Cuarenta y cuatro

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Vegeta.
Termino la clases y para darle la bienvenida a la nueva profesora todos decidieron ir a cenar a un restaurante de clase media, no tenia ánimos de convivir con esas personas, pero podría ser una buena oportunidad para acercarme a Bulma, al llegar al local mi plan se frustró al ser acaparado por dos mujeres, Amorcito y Afrodita que se sentaron a mi lado, me miraban de una manera muy encantadora y me bombardeaban con preguntas demasiados absurdas.

Amorcito: ¿a que se te dedica?
Vegeta: ¡soy un simple empleado de oficina!
Afrodita: ¡no pareces un simple empleado de oficina! Lo digo por la ropa que usas, es de marca y de diseñador exclusivo.
Amorcito: ¿donde vives?
Vegeta: cerca de la torre Tokio.
Afrodita: ¿cuantos años tienes?

Arto de sus preguntas tontas tome aire antes de hablar.

Vegeta: tengo 27 años, mido 1.65 peso 56 kg, calzó del 6 1/2, mi limite de alcohol son 5 botellas, no fumo, soy hijo único, ¿eso es todo o quieren saber más?

Las chicas me miran como si nunca hubieran visto a un chico como yo, es tan incomoda y sofocante esta situación, escucho algunas risas, me giro y veo a los demás, todos tenía una conversación más divertida e interesante que la que yo tenía con ese par de mujeres, mi vista rápidamente se posó en ella, en su encantadora sonrisa les platicaba la forma tan genial que renunció a la compañía, todos la felicitaba x tener el valor de hacerlo, al ver lo segura que estaba por aquella decisión y sin tener en su rostro ni una pizca de arrepentimiento sonrió ligeramente, ella es una mujer de admirarse, el profesor x así decirlo propuso un brindis, todos tomamos nuestra copa y brindamos, ella se tomó de un solo trago aquella bebida, por una milésima de segundo me hizo recordar esa competencia de cerveza.

Yamcha: ¡wow! Azul, eres muy buena bebiendo.
Bulma: lo iba a dejar x algo pero apesar de todo ¡hoy me siento feliz! x eso quise tomar solo un poco.

No puedo creer lo tranquila que esta, parece que esa demanda no le preocupa en lo absoluto, espero que todo se resuelva de la mejor manera, ese asunto a mi no me deja descansar tranquilo.

Bulma.
La cena terminó, todos nos dividimos la cuenta, cada quien tenia que poner 3000 zenis, de mi bolsa saque mi cartera y al abrirla mi sorpresa fue grande, olvide sacar dinero, y ahora ¿que hago? Alzo mi mirada y la primera persona que vi fue a Vegeta sacando su dinero sin ningún problema, se me ocurrió algo espero que funcione.

Bulma: ¡nadie debe de pagar!

Todos me miran confundidos.

Bulma: (nerviosa) escuche decir al Gerente General que él pagaría la cena.

Vegeta.
La miro confundido, ¿que planea? todos me miran con una sonrisa y me agradecen, guardando nuevamente su dinero, y saliendo del local, los veo irse y el mesero me mira esperando que pague la cuenta, con una mueca saco mi tarjeta y se la entrego.

ESENCIA DE MUJER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora