- Te dije cientos de veces que yo podía hacer esto solo!- gruño Clint mientras bajaba de la nave en dirección a la enfermería.
- Ibas a morir!
- Estaba todo controlado!
Briseida río al oírlo, y soltó un quejido al sentir una punzada en su vientre, pero lo ignoro.
- Si, claro.
- Que demonios les sucedió?- grito Steve al verles llegar.
- Salve a barton.- respondió simplemente la chica para después caminar con dificultad hasta la enfermería.
- Yo podía hacerlo solo.- respondió el con seriedad.
- Clint, son un equipo, deberían trabajar juntos.
- Yo trabajo solo.
Steve suspiro y le vio irse, frotó su rostro con frustración, el equipo no funcionaría si ellos seguían discutiendo y peleando de esa manera.
- Lady Bri!- grito Thor al verla pasar por uno de los pasillos, ella sonrió y le abrazo levemente.
- Hola alteza, ¿que te trae por aquí?
- Asuntos con mi hermano.- se encogió de hombros y al notar una mancha de sangre en su camisa se preocupo.- Estás herida.
Ella bajo la vista a la herida, y suspiro.
- No es nada, solo un raspón. Iré a darme una ducha.
Mientras caminaba, en dirección a su habitación comenzó a tambalearse en el camino, se negó a ir a la enfermería, Clint estaría ahí y sinceramente ella estaba cansada de pelear.
Entro a su cuarto y fue a su baño, levantó su camisa notando una herida pequeña que sangraba bastante, soltó una maldición para después limpiarse la cortada con alcohol y gasas.
A la mañana siguiente, todos los vengadores comían en el comedor entre risas, a excepción de Thor que veía el asiento donde Briseida usualmente se sentaba en las mañanas.
- Que pasa Thor?- pregunto Bruce al ver la mirada del Dios del trueno.
- Briseida no ha bajado a desayunar.
Clint también se había percatado de ello, más no había comentado nada, su orgullo no se lo permitía, ella no le importaba ¿por qué se preocuparía?
- Debe de estar cansada por la misión de ayer.- trato de tranquilizarlo Natasha desde el otro lado de la mesa.
- Iré a verla para devolverle el libro que me prestó.- hablo Bucky a su lado cuando todos comenzaron a hablar de nuevo.- Te avisaré como está.
El dios asintio y siguió comiendo.
Tal y como dijo el soldado del invierno, fue a la habitación de la chica, toco varias veces y al no obtener respuesta le llamo por su nombre, pero el silencio le respondio.
Tras varios minutos, abrió la puerta notando la oscuridad de la habitación, la ducha se escuchaba por lo que el dejo el libro en uno de los muebles, iba de salida cuando sus pies pisaron un charco, prendió la luz y cuando todo se iluminó el caos se desató.
Corrió hacia la chica que yacía inerte en el suelo, en ropa interior, tomo el pulso de su cuello recibiendo uno muy débil, la tomo en brazos rápidamente y corrió con ella hasta la enfermería del edificio.
- La encontré inconsiente en su habitación.- grito cuando los doctores se acercaron a ellos.
Pronto se la quitaron de sus brazos y corrieron con ella dejándolo ahí.