— Vamos Wong!- grito la chica entre carcajadas, paseándose entre las calles de Nueva York.
— te he dicho cientos de veces que no puedo seguir comiendo esto - apunto el helado naranja de sus manos y lo tiro a bote de basura más cercano.— No entiendo por qué me haces comprarme uno si no me gusta su sabor.
— Lo haces para hacerme Feliz recuerdas?- respondió sin verle en busca del Sanctum Sanctorum.
— Podemos transportarnos hasta allá lo sabes no?- pregunto obvio.
— Si lo se, solo quería buscar el lugar como una persona normal.- rodó sus ojos y vio como Wong abría un portal hasta allá encontrándose a Strange portando su capa y viendo un punto fijo en la casa.— Hola, doctorcito.
— Kaira, hola!- el hombre Lucio pronto alegre y se acercó abrazándola con fuerza— Haces mucha falta aquí.
— Lose- río.— Pero ya estoy aquí y no me iré más.
Volvió a abrazarle hasta percatarse del desastre de vidrios que había en el suelo, se separó de el con el ceño fruncido. Strange lo noto y soltó un suspiro.
— Un idiota paso por aquí en hizo un desastre.- mascullo.
— tu limpiaras cierto?- exclamó cruzando sus brazos
— Claro que sí, por quién me tomas?- pregunto indignado besando la frente de la castaña, para después empujarla por la cintura hasta el piso de arriba.— Ve a ducharte, iremos a cenar los tres.
— Se abrió un restaurante nuevo cerca de aquí- acotó wong desde la sala.
— Suena perfecto.- sonrió Strange viéndole subir las escaleras, pronto se acercó a su amigo exaltado.
— Loki estuvo aquí.
— que?- los ojos de su amigo se abrieron a más no poder.
— Logré detenerlo, Thor iba con el.
— Los alejaste de la tierra no?- pregunto Wong. Stephen asintió y el suspiro aliviado.— Me alegro, un problema menos.
— Pero están cerca, esperemos que no se les ocurra volver. No sabemos cómo reaccionara si los ve.
Mientras tanto el agua de la ducha hacia que el silencio del baño fuera ameno.kaira se comenzó a vestir después de varios minutos, mientras tarareaba, hasta que pronto su vista se nublo, trato de agarrarse a algo pero solo consiguió agarrarse de las cortinas y resbalarse.
— Hija mía, no temas- una voz grave y suave inundó sus oídos.— Soy Odín padre de todo. Me alegra tanto poder hablar contigo de nuevo después de todos estos años.
— Que demonios?…- mascullo al verse en medio de un campo verde, se abrazo a si misma al verse solamente en su shorts y blusa delgada, el frío calo sus huesos, un hombre canoso se presentó ante ella, y sonrió con cariño, como si le alegrará verla ahí.
— Asgard te necesita, tienes que ayudar a mis hijos y al pueblo que te vio nacer.
— De que estás hablando?- pregunto con dolor al sentir como su cabeza punzaba fuertemente, el hombre se acercó y tomo la mano de Kaira que le vio con curiosidad, el tacto le era familiar.
De sus manos, salió un humo color púrpura, y así como salió, desapareció de inmediato, Odín sonrió levemente y apretó sus manos.
— Estas lista, pequeña.— Sonrió con orgullo. Más Kaira yacía perdida en la conversación, retiro sus manos de las de él.
— No entiendo nada.
— Pronto lo haras, pero antes de que lo hagas, tienes que saber que esto lo hice por tu bienestar. Frigga y yo estamos orgullosos de ti.— Estiró su mano y acaricio la mejilla de la castaña, que sintió cierta nostalgia— y recuerda, el poder que llevas en tu sangre, hará lo que tú desees siempre y cuando tú mente y corazón estén unidos.