QUÉDATE A MÍ LADO

CAPITULO 1

No puedo creer que sea viernes, se acabaron las vacaciones no estoy preparada aun, fisica y mentalmente para a partir del Lunes soportar a los idiotas y sin cerebro de mis compañeros o cualquier individuo que tenga que ver con el ámbito escolar, la vida es injusta conmigo.
Después de hacer mi drama porque se acabaron las vacaciones, me di una ducha de veinte minutos salí me arregle, desayune y me fui a trabajar, hoy le pediria permiso a Patrick para que me dejara de salir temprano, ya que mi mejor amiga tuvo la grandiosa idea de llevarme a una fiesta.

Se acabaron las vacaciones el lunes tendre que asistir a mi nueva preparatoria, esto es un desastre, aunque lo bueno de todo esto es que Mikaela estudiara en Los Ángeles y no tendré que estarla soportando.
Voy de regreso a la ciudad después de a ver estado en la playa una semana con mi familia, hoy es viernes de fiesta y Juanpa me a invitado a una, pero en realidad no tengo ganas de ir.

—Por fin es viernes y el cuerpo lo sabe, mi Bau hoy si tienes que ligarte a alguien.
—Juan Pablo, sabes perfectamente que tengo novia.
—Ya Mario, no te hagas wey, que aquí todos sabemos que ya no sientes lo mismo por Mikaela y seguramente ella a de estar poniéndote los cuernos con alguien más.
—Si Mario, Mauco tiene razón Mikaela siempre se va con el primero que se le cruza.
—¡Bueno ya! Sea como sea es mi novia y tengo que respetar eso.
—Y ella no debe hacerlo o que. —dijo Saak.
—Si siguen con lo mismo no voy a ir con ustedes a esa dichosa fiesta.
—Ya pues, vámonos antes de que te termines de arrepentir.

—Madison vámonos ya.
—De acuerdo ¿que tal me veo?.
—Woow hermosa.
—Gracias, tu no te quedas atrás.
—Wey tenemos 1 año de conocernos y desde entonces he querido preguntarte algo —dije mientras subíamos al auto.
—¿Que cosa?
—¿Porque eres así?.
—¿Así como?
—Osea conmigo y en tu trabajo eres esa chica dulce y simpática la chica con la que todas las personas quisieran toparse y en la prepa y en la calle eres esa chica fría.
—Sabes lo que me a pasado, no quiero que intenten entrar a mi vida y lastimarme de nuevo.
—No debes encerrarte en eso, deja que todos te conozcan, en la prepa son pocos los que no te tienen miedo.
—Prefiero que piensen que soy una maldita perra sin corazón, a que ellos terminen haciéndome algo y solo así, hago que los "populares" no le hagan nada a los chicos a los que les llaman: cerebritos, cuatro ojos, gordas, suicidas etc.
—Pero a ti también te llaman suicida.
—Podran llamarme como quieran, pero ellos saben que si me tocan un pelo no se la acaban, los has visto me tienen un miedo increible.
—Pero porque no dejar que todos vean lo que en realidad eres.
—Laura eso no va a pasar, no quiero ser la estúpida de la preparatoria a la que todos van a terminar humillando de alguna forma ya pase por eso en la escuela y la secundaria y no lo soportaría otra vez.
—De acuerdo. Bien hemos llegado, tienes que divertirte.
—Claro que lo voy a hacer.

Entrando a la fiesta, Laura se desaparto de mi y se fue a bailar con su novio, olvidando como siempre que yo iba con ella, así que fuí a la barra a pedir algo, en realidad no queria venir a la fiesta pero Laura siempre logra convencerme y no se porque demonios queria que viniera si me iba a dejar sola.

Llegamos a la fiesta y enseguida nos fuimos a bailar con unas chicas, después de una hora mas o menos me enfade y me fuí a sentar, desde mi lugar se veía perfecto la barra de licores, estaba una chica sola y decidí acercarme, pedi un jugo y en ese instante sonó mi celular, era un mensaje de un número desconocido decidí habrirlo y eran unas fotos de Mikaela besándose con otro chico, solo bloqueé el celular y lo puse de nuevo en mi bolsillo. El bar tender me entrego el jugo que le había pedido, y me acerqué un poco a la chica.

—Al parecer tu tampoco te estás divirtiendo en esta fiesta.
—¿Quien yo? —dije mientras miraba al chico.
—A caso ves a alguien más en la barra —dije un poco burlón.
—Ja que gracioso.
—Por sierto me llamo Mario Bautista —dije extendiendo mi mano.
—Mucho gusto Mario, yo soy Madison Leiva —dije mientras estrechaba su mano.
—Y díme Madison, ¿que haces aqui sola?
—En realidad mi mejor amiga me obligó a venir, pero en cuanto entramos se encontro a su novio y me abandonó como siempre —dije riendo levemente—. ¿Y tú?
—Igual mis amigos me obligaron a venir, estube bailando un poco con una chica pero me enfadé y vine por un jugo.
—Oh.
—Por tu cara, creo que no te gusta este ambiente.
—Tienes razón no me gusta este ambiente.
—Vale, y que te parece si vamos a otro lado.
—Tu estás loco.
—Que, a ya, no seas mal pensada, podemos ir a un parque o yo que se, a tu casa o a la mía a VER películas.
—Y como me aseguras que tus intenciones no son otras.
—O vamos te prometo que mis intenciones no son las que te estas imaginando, ¿porque todas las mujeres piensan eso?
—No lo se, tu díme.
—Es encerio, yo tampoco quiero estar aquí, es más vamos a donde tu digas, ¿que te parece?
—De acuerdo.
—Sonreí victorioso—. ¿Y que haremos?
—Me agrada eso de ver películas, pero que sea en tu casa porque en la mía los vecinos de a lado también tienen fiesta y no podremos ver tranquilos la película.
—De acuerdo. Buscaré a mis amigos para avisarles que me voy.
—Si, yo haré lo mismo.

Después de estar buscando a los chicos por unos minutos, logre encontrarlos y les dije que me iría porque tenía unas cosas que hacer, obviamente no les diría que iría con una chica a ver películas porque empezarían con sus cosas.

Después de buscar a Laura por unos minutos di con ella, le comente que tenía algo pendiente y que no podía dejarlo así, y fuimos a su auto por mi bolso y una maleta pequeña, pues siempre que salgo de fiesta con ella, me quedo a dormir en su casa, pero evidentemente esta ves no sería así. Después de eso, ella entro a la fiesta de nuevo y yo esperé afuera a que Mario se apareciera.

—Estás lista.
—Si claro.
—Y eso —dije refiriéndome a su maleta.
—Es que siempre que salgo de fiesta con mi amiga, me quedo en su casa, pero como no lo haré pues no le voy a dejar esto.
—Ah de acuerdo.

Le ayude con sus cosas, y despues de unos minutos llegamos hasta mi auto, fuimos a un Super a comprar algunas golosinas y después pasamos por una pizza y nos fuimos a mi casa.