-Narra Blas-
Blas: ¿¡¿Traerla?!? ¿Para que?
David: Pues a mi me gustaría conocerla...
Álvaro: Ya.. con su historia... necesita cariño
Dani: Por favor... no le haremos nada...
Blas: Eso ya lo sé. Bueno... se lo voy a preguntar y que ella decida, pero no la voy a obligar...
Carlos: ¡Convéncela!
Me marché de allí, a la habitación. Ella seguía sentada en la cama, tal como la había dejado yo antes.
Me puse a su lado.
Blas: Mira... ellos quieren conocerte... y no te van a hacer daño...
Me miró a la cara.
María: ¿Quieres que vaya allí?
Blas: Si. Me lo han pedido. Le tuve que contar tu historia, lo siento, pero es que me vi acorralado y, además, ellos van a estar aquí muchas veces...
Pensé que se iba a enfadar.
María: Bueno... no pasa nada... iré, pero no me dejes sola...
Blas: Eso jamás lo haré.. me es imposible dejarte sola... -le confesé.
La abracé muy fuerte. La quería demasiado.
Blas: Vamos... -le dije, mientras la cogía de la mano y la ayudaba a levantarse.
Cuando entramos en el salón, cogidos de la mano, los cuatro nos miraron con curiosidad.
La senté a mi lado, mientras la abrazaba por detrás.
Álvaro: Hola María... -me dijo con cariño.
Dani: Hola...
Carlos: Hola...
David: Hola...
Ella me miró, esperando a que le diera una señal de lo que tenía que responder.
Blas: Di hola... -le susurré al oído.
María: Hola... -dijo tímidamente.
Álvaro: No te preocupes... que nosotros no vamos a hacerte daño...
Dani: Eso... -dijo mientras le tocaba una pierna, ya que estaba cerca de ella, para darle ánimos.
María se estremeció y se pegó todavía más a mi.
Blas: Tranquila...
Dani: Ay... lo siento... ni rara mi intención... de verdad...
Y seguimos así, hablando un poco de todo, pero con ella callada, hasta que se hizo de noche, y ellos se marcharon.
Blas: ¡Lo has conseguido! -le dije, feliz, al cerrar la puerta.
María: Lo hemos conseguido...
Y me abrazó.
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¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?
FanfictionUna sola persona puede salvarte del mundo invisible en el que vives. Sólo tienes que confiar en ella, aunque sea difícil, porque será tu Ángel de la Guarda...