-Narra Antía-
Cuando me entregó la carta, me limité, única y exclusivamente, a cogerla. Si alguien la tenía que leer, ese era Blas.
Después de visitar las habitaciones y baños del centro, dimos por terminada la visita.
Directora: ¿Y? ¿Te vienes a estudiar aquí?
Antía: Claro. ¡Por supuesto! -dije con una de mis mejores sonrisas-. Pero antes tengo que solucionar el papeleo del cambio de mi custodia ya que todavía tengo 17 años.
Directora: ¿Y eso cuanto durará?
Me quedé perpleja. ¿En serío quería violarme el primer día ya?
Antía: Pues no sé... ¿tu que crees Salva? -más le valía decir una fecha alejada del día de hoy.
Salva: Ni idea... Pero un mes como mínimo. Intentaremos hacerlo lo más pronto posible...
Tras esto, nos despedimos de ella, y nos fuimos.
Durante el trayecto en coche, iba moviendo el papel nerviosamente con mis manos.
Salva: ¿Crees que habrá aceptado nuestra petición?
Antía: Espero que si. Me daba la impresión de que confiaban en nosotros...
Salva: Lo sé. Ojalá todo esto se acabe pronto. Blas no se lo merece...
Antía: Lo está pasando fatal... Pero suicidarse me pareció todavía peor...
Salva: Ya... Menos mal que Carlos llegó justo a tiempo...
Y así nos pasamos todo el camino. Hablando únicamente de Blas y sus locuras aunque, al final, todos lo comprendiamos.
María ya formaba una parte muy especial de nuestras vidas, y su repentino secuestro nos había dejado muy tocados.
Al llegar, todos los chicos estaban allí.
Blas: ¿Y? -dijo levantándose lo más rápido posible del sofá, mientras nosotros entrábamos por la puerta.
Antía: No lo he visto todavía. Mejor leerlo tú.
Le entregué el papel, y el lo cogió rápidamente.
Lo leyó a la velocidad de la luz, con las manos temblorosas.
Poco a poco, nos fuimos acercando a él, ya que había empezado a llorar.
Álvaro: Pues la rescataremos sin su ayuda, no te preocupes.
Blas: No... Han dicho que si... -dijo mientras se secaban las lágrimas.
Antía: Dejarlo... El pobre se ha emocionado... -dije mientras me reía y le daba un abrazo.
Escondió la cabeza sobre mi cuello, y siguió llorando sobre el.
Antía: ¿Ves? Te dije que lo conseguiriamos. Pronto volverás a verla...
ESTÁS LEYENDO
¿Puedo confiar en mi ángel de la guarda?
FanficUna sola persona puede salvarte del mundo invisible en el que vives. Sólo tienes que confiar en ella, aunque sea difícil, porque será tu Ángel de la Guarda...