Noventa y tres

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"Un amanecer hermoso se ve en el horizonte, camino en una playa, mis pies desnudos pisando la arena suave, que se meten entre mis dedos, con un hermoso vestido blanco, y el mar tranquilo frente a mi ¡Me siento en paz! Una paz que hace tiempo no sentía, no se donde voy pero sigo caminando como si algo me llamara, de pronto veo a un niño de aproximadamente un año sentado sobre la arena, me acerco y me mira con una hermosa sonrisa, tiene la misma mirada que Vegeta de alguna manera me recuerda a él, aunque sus ojos son azules, me sigue mirando y balbucea "mamá " acaso es... Me extiende la manos y no dudo en cargarlo, al sentir sus pequeños brazos tocar mi pecho no puedo evitar abrazarlo con fuerzas, mis lágrimas comienzan a brotar, al sentir su exquisito olor dulce en mi fosas nasales, ¡no quiero separarme de él! Sigo caminando por aquella playa con el en brazos, se siente el sol calentando mi cuerpo aproximadamente es medio día me doy cuenta x la puesta de sol, pero el tiempo no me importa, ¡mi bebé me llena de tanta paz! Me siento sobre la arena y él se suelta de mis brazos comienza a gatear  x alguna razón lo dejo alejarse, cuando lo volteo a ver no esta, ¡desapareció, en un segundo! Un miedo inmenso se apodera de mi ser, lo comienzo a buscar como loca, corriendo por aquella inmensa playa, pero a pesar de que corría no sentía que iba a ningún lado, me agote y mis pies flaquearon, tirándome a la arena, lloraba, desesperada, frustrada, dolida, abrazo mis pies y recargo mi cabeza entre mis piernas, me siento una tonta, ¿como pude perderlo? Siento una pequeñas mano sobre mi hombro, alzo la cabeza, veo a un niño de aproximadamente 8 años... Lo veo y de inmediato el dolor desaparece, tiene la misma mirada de Vegeta, con ojos azules y el pelo lila, como lo tenia mi fallecido padre de nuevo lo abrazo con todas mis fuerza, y ahora si estoy decidida a no soltarlo nunca más, me murmura.."¡te amo mami!" sus palabras me hicieron soltar lágrimas de felicidad ¡Mi bebe! ¡Mi niño! Me levante de la arena y caminamos x la playa x mucho tiempo, no tenia la intención de soltar su mano no quería perderlo de nuevo.
De lejos puedo observar una silueta de un hombre y gracias a la puesta de sol no se bien de quien se trata, se acerca lentamente hasta nosotros hasta quedar frente a mi, me mira, y sonrió, ¡Lo abrazo! ¡Mi papá! ¡cuanto lo extrañe! Siento sus brazos rodear mi cuerpo, su calidez que siempre me brindaba cuando era niña y esa paz que llena mi corazón. Los tres tomados de la mano seguíamos caminando en la más linda noche... Era bellísima, una hermosa y enorme luna brillante, el cielo estrellado, no dijimos ni una sola palabra solo caminábamos tomados de los manos... No se cuanto caminamos pero no me sentía cansada, más bien cada paso que daba me llenaba de energía como si ellos me contagiaran esas ganas de seguir adelante, No sentía dolor, no sentía cansancio, es más ni siquiera sentida hambre o sed ¡Me sentía en paz! De nuevo el amanecer se veía por el horizonte, Fue un récord caminar toda la noche sin una pizca de cansancio. Se empezó a sentir la brisa y el mar comenzó a tener olas. Ayer todo el día estuvo muy tranquilo pero hoy poco a poco esa olas fueron tomando más intensidad.
Mi papá me suelta de la mano y también mi hijo, ambos se toman de la mano y me miran, en ese momento sentí una opresión en mi pecho, ¡senti miedo, sentí dolor, me sentía triste! Mi padre se acercó a mi acaricia mi cabello y murmuró.

Sr. Brief: ¡no te sientas triste hija mía! Tu hijo y yo ¡estaremos bien!
Bulma: pero ¿a donde van?
Sr. Brief: creeme, iremos a un ¡mejor lugar!
Bulma: pero no quiero separarme de ustedes, ¡quiero ir a donde van!
Sr. Brief: ¡no hija! Tú tienes todavía cosas pendientes, ¿recuerdas tu lista?
Bulma: ¡si! Pero no es tan importante, solo las escribí x escribir, ¡nunca pensé en cumplir todos los puntos!
Sr. Brief: creeme ¡lo harás! ¿Sabes x que?
Bulma: ¿x que?
Sr. Brief: ¡x que eres mi hija! Mi hija es una niña muy decidida y todo lo que se propone lo cumple, ella no se da x vencida, ¡ella es fuerte!
Bulma: pero, ¡quisiera quedarme aquí para siempre!
Sr. Brief: ¡regresarás! de eso no hay duda pero todavía te necesitan allá. ¡Tu madre, tus amigos, tu novio! Debes de estar con ellos un poco más de tiempo.
Bulma: y ¿cuando regresare? ¿Vendrán a buscarme?
Sr. Brief: la verdad ¡no se cuando vendrás! Pero ten por seguro que tu hijo y yo te vendremos a buscar. Ahora ¡debes despertar!
Bulma: pero...

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