Eran las dos de la mañana cuando un celular sonó en la casa despertando a Mila, que somnolienta busco a tientas el artefacto sobre su cama y cuando lo tuvo contesto sin ver quién era.
— ¿Hola?
— Oh, lamento despertarte cariño.
Mila abrió sus ojos al reconocer la voz y sonrió levemente, frotando sus ojos.
— no estaba dormida.— mintió cuando un bostezo la interrumpió y descubrió, Neil río al oirla.— Lo lamento.
— No, está bien. Puedo llamarte después. — sonrió al teléfono.
— Oh, no cuelgues ya me desperté.— Se sentó en la cama. —¿Estás bien? ¿Cómo va todo?
— Va bien, aunque he tenido problemas con Claire.
—¿Que le hiciste?
Neil abrió la boca incredulo.
— ¡No hice nada!
— Ella no actuaría por nada, la conozco bien.
Claire era sobrina de Mila, vivieron juntas bastante tiempo, hasta que Neil y Mila se conocieron, para finalmente irse a vivir juntos, Mila era como una madre para la joven.
— Estás de su lado y eso que aún no te explico el por qué de su enfado.
— Oh, amor no estoy de ningún lado pero aquí entre nos, siempre estaré de tu lado.
Neil sonrió al oirle, y su corazón se agitó, aún le era increíble que después de cinco años casados, ella seguía haciendo que su corazón se acelerará con su vos y sus palabras.
— Más te vale.— Bromeó recargando su cuerpo en el barandal.
— Ya comiste? Dormiste algo? — pregunto preocupada, era un turno largo de 36 horas, cuando su esposo le menciono esto ella se molesto demasiado, eso era una explotacion a sus trabajadores.
— Si, ya comí y no no he dormido.
— Te hará daño. Estás en tu descanso?
— lo estoy.
— Deberías de estar durmiendo, no hablando conmigo.— le riño.
— Quería hablar contigo. ¿Ahora no puedo gastar mi hora de descanso en mi hermosa esposa?
Ella sonrió levemente, sintiéndose halagada, le amaba con locura.
— No uses tus halagos, que se me olvida estar molesta contigo.
— Es un don.
Comenzaron a hablar de varias cosas y cuando el descanso de Neil estaba por terminar, Mila lo detuvo antes de colgar.
— Había olvidado decirte. Te tengo un regalo.
— Si? Que es?
— No puedo decirte es sorpresa.
— ¿Me gustará?
Ella volvió a sonreír, y contuvo una risa, viendo el pequeño regalo recargado en la mesita de noche.
— Te encantará.
— Estoy ansioso por verlo.
— ¿A que hora volverás?
— Creo que por la tarde.— Vio que su equipo ya iba en dirección al quirófano. — Amor me tengo que ir. Nos vemos más tarde.
— Está bien, Te amo.
Neil sonrió.— También te amo.
Las horas pasaron y la jornada larga término dejando a todos con tiempo de descansar en sus casas, Neil fue a su hogar, agotado y hambriento.
Eran las seis de la tarde cuando llego a su casa, dejo su maletín en el sillón y busco a su esposa por la casa, no sin antes ver que había de comer en la cocina, tras probar del estofado de dirigió hacia su habitación encontrando a Mila dormida en la cama.
Frunció el ceño, al verla dormida tan temprano, ella era muy enérgica y era raro verla acostada en el dia. Preocupado por su salud, se acercó a ella cuando notó el pequeño obsequio en la cama.
Se sentó y lo tomo entre sus manos, lo fue desenvolviendo con curiosidad, sin percatarse de que Mila había despertado y lo veía expectante.
Movió los papeles que la caja tenía hasta que se tomó con un pedazo de tela suave color verde,lo saco y desenvolvió notando un par de calcetines pequeños, confundido rebusco aún más y su respiración se cortó al ver una prueba de embarazo dando positivo.
De quedó quieto unos instantes, tratando se asimilar todo.
— Seremos padres, mi amor.— Murmuro Mila besando su hombro, Neil volvió a ver las cosas de sus manos y lo dejo en la mesilla de nuevo para después lanzarse a abrazarla con fuerza, ella río cayendo sobre su espalda con el sobre su pecho, besando múltiples veces su rostro.— Hey, cuidado,Cuidado.
Neil se alejó un poco de ella y toco el vientre ahora plano, incredulo, vio a su mujer con sus ojos llenos de lágrimas.
— ¿de cuánto estás?
— Dos meses.
— Increíble, es...— río alegre.— ¡Increíble!
— ¿Te gustó el regalo?— limpio sus mejillas con cariño y el beso sus manos.
— Me encanto. Es la mejor noticia de nuestras vidas!
— Puede que tengamos un pequeño doctor.
— O doctora. Aunque no me importaría si es otra cosa, Wow, seremos padres!— musitó agarrando su cabello con entusiasmo, se levantó y anduvo por la habitación dando vueltas aún sin poder creerlo.
Mila se sentó en la cama, tomando su vientre, y riendo al ver a su marido,pronto Neil se detuvo y beso a su mujer de manera pasional, ella sonrió devolviendo el gesto alegre.
— Muchas gracias.— beso sus mejillas y ella beso su nariz.
— gracias a ti por aparecer en mi vida.
— Y no pienso alejarme jamás.— prometió. — Te amo.
— Te amo.
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NO COPIAS NI ADAPTACIONES
MAJO.