Capítulo 24

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-Narra Blas-

Se había ido, y ya no había vuelta atrás.

Mi vida también lo había hecho, con ella, cinco aquellos ojos, su suave pelo, la sonrisa más bonita del mundo...

Tenía que llamar a los demás para contarles la triste e insólita 

noticia.

Pronto lo hicieron, y con ellos, Magi, a quienes le habían contado la historia.

David: Lo sentimos hermano...

Álvaro: Ya se acabó...

Dani: Estamos contigo...

Todos fueron dándome su pésame, pero mi mente seguía sin creer que ella ya no volvería jamás a estar conmigo, a mi lado.

Álvaro: ¿Y donde está?

Blas: En la otra habitación... -les dije, casi sin poder articular palabra, por las lágrimas.

Magí: ¿Pero es imposible?

Blas: No lo sé...

David, Carlos y Dani se quedaron abrazándome, mientras que Magi y Álvaro se fueron a junto de María.

Llegaron a los escasos minutos.

Magí: Lo siento Blas... está muerta...

¡No! ¡No! Ahora si que me quería ir de este mundo... con ella

Blas: No... -dije entre sollozos

Todos vinieron a abrazarme...

Magí: Blas... ya sabes que para mi eres cono un hijo... así que... te recomiendo... que la entierres cuanto antes...

Blas: No... no está muerta... -me negaba a admitirlo.

Carlos: Ella ahora va a estar bien... no te preocupes... por fin va a ser feliz...

Por la tarde, nos fuimos a un bosque a las afueras de Madrid, para... enterrarla...

Después de mucho pensarlo, decidí que el mejor lugar para ella era un pequeño claro que había al lado de un lago, donde pudiera, por fin, vivir tranquila, desde la muerte.

Le vestí el traje verde agua que tanto le había gustado aquella mañana y...

Me despedí de ella...

Para siempre...

¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora