que os toméis la historia que os voy a contar como una broma y, segundo, sed un poco empáticos conmigo.
Por supuesto, ellos estuvieron atentos durante todo el relato, e incluso se les escapó alguna lagrimilla.
Blas: Y por eso, me puse así. Me enamoré de ella desde el primer instante en que la vi, pero no sabía nada de lo que escondía...
Álvaro: Joder...
Dani: Que fuerte...
Al final, acabamos todos destrozados. Yo por recordar la triste historia de María, y ellos por mi.
Carlos: Blas... ¿puedes traerla?
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¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?
FanfictionUna sola persona puede salvarte del mundo invisible en el que vives. Sólo tienes que confiar en ella, aunque sea difícil, porque será tu Ángel de la Guarda...