La lluvia caía violentamente en la ciudad, la gente corría rápidamente en busca de un refugio para refugiarse del agua.
A excepción de un hombre de traje negro, cabello largo y heridas en su rostro blanco, caminaba con dificultad debido a los golpes que había recibido.
Subió las escaleras poco a poco hasta llegar hasta la cima y entrar al restaurante que estaba casi vacío.
Entro y se sentó en uno de los sillones exhausto, varios hombres comenzaron a rodearlo y este se irguió en su asiento dispuesto a pelear.
— Muchachos, basta.— una voz femenina muy suave resonó en el restaurante vacío, una mujer castaña de cabello hasta la cintura y muy bien vestida camino hacia el con seriedad. Los hombres le vieron.— Estaré bien, ¡por Dios! — la joven rodó sus ojos al ver las miradas de inseguridad.— bien,Óscar se quedará conmigo, pero váyanse ya.
Un hombre de cabello recogido en una coleta pequeña, dio un paso al frente al lado de la mujer, que al ver que todos se iban suspiro.
— Lamento eso.— hizo una mueca.— mi plan era hablar los dos solos, pero mi marido es un cascarrabias y no me deja sola jamas.— Volteó a ver al hombre que cuidaba a sus espaldas y le sonrió cálidamente.
— ¿Quién eres?— El hombre pregunto con desconfianza, ella camino tranquilamente hacia el asiento que estaba al frente de él, y al sentarse el asesino noto el vientre enorme que la chica escondía bajo la gabardina color camel.
— Soy Keira, es un gusto conocerlo al fin señor John wick, mi padre hablo maravillas de usted.— Se inclinó hacia el hombre con la mano estirada, John le vio unos segundos y la estrecho.— ¡¿Viste eso, Óscar?! ¡John wick toco mi mano!
— Lo vi, amor.— hablo el hombre colocándose tras su mujer, que sonreía enormemente.
— Soy una gran fan de usted señor wick, mi padre confiaba mucho en usted.
— No es por ser grosero, ¿pero quién es tu padre?
Ella sonrió, con nostalgia.
— Marcus.
John apretó la mandíbula y le vio con atención, conecto los rasgos con su viejo amigo y en efecto ella era muy parecido a Marcus.
— No sabía que tenía una hija.
— Pocas personas lo saben. Debería de sentirse privilegiado, señor wick.— Cruzó sus piernas, y poso ambas manos en su vientre.
— Lo estoy.— asintió.
— Me alegro mucho.— sonrió.— señor wick me encantaría hablar de usted y mi padre, pero me temo que tiene prisa ¿no es cierto?
— Así es.
— Bien, mi padre confiaba en John wick, de no haberlo hecho no hubiera sacrificado su vida por usted. Y por haber matado al hombre que lo arrebato de la vida, me gustaría proporcionarle todos los suministros que necesite para sus próximas misiones.
— ¿No se metería en problemas?
— Al ser la hija no conocida de Marcus, su dinero queda a disposición de la familia como es debido, la orden solo conoce a la hermana de Marcus. Facilita las cosas.— hablo Óscar ahora, colocando una mano en su hombro ella la tomó con dulzura.
— Oh, y sería algo anónimo. Usted jamás menciona de este trato.
— Está poniendo mucha confianza en mí Señorita.
— Mi padre lo hizo, ¿por qué yo no?— sonrió levemente.— Si está dispuesto a aceptar podríamos empezar desde ahora.
John lo pensó, vio a la pareja y vio en los ojos de Keira la determinación que tenía Marcus, se levantó y ayudo a la mujer a ponerse de pie.
