Un enorme edificio que días atrás había sido de negocios, yacia hecho pedazos y a punto de caer, las ventanas y escombros caían por doquier poniendo en peligro a los bomberos, policías y paramédicos presentes.
Cuando baje del camión no pude evitar abrir mis labios incrédula, jamás había visto algo así en mi corta carrera de cinco años en mi profesión.
Solté un largo suspiro y me coloque mi casco al igual que mis guantes rápidamente para alcanzar a mi capitán.
— Bien muchachos, no puedo asegurarles que todo estará bien por qué como lo ven, nada está bien por el momento. Aquellos seres destruyeron parte de la ciudad, y esto.— apuntó al edificio inclinado.— Es apenas el comienzo.
— Que hay de los vengadores?— pregunto uno de mis compañeros, solté un bufido.
— Están en su casa felices y contentos del desmadre que dejaron atrás.— mascullo con rabia cruzandome de brazos.
— Ten en cuenta que ellos detuvieron a los monstruos esos.— me advirtió el capitán y me contuve el rodar los ojos.
Sabía que ellos habían salvado a la humanidad de aquel extraterrestre guapo, pero ni siquiera se habían detenido a ayudar a salvar a las personas que habían quedado atrapadas en los edificios, simplemente habían terminado y ya, dejándonos todo el trabajo a nosotros y que decir de los que limpiarian el desastre de escombros o los cadáveres tanto humanos como alienígena.
— carmen.— mi capitán me llamo.— tu y Ryan subiran a por fuera del edificio para entrar al piso seis, recibieron llamadas del 911 hace unas dos horas de ahí. Si no encuentran a nadie vivo, salgan y prosigan.
— Si, señor.
Caminamos al camión por el equipo y mientras nos preparabamos escuché a Ryan reírse a mi lado.
— Que?
— Tu reacción con los nuevos herores, De verdad no te agradan no?
— Cállate.— gruñi ante su risa burlona.
Ambos subimos por la enorme escalera del camión de bomberos, y mientras está se levantaba veía más y más el desastre que era la ciudad.
— No me pagan lo suficiente por esto.— murmuró Ryan frente a mí y reí entre dientes.
— Llevo diciendo lo mismo desde hace años.
Con un mazo, rompimos una de las ventanas y entramos con difícultad ante lo inclinado del edificio.
— Hola!? Bomberos!
Duramos varios minutos deambulando por el lugar avisando y buscando gente para poder salvar, pero no había nada.
— Los vengadores son buenos, Carmen.— Ryan musitó.— Ellos nos ayudarán con cosas que están fuera de nuestras manos.
— Tenemos muy diferentes opiniones al respecto.— empuje un metal que interrumpía nuestro paso.
— Por que tanto odio con ellos?
—No es odio. Solo que veo la injusticia en su presencia.
— injusticia?
— a ellos les pagan más.— Respondo al no tener otra opinión, la verdad era que no tenía un motivo específico a mis rencores contra ellos, simplemente ahí estaba.
— Tenemos que bajar al segundo piso.— Murmuró Ryan al confirmar que no había nadie vivo en ese piso y asenti de acuerdo cuando de pronto el edificio enteró se sacudió fuertemente, con trabajo alcance a agarrarme de una varilla que corto mis manos.