Steve esperaba tranquilamente sentado en una de las mesas del restaurante dibujando en una de las servilletas completamente entretenido, cuando de pronto unos pasos rápidos y una voz suave le hizo alzar la vista con media sonrisa.
Sonia su amiga y novia de su mejor amigo entro a trompicones al restaurante con varias bolsas entre sus manos, casi choco contra uno de los meseros de no ser por que uso sus reflejos para evitarlo, al ver a steve sonrió enormemente y camino hasta el ignorando las miradas que le daban los trabajadores ante el escándalo que hacia al caminar hasta la mesa, Rogers se levanto al verla acercarse y le abrazo con fuerza.
— Pense que no vendrías.— le guió hasta su asiento, ella descuidadamente dejo las bolsas en el suelo al lado de la mesa.
— Lo siento, me entretuve comprando unas cosillas.
— ¿Haras una fiesta?— pregunto dándole una mirada a las múltiples bolsas, Sonia rió algo avergonzada y se quito los lentes de sol colocandolas sobre su cabello.
— No, no. yo solo estoy algo nerviosa y a veces compro para calmarme.
— ¿y te sirvió?
— Diablos, no!— paso ambas manos por su corto cabello con signo de estres y recargo sus codos en la mesa.— Estoy que me muerdo las uñas! mira!
La rubia alzo ambas manos frente al hombre que apenas y logro alejar su cabeza evitando que le picara un ojo, vio como las uñas largas de su amiga estaban quebradas y mal pintadas, lo que no era normal en ella ya que amaba mantenerlas sanas y bien arregladas.
— ¿Que es lo que te tiene tan nerviosa?
Sonia alzo una mano diciéndole que aguarde tomando del vaso de agua que el mesero le había dado por cortesía, de tan solo tres tragos largos se acabo el agua dejando los hielos, ella soltó un jadeo y se limpio los labios.
— promete que no le dirás a James.
— ¿Es grave?
— Por dios steve solo prometelo!
— pero sonia...
— prometelo, lo que te voy a decir me esta ahogando cada vez mas.— respondió nerviosamente chocando sus uñas, el hombre no tuvo otro remedio que asentir viendo completamente preocupado por su amiga que parecía cada vez mas desquiciada.
— Lo prometo.— dijo mientras que bajo el mantel cruzaba sus dedos.
— Bien.— sonrió nerviosa, soltó un suspiro y cerro sus ojos.— Estoy embarazada.
Los ojos de steve se abrieron con sorpresa y casi se ahoga con su propia saliva, Sonia le vio con una mueca que debería ser una sonrisa y espero a que el color volviera a la cara del hombre.
— Estas hablando enserio?
Ella asintió repetidamente, los lentes de sol se movieron bruscamente ante esto.
— Muy enserio, tengo tres meses.— saco unos papeles de su bolso y se lo dejo en la mesa, el hombre los tomo pero su amiga se levanto de la silla con la blusa arriba mostrando su apenas visible panza de embarazo.— ¡¿Acaso crees que esta panza tiene tres meses?!
Steve con todos los colores en el rostro la obligo a sentarse, la gente del restaurante los estaban viendo con confusión, el capitán estuvo a punto de esconderse bajo la mesa, tomo aire y se abanico con los papeles que Sonia le había dado mientras los iba leyendo.
— y no estas contenta?
— Claro que estoy contenta! ¡es una gran noticia! ¡pero estoy aterrada! Mira mis manos!— Mostro las mismas dejando ver el temblor de sus dedos y las venas marcadas en sus dorsos.