Derek
Aún recuerdo sus carnosos labios sobre los míos. Aún recuerdo cómo nos besábamos... ¿Qué cojones...? ¿Qué demonios nos pasó? ¡Besé a Jade, joder! Ayer por la noche estaba en otro mundo, no sabía bien lo que hacía. ¡Dormimos juntos! Todo fue un gran error, fue como si no tuviese consciencia de mis actos. Despertarme esta mañana a su lado ha sido... raro. Me he quedado varios minutos mirándola: sus párpados inmóviles, su pausada respiración y mi camiseta en su cuerpo. ¡Mi camiseta! Lo peor de todo es que me pone a cien cómo le queda. Ya que Jade siempre se despierta tarde, he decidido huir lo más rápido posible. Me he duchado, me he vestido, he hecho la maleta y me he ido. Sé que parezco un cobarde, pero no podría haber soportado la vergüenza que hubiera sentido cuando ella se hubiese despertado. ¿Qué pensará cuando vea el colchón vacío? ¿Y cuando mis padres le digan que me he ido a Beverly Hills? A lo mejor ella también cree que ha sido un error y no le importa. Sí, seguro que piensa eso. A Jade no le gusto; de hecho, lo más probable es que ahora mismo se esté preguntando qué narices pasó a noche.
Me incorporo a la autopista y me meto, cómo no, en un atasco. Miro a la chica que conduce el coche de al lado... y por un segundo me parece ver a Jade. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ella? Jade no me gusta; aunque me parezca lista, divertida, ingeniosa y tremendamente atractiva. Por Dios, ¡es pobre y no tiene educación! ¿Cómo hemos acabado besándonos? Y es que además me gustó. Me gustó muchísimo pasar la noche con Jade, abrazado a ella, con las piernas entrelazadas. Su suave respiración en mi cuello y su olor a flores...
–¡Muévete, imbécil!—el vehículo de atrás pita el cláxon y me doy cuenta de que tengo que arrancar.
Pongo el coche en marcha y conduzco unos cuantos metros más. Me pregunto qué pasará cuando Jade y yo volvamos a vernos. ¿Me evitará? ¿Actuará como si nada hubiese pasado? Yo prefiero ignorarla durante unos días hasta que el recuerdo de sus besos se me quite de la cabeza. <Si es que eso es posible, Derek>.
Ya está. Hasta aquí he llegado. No pienso permitir que la imagen de Jade vuelva a cruzárseme por la cabeza. Conecto mi teléfono al coche y marco el número de Joshua, Kim me dijo que estaba dispuesto a hablar conmigo y yo quiero resolver las cosas con él.
–Derek—es lo único que dice cuando responde. No pienso andarme con tonterías, así que lo suelto de golpe:
–Oye, sé que fui un capullo al mentirte, ¿vale? La cagamos muchísimo, y joder, te echo de menos, tío. Max y Darrell son un coñazo. Lo siento.
Oigo que suspira al otro lado de la línea. Pasan unos segundos eternos hasta que habla de nuevo. Es extraño, pero su irritante voz ya no me parece tan irritante.
–¿Sabes lo difícil que es perdonar a un amigo que se ha acostado con tu hermana?, ¿a escondidas? Joder.
–La cagué mucho, Joshua. Lo siento, tío, deberíamos habértelo dicho. No sé por qué narices nos callamos. Supongo que tenía miedo de que me estrangularas—oigo que se ríe un poco.
–Debería hacerlo—bromea él.
–No te pido que me perdones, pero piénsatelo. Si hay cualquier cosa que pueda hacer...
–En realidad—me interrumpe antes de que pueda acabar la frase—, sí que hay algo que puedes hacer.
–Dime.
–Me gustaría pasar más tiempo con Jade—dice desinteresadamente—, no me molestaría en absoluto enrollarme con ella.
–¿Qué? No. Ni de coña—por ahí no paso.
–¿Qué más te da, Derek? Ni siquiera te cae bien esa chica. Lo creas o no, es maja. Además, está buenísima.
–¿"Maja"?—agarro el volante con más fuerza de la normal—. ¿Llevas una semana hablando con ella constantemente y dices que es "maja"?
–¿Qué quieres que diga?
Suspiro profundamente para relajarme. ¡Mierda!, me había prometido no volver a pensar en ella. No solo me molesta que Joshua quiera follarse a Jade; me cabrea que lleve una puta semana a su lado y solo diga que es maja. ¡Maja! Jade es mucho más que maja. ¿Se enrollaría ella con Joshua? Al fin y al cabo, se besó conmigo. ¿Por qué no iba a besarse con Joshua? Somos igual de imbéciles.
–¿Me ayudarás?—vaya, la voz de Joshua vuelve a parecerme irritante.
–Si te ayudo, ¿serás capaz de perdonarme?—tarda unos segundos en responder a mi pregunta.
–Supongo.
–Entonces haré todo lo que pueda con Jade—miento.
Ni de broma voy a ayudar a Joshua a ligarse a Jade. Ni de broma. Las razones son más que obvias: 1) No tenemos trece años y no necesitan a nadie que les ayude. 2) Me he besado con Jade y aún no tengo claro lo que siento al repecto, así que contribuir a que estos dos se den el lote se me haría más que raro. Conclusión: no voy a dejar que Joshua le ponga una mano encima a Jade en su vida.
Oigo la puerta abrirse y veo entrar a mis padres y a Jade en casa seguidos de... ¿Charles? ¿Chuck? ¿Charlie? Bah, lo que sea: mi chófer cargado con sus maletas. Acaban de volver de Malibú mientras yo llevo más de siete horas aquí. Cuando veo su brillante pelo rubio ondulado, sus ojos avellana y su vieja sudadera me doy cuenta de que no voy a ser capaz de mantenerme alejado de ella.
Es inevitable.
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Blanco y Negro
Romance"He tenido la maldita suerte de ganar el sorteo para hacer un intercambio con un instituto privado de Estados Unidos. A pesar de mis constantes quejas, mi madre me ha obligado a irme a vivir allí un curso entero. ¡Un curso entero! Ocho largos meses...