Odio el frío.
Lo detesto con mi alma entera.
Y para seguir arruinando mi vida, la lluvia torrencial cayó en Forks.
Maldije de mil idiomas a mi hermano por hacerme creer que yo sería feliz aquí, junto con el. Que nuestras vidas cambiarían para bien.
Pero que equivocado estaba.
Solté un suspiro exasperada mientras sacudía mi sombrilla mojada.
- Llegas tarde- me habló mi jefa al verme llegar, me contuve de rodar mis ojos, comencé a quitarme la enorme chaqueta para dejarme solo el uniforme de la cafetería.
- Hay una lluvia insoportable afuera, el autobús no llego a tiempo.
- Pudiste haberlo tomado horas antes.- hablo sin verme mientras anotaba unas cosas en su libreta.
- perdona por no saber nada del clima.- respondí cansada y molesta.
- Agradece que eres la única trabajando aquí, por qué de no ser así te hubiera despedido desde hace tiempo,Mack.
Asentí sin darle mucha importancia y pase detrás del mostrador para tomar la libreta de las órdenes, saludé a los cocineros y camine hacia las mesas.
Algunos eran clientes habituales, pero ese día había un hombre vestido como si estuviera en verano.
Me acerque a el, con lentitud y me coloque a un costado de su mesa, parecía metido en sus pensamientos.
Carraspeo y eso parece llamar su atención, más no me mira.
- ¿que vas a querer?
- Yo...- su voz ronca y grave me hizo dar escalofríos.- Nada.
Fruncí mi ceño al ver que apretaba sus puños, se veía realmente mal, como si estuviera enfermo.
- ¿Te sientes bien?- Balbuceo preocupada por el desconocido.- Podría llamar a una ambulancia....
Por inercia pose mi mano en su hombro, no tarde en darme cuenta que el ardía en fiebre.
Pero de un momento a otro el se levantó de golpe, lanzando su brazo bruscamente, alcance a esquivar el golpe, al mismo tiempo que solté un grito ahogado por la sorpresa.
- ¡Estoy bien!- Grito.
Retrocedí torpemente,asustada la libreta de cayó de mis manos. El de manera brusca me volteó a ver y cerré mis ojos, esperando el golpe.
Pero de manera sorprendente, nada ocurrio, abrí mis ojos con temor conectando mi mirada con la suya.
De manera brusca su rostro paso de estar enojado, a cambiar a uno confundido y hasta sorpresivo, pareció temblar para después caer al suelo de rodillas frente a mí.
Muy confundida y asustada, retrocedí chocando con Jeff el cocinero, que tenía un bat en sus manos, me coloque tras el queriendo estar protegida de alguna forma.
- Largo de aquí- hablo Jeff alzando el bate.
El hombre pareció confundido, se levantó lentamente, y poso su mirada en la mía, me estremeci al verlo y baje la vista, Mi jefa me tomo de la mano alejándome de ahí.
- ¡Espera!- Grito el hombre más no voltee.
-¡Déjala en paz y lárgate del restaurante!- gruño Jeff amenazante.
Después de eso ya no escuché absolutamente nada, puesto que me llevaron a la cocina.
Todos preocupados me dieron agua, y revisaron mis brazos en busca de heridas.
