Veía a los demás vestirse para la misión, ayudaba a Raven a colocarse su traje cuando ella volteó a verme con una media sonrisa.
— ¿como me veo?- Había dejado de usar su imagen de chica rubia para ser ella misma, una hermosa criatura azul.
— Divina- sonreí al verla. — Quiero pedirte algo.
— Lo que sea.— Se volteó a ver en el espejo alisando el traje amarillo.
— Cuida de Charles. — Ella se detuvo.— Se que no he hablado con el en meses pero, aún le quiero. Y como yo no puedo ir a la misión...
— Lo haré, no te preocupes.— Sonrió, llego hasta a mí y tomo mis manos.— Y Tranquila, el te quiere. Solo que es un idiota.
Sonreí levemente y asentí dándole un abrazo fuerte, que ella correspondió.
— Cuídate tú también.— Le susurré.
Salí junto a ella a la cochera donde tenían el avión que los llevaría, y vi con orgullo como todos estaban vestidos igual, estaban preparados, para lo que sea.
Al verme todos corrieron hacia mi dirección, yo sonreí sintiendo mis ojos llenos de lágrimas.
Alex fue el primero en abrazarme con fuerza, me alzó del suelo y reí, abrazándole también.
— Bajala que quiero despedirme También— Hablo Hank desesperado, el también había cambiado su imagen, al tenerlo de frente, de manera tímida se acercó a mí.— ¿Te gusta como me veo, ma?
Le abrace con fuerza. Desde que los conoci habían tenido la costumbre de llamarme mamá debido a que siempre cuide de ellos mientras entrenaban. Según Charles era demasiado blanda con ellos. Y esa era una de las cosas por la cual, nos habíamos separado.
Para mí ellos eran niños, y trataba de que siquiera se divirtieran con su poder, que se conectarán con el, pero Charles me echó la bronca por eso.
— Eres precioso, Hankie. Recuerda, mutante y orgulloso.— Le limpie rápidamente una lágrima que se escapó de sus ojos y bese su frente.
— ¿Cuando volvamos puedes cocinarme ese pastel de chocolate?— pidió Sean tan pronto Hank se alejó de mi, asentí riéndome y el me abrazó con fuerza.— Vendré hambriento.
— Haré uno exclusivo para ti.
El pelirrojo chillo y me estrujó entre sus brazos.
— ¡Eres la mejor, ma.!
— Lose.
— Parece que ya no te molesta que te digan mamá— Erick se acerco ahora, con media sonrisa, me encogi de hombros.
— Tengo que adaptarme. El discutir cansa demasiado.— El sonrió y al ver su duda de abrazarme o no. Le dije— Anda abrázame, se que quieres hacerlo.
El sonrió y lo hizo, cerré mis ojos con fuerza, temiendo que alguno de los integrantes de mi familia no volvieran a casa.
Limpie mis mejillas al separarme de el.
— Bien, los quiero a todos sanos y salvos. No cometan tonterías y esto va para ti Alex.
El me vio indignado.
— Soy un ángel, Madre.
Reí.
— Cuando te conviene solamente.— Suspire y me lleve las manos al pecho viendoles con orgullo.— Estoy muy orgullosa de ustedes chicos. Los amo a todos.
—Y nosotros a ti— Respondió Raven por todos que asintieron de acuerdo.
— Bien, es hora de que se vayan. No quiero ver a ninguno lastimado o me enojare mucho.