Jasper Cullen.
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-- Necesito que te alejes de mi- murmuré colocando una mano frente a mí deteniendolo, mi mano toco su pecho y el ni se inmutó.-- No me hagas más daño, te lo suplico.
Su rostro se mostró culpable, más no se alejó de mi cuerpo, no podía moverme, estaba acorralada por el y la maldita única pared de todo el puto lugar.
El volvió a avanzar recargando su pecho en mi mano, y tan solo su tacto causo cosquillas en mi mano.
--Ela...
Negué soltando el llanto que no podía aguantar más, mi brazo tembló y sabía que si lo bajaba el se acercaría y era lo que menos quería.
-- Te odio- sollozo sin pudor-- Te odio tanto, eres lo peor que me ha pasado en la vida. Me destruiste, y decir que pensé que podría ser feliz alguna vez.
-- Te amo, Ela.
--¡No mientas!- grite golpeando con fuerza su pecho, el trato de tomar mis brazos.-- Eres un idiota!
--Lose.- contesto con voz rota y vi incrédula las lágrimas en sus ojos.--Lose, mi amor.
-- No, no llores!- grite encolerizada por su teatro.-- No tienes derecho a llorar, no cuando tú eres el que destruyo nuestra relación de cinco años.
El soltó mis brazos y tomo mi rostro entre sus manos, dejándome ver su rostro empapado en lágrimas, mi sangre hirvio y mi corazón dolió como nunca lo había hecho.
--Fue un error. Entiendelo estaba ebrio. Nos sentimos igual de culpables los dos.- soltó un sollozo al igual que yo.--Perdoname, perdoname perdoname.
Quite sus manos de mi rostro de un golpe y trate de rodearlo, el en respuesta me tomo de la muñeca y me beso en los labios con desesperación, como si esto pudiera arreglarlo.
Me separé de el entre jadeos y lo empuje con fuerza.
-- ¿Como quieres que te perdone, el que te hayas acostado con mi prima? ¿El que la hayas embarazado?, El que me dejaran creer que el padre los había dejado, ¡y que me dejaran encariñarme con su bebé¡- golpee su rostro con rabia.-- ¡¡Soy la madrina del niño, mierda!! Me mintieron todos, durante tres malditos años y quieres que los perdone como si nada hubiera pasado!
Me había enamorado de aquel pequeño de tres años y medio, lo había bautizado yo, apoye a mi prima en su embarazo, repudie al hombre que les había abandonado frente a toda mi familia.
Y resultó que el niño era de mi prometido, ellos se habían acostado cuando Ethan y yo habíamos cumplido dos años de relación.
Ahora tiene sentido el por qué no se enojaba conmigo, el por qué era tan dulce conmigo.
Era el padre de mi sobrino, y todos en mi familia me lo habían ocultado.
--Nena, por favor.- rogó colocándose de rodillas frente a mi, se abrazo a mi cintura y lloró en mi vientre. Deje colgando mis manos a mis costados.
--¿Por favor que Ethan?- mascullo en un intento de sonar fuerte. Sabiendo que ya no tenía fuerzas-- Entiendeme, tienes un hijo, eres ya parte de mi familia y lamentablemente no es por mi.
--No quiero a ese niño, Ela.- su voz ahogada me hizo cerrar los ojos frustrada.
-- Estamos hablando de mi sobrino. Si en verdad me quisiste alguna vez te harás cargo de el, como si fuera el hijo que disque tanto quisiste tener conmigo. El niño no puede seguir creciendo sin padre.
Retrocedo viéndole caer al suelo, aprieta sus puños y suelta un llanto desgarrador que me hace querer llorar a mi también.
Tome el anillo de mi dedo anular y me lo saqué con un dolor agonizante en mi pecho, se lo deje frente a el, en el suelo. Lo vi por última vez, con un nudo enorme en la boca del estómago.
