Capítulo 17

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-Narra Blas-

Sonó el timbre.

María empezó a temblar, su cara reflejaba pánico, y se abrazaba muy fuerte a mi... para que la protegiera.

Blas: Tranquila... no pasa nada.... nadie te va a hacer daño... -intenté calmarla.

En ese momento, escuche unos gritos.

X1: ¡Blas! Sabremos que estás ahí, ¡Ábrenos!

X2: ¡Eso! Que este pasillo oscuro me da miedo...

Como no, eran Álvaro y David.

Blas: Ya voy... ¡esperad!

Miré a María. Ella estaba haciendo lo mismo conmigo.

Blas: No pasa nada. Son los otros chicos de Auryn. Ellos no te harán daño...

María: Quiero irme... a la habitación... -me pidió.

Blas: Claro. No pasa nada. Y si tienes algo, me llamas por el móvil otra vez.

X3: ¡Blaaas! ¡Que tengo frío! -gritó Carlos.

Blas: ¡Pero que ya voy!

Me estaban empezando a sacar de quicio... Era mejor abrirles cuanto antes, así que acompañé a María a la habitación, no sin antes despedirme de ella.

Blas: Tranquila... ¿vale? -y le di un beso en la frente.

Corrí por el pasillo a abrirles la puerta.

David: Ya era hora... ¡tu pasillo es horrible!

Carlos: Hace un frío ahí fuera...

Blas: ¡Que quejicas sois! De verdad...

Se sentaron en el sofá y, "los rubios", en el suelo, ya que el primer mueble era demasiado pequeño para todos.

Dani: Antes de nada, quería pedirte perdón. Por lo de antes con el móvil... -dijo avergonzado.

Blas: No... la culpa fue mía... por haberme comportado así. Llevó dos días bastante duros y... mi estado de ánimo los está pagando...

Álvaro: Pero, ¿por qué te fuiste tan rápido? ¿Ha pasado algo?

No. Esa no. Era la pregunta "del millón".

Blas: No... no es nada...

Carlos: Algo te está pasando... no mientas...

Blas: Prefiero no hablar del tema... - a ver si así se callaban.

Como se enteraran de la historia, estaba perdido.

Menos mal que, al final, se olvidaron del tema.

Empezamos a hablar de forma distendida, del disco, las canciones, los nuevos videoclips... Hasta que Carlos empezó a ponerse pálido.

Nos quedamos en silencio, observándolo, cuando de repente, dijo:

Carlos: Blas... ¿quien es...? -dijo señalando a...

Me giré y busqué a lo que se refería.

Era ella...

¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora