Derek
Estúpido Will, ¿por qué siempre aparece en el momento menos oportuno? Estaba a punto de sobarle el culo a mi novia, e iba a quitarle ese jersey que lleva... Joder; mejor ni lo pienso, me pongo demasiado cachondo con solo imaginarlo. Puto Will.
Jade se separa de mí con las mejillas como tomates mientras yo intento mantener el equilibrio. Me he pasado con el alcohol, así que seguir la conversación y ser consciente de lo que sucede a mi alrededor no son tareas precisamente fáciles. Veo a Emma reírse por lo bajo y a Will dirigirme una mirada con segundas, pero no podría importarme menos. Era nuestro momento y se lo han cargado; más les vale compensárnoslo.
–Perdón—se disculpa Jade con una risita. Ella tampoco puede presumir de haberse controlado con la bebida, se nota que va con unas cuantas copas de más.
–Deberíamos disculparnos nosotros—repone Will con una carcajada.
–No lo negaré—balbuceo avanzando unos pasos hacia mi novia. La abrazo por detrás y le doy un beso en la sien—. Esstoy harrrrrtto de esta fiessta, ¿podemosss irrnos?
Los tres me miran; cada uno de una forma distinta. Will arquea una ceja, no parece querer irse. Emma sonríe, supongo que está igual de harta que yo de esta fiesta. Jade me mira como un cordero apunto de ser degollado, se nota que también tiene ganas de salir de aquí. Se apoya en mi pecho y abraza mis manos, que siguen en su cintura.
–Si lo que queréis es follar, no hace falta que pongáis ninguna excusa. Podéis iros sin más—interviene Will, y nosotros nos echamos a reír.
–Lo digggo en serrrrio, Will. ¿Porrr qué no nos vamos? A nadie le gusstttta essta fiestttaa—protesto.
–Mi amigo es el anfitrión, me sabe mal irme tan pronto.
–Que le ddden a tttu amiggo—contesto, y echo a andar hacia el ascensor. Emma y Jade me siguen sin dudarlo ni un segundo.
–Pero...—Will se queda en el rellano sin saber qué hacer.
–Venga, vámonos—le anima su novia. Finalmente bufa, cede y se mete en el ascensor con nosotros.
–¿Y a dónde vamos?—refunfuña.
–¿Por qué no nos pasamos por ese club...? ¿Cómo era...?—lo que dice Jade me sorprende bastante. ¿Por qué conoce un club cerca de aquí y yo no?
–¿El 124?—exclama Emma con una sonrisa. Mi novia asiente.
–¿De qué esstáis habblandoo?—digo por fin. Puede que sea porque voy borracho, pero no entiendo nada.
–Es un club de por aquí cerca. Siempre está lleno de universitarios, y no se molestan en preguntar la edad—me cuenta Will—. Fuimos hace poco con Jade.
–¿Ah, sí?—me cruzo de brazos.
–Fue cuando estabas en el tour..., con tu padre—farfulla ella. Se me tensan todos los músculos del cuerpo—. No pasó nada, Derek, tranquilízate—añade posando su mano en mi brazo. Me callo porque no tengo ganas de discutir; pero odio que mi novia se pasee por clubs llenos de universitarios babosos.
No tengo muy claro en qué momento llegamos a la planta baja ni cuándo salimos a la calle, pero sí sé que en menos de cinco minutos estamos delante de un local de luces de neon y puertas negras. Se oye el bajo de la música desde fuera, y hay un par de personas fumando en la entrada. Will se hace sitio y entramos detrás de él. Paso el brazo por la cintura de Jade aunque sé que es un gesto algo primitivo y estúpido; quiero que todos los tíos del club se den cuenta de que no está libre. Paso de aguantar miradas descaradas de chicos desesperados. Tal y como me suponía, Jade se tensa al notar mi brazo y me mira, advirtiéndome de que no me pase de "machito". Sí, ella dice "machito". Sin comentarios.
Nos colocamos en la esquina de la barra y mi amigo pide las bebidas. La verdad, no me entero de mucho; sigo aturdido por el alcohol. Me tomo casi de un sorbo lo que sea que me sirven, y así transcurre la siguiente media hora. Bebemos, reímos, charlamos y bebemos. ¿He dicho ya que bebemos? Para cuando nos empezamos a balancear por la improvisada pista de baile los cuatro estamos más que ebrios. Veo a Emma y Will bailar —más bien, moverse— muy juntos al ritmo de la música, pegando sus cuerpos y manoseándose. No tardo en coger a Jade de la mano y acercármela para seguir el ejemplo de nuestros amigos.
Mi novia empieza a reírse en cuanto la rodeo por la cintura y entierro mi boca en su cuello. Aún así, me sigue el rollo y se pega a mí mientras pasa los dedos por mis bíceps. Me la llevo a un rincón más apartado y dejamos atrás los movimientos estúpidos; ahora solo nos centramos en comernos la boca y en disfrutar de nuestros cuerpos. La beso como puedo, y ella me corresponde con una aturdida lengua y con unos reflejos más lentos que normalmente. Vale, a lo mejor besarse estando como una cuba no es tan buena idea como pensaba. Los pensamientos de Jade deben de ir hacia la misma dirección, porque se separa un poco y susurra:
–¿Quierrrres que lo dejemoss para otro momennntttto?
La miro directamente a los ojos. A pesar de la luz tenue y la poca concentración que puedo reunir, consigo divisar sus ojos marrones enmarcados por venas inyectadas en sangre recorriendo mi rostro. Tiene la respiración acelerada y la frente brillante por el sudor. A pesar de todo, está preciosa. Y aún más con ese jersey tan ceñido... Después de unos instantes asiento y acabo de separarme de su cuerpo, no sin antes regalarle un rápido beso en los labios. Sonríe y me contagia el gesto.
–Ah, ¡ahí esssssttáiss!—la voz de Emma nos saca de nuestra pequeña burbuja—. ¿Vess como no nos han dejjjjjadoo tiradosss?—le dice a Will, y este se encoge de hombros.
–No errrra tan rrarro penssar que se habíann idddo a follarrrr...—replica él, riéndose.
–Essstamos demasiaado borrrrachoss para elaborrrar un plan tann complicaddo—interviene Jade apoyándose en mi hombro (aunque yo tampoco es que tenga mucho equilibrio). Todos se ríen.
–¿Y si vamosss a mi aparrrtamento?—propone mi amigo.
–¿Tu aparrtamenttto?—consigo decir.
–Sssí. Está cerrrca y no tenemoss que cogerrrr el coche. Podéisss quedaros a dorrrrmir—y después de eso, Will se tambalea hasta dejarse caer en uno de los taburetes de la barra. Madre mía; estamos todos realmente borrachos.
Creo que tras eso convenimos que lo mejor es retirarse al apartamento de Will y descansar un poco. Aunque solo son las tres de la mañana, estoy hecho polvo. Me duele la cabeza y estoy bastante mareado. Además, mis amigos están igual o peor que yo. Necesitamos una cama en cuanto antes, mejor.
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Blanco y Negro
Romance"He tenido la maldita suerte de ganar el sorteo para hacer un intercambio con un instituto privado de Estados Unidos. A pesar de mis constantes quejas, mi madre me ha obligado a irme a vivir allí un curso entero. ¡Un curso entero! Ocho largos meses...