Jack Kline
Sam, Dean y Jack caminaban fuera de un restaurante de comida rápida en dirección al impala que yacía estacionado al lado del local, los hermanos iban platicando me mientras que el nephilim iba observando todo a su alrededor con suma atención.
—No podemos dejar solo a Jack, Dean. ¿Estás loco?
—Si lo encerramos bien... Oye ¿dónde está Jack?
Ambos voltearon no encontrando al chico y alarmados comenzaron a buscarlo en el estacionamiento gritando su nombre.
—Y querías dejarlo solo- mascullo Sam buscando entre los autos.
El Winchester más grande rodó sus ojos y abrió los labios para hablar cuando un grito femenino les hizo correr hacia el lugar del grito.
— Sueltalo!- grito la chica viendo como el desconocido golpeaba al hombre que trato de sobrepasarse con ella.—¡Lo vas a matar!
—Jack!- gritaron a su lado y ella encontró a dos hombres uno más alto que el otro que separaron al chico de ojos verdes del hombre inconsciente. Pero este gruño tratando de volver a golpearlo.
— Estás bien?- la chica castaña se puso delante de Jack con preocupación, el se detuvo abruptamente y le vio seriamente.—No te lastimaste?
El chico balbuceó algo inentendible.
—que es lo que pasó?
La chica quitó sus ojos del nephilim y volteó a ver a los Winchester.
—Ese idiota se quiso sobrepasar conmigo pero su hermano me salvó.— sonrió volviendo a ver a Jack, ignorando las caras de confusión de los hermanos.— Muchas gracias... Jack.
El aludido sonrió levemente.
—¿Y que harán con el?- apunto al hombre moribundo del suelo.
—Lo denunciaremos por ti- comento Sam, la castaña asintió soltando un suspiro le sonrió a Jack, a los hermanos y se alejó de ahí.
—Mia...
Sam y Dean voltearon a ver extrañados al nephilim que no dejaba de ver a la chica irse.
—¿Asi se llama?- pregunto Dean.
—No...- susurro sintiendo una presión en su pecho al no verle más.
Dejaron al hombre esposado en el callejón y llamaron a la policía para después irse de ahí.
—¡No!- negó Jack en el semáforo haciendo que el auto se detuviera—¡Ella es mía!
Dean volteó a verle frustrado
—¿Que demonios te pasa?
El nephilim Lucía ansioso, se removió en el asiento y volteaba constantemente hacia atrás en dirección al restaurante.
—Creo que a Jack le gustó la chica.
—¿Gustar?
—Si eso, gustar- Sam rasco su mandíbula incómodo de explicar al chico.—sientes...cosas.
—No vamos a explicarle esto.
De un momento a otro el nephilim no se encontraba en el auto.
—Demonios!
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—Encontro al otro extremo de su hilo rojo- mascullo Sam tras su laptop.— Para los humanos esto es solo una leyenda, pero para los nephilim es real y creo que lo encontró en ella.—Es humana? Quiero decir es posible un nephilim y una humana?
—Es muy peligroso, aquí dice que el nephilim protegera a su pareja con su vida, es inestable los primeros días, no dejará que se acerquen a ella por ningún motivo, no ve más allá de ella.