CAPITULO 68

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La ambulancia llegó y yo subí con Madison pasaron unos minutos y llegamos al hospital, bajaron rápido a Madison y un doctor se acerco le empezaron a decir lo que pasaba con élla, decidí agregar algo.

—Doctor mi prima tiene sospechas de estar embarazada...
—¿No se ha hecho alguna prueba?
—No.
—Bien, le mandare hacer unos estudios, pero de estar embarazada, por la fuerza con la que la golpearon talves pierda a él bebé.
—OK.

Le estuve marcando a Mario y no me contesto, iba a marcarle a los hermanos de Madison y a mis papás pero decidí esperar. Pasó un rato y el doctor salió.

Nos habíamos puesto de acuerdo con Nath para que viniera por Juanpa y por mi al aeropuerto, la estuvimos esperando una hora y le marcamos varias veces pero jamás llegó, estabamos cansado, así que decidímos ir cada quien a su respectiva casa pues yo quería darme un baño para después ir a ver a Madison estas dos semanas se me hicieron eternas. Mi papá y el papá de Juanpa se quedaron aún en los Ángeles.

—Doctor como esta mi prima.
—Fuera de peligro, los estudios aún no me los entregan, a penas voy a ver si ya los tienen listos.
—OK. Puedo pasar a verla.
—Si claro, se encuentra en la habitación 112.
—Ok, gracias.
—De nada.

Llegue a la habitación de Madison y toque la puerta, y me dijo que pasara.

—¿Como te sientes?
—Me duele todo.
—Madi, Lalo se quedó con la polícia revisando los videos de seguridad.
—Eso es inútil, todos traían el rostro tapado.
—Llamaré a tus hermanos.
—OK, pero sólo a Marco y Axel.
—¿Que hay de Patrick?
—El sólo me va a decir que yo tengo la culpa de lo que me pasó.
—Bien, pero Clarisa te quiere como a una hermana a élla si le puedo avisar.
—OK.

Por fin llegue a casa, busque algo de ropa y me metí a darme una ducha después de unos minutos salí y me arreglé, estaba por tomar las llaves del coche cuando me entró una llamada de Carolina, no iba a contestar pero estaba insistiendo mucho.

—¿Que quieres Carolina?
—Se que ya llegaste de tu viaje, así que quiero que nos veamos en 15 minutos.
—Tu estas loca, y no, no nos vamos a ver.

Les marque a los tres y después de un rato regrese con Madison, y a los pocos minutos entró el doctor.

—Madison ¿cómo te sientes?
—Me duele todo, ¿esta seguro de que no me rompieron nada?
—Estoy seguro, revise las radiografías que te mande a hacer y no tienes ningún hueso roto, también te mande a hacer estudios generales, estas un poco baja de vitaminas...
—Si eso lo se.
—Bueno, tienes que tomar muchas vitaminas. Madison los estudios que te hicimos salieron positivos, estas embarazada, por suerte los golpes no afectaron en nada.
—¡Embarazada!
—Si, así que tienes que cuidarte mucho.
—OK. Si podré asistir mañana a la prepa.
—No, lo mejor será que tomes reposo por lo menos una semana más que nada por lo de tu embarazo.
—De acuerdo. ¿Cuando me podré ir?
—Talves mañana.
—OK.
—Bueno pasaré a retirarme cualquier cosa estoy a su disposición.
—Gracias —dijimos ambas.

—¡Ay que emoción voy a ser tía!
—Nath que voy a hacer, los chicos me van a matar en cuanto se enteren.
—Claro que no Madison.
—O claro que si, me lo advirtieron.
—Madison tranquila.
—Además no creo que Mario vaya a tomar bien la noticia.
—O talves si, no seas tan negativa, Mario ama a los niños yo se que se va a emocionar cuando le des la noticia.
—Nath no le vayas a decir nada.
—Claro que no, eso te corresponde a ti.
—OK.
—Le voy a marcar para decirle que estas internada.
—El sigue en Los Ángeles no tiene caso.
—No, el seguro aterrizó hace dos horas, me pidió que no te dijera nada, y quedé de ir por el al aeropuerto pero con todo esto se me olvido por completo.
—OK.

—Por favor Carolina no insistas, no voy a ir a tu casa, entiende de una ves que no pienso dejar a Madison por ti.
—Bueno pues espero y estés sentado porque lo que te voy a decir te va a caer de peso.
—¿De qué hablas?
—Tu estúpida noviecita de seguro ahorita ha de estar en el hospital, mande a alguien a que la golpeará, así que si no quieres que le pase algo mucho, pero mucho más grave, será mejor que termines con élla y ni se te ocurra decir que yo estoy detrás de lo que le pasó, porque igual buscaré una forma de desquitarme con ellá.
—Carolina, Madison no merece nada de lo que le estas haciendo, dejala en paz.
—Eso depende de ti, si tu terminas con élla y andas conmigo, ya no le haré nada, nos vemos mañana en la prepa cariño.

Que demonios voy a hacer, si termino mi relación con Madison élla me odiara por siempre y yo no voy a poder sin élla, esto es una pesadilla. De repente me entró una llamada de Nath.

—Oye no fuiste por nosotros al aeropuerto.
—Mario, golpearon a Madison, estoy con élla en el hospital, te necesita con élla, tiene que decirte algo, muy importante, algo que les cambiará la vida a ambos.
—Lo siento Nath no puedo, no puedo estar cerca de Madison, por mi culpa ella está en el hospital.
—De qué hablas.
—Olvidalo. Solo dile a Madison que las llamadas no entran.
—Pero...
—Por favor.
—Esta bien, pero mañana me tienes que decir que demonios esta pasando, de acuerdo.
—Si Nath.

Colgué, Mario va a dejar a Madison estando embarazada genial, el mundo se le va a venir encima a mi prima, solo espero que Axel y Marco no se enojen con élla. Regrese a la habitación.

—¿Pudiste comunicarte con Mario?
—No, no contesta el celular igual y tienes razón y Mario no a regresado de Los Ángeles.
—Pero si dices que te dijo que fueras hoy al aeropuerto por él y Juanpa.
—Si, pero eso fue ayer en la mañana.

Pasaron unos minutos y llegaron Marcó, Axel y Clarisa.

—¿Y mi hermana donde está?
—Tranquilo Marco.
—Como que tranquilo, me dijiste que la golpearon.
—Si, pero ya está fuera de peligro élla esta bien, chicos Madison tiene que decirles algo, pero lo tienen que tomar con calma Madison los va a necesitar más que nunca.
—Nath, ¿Madi esta embarazada verdad? —pregunto Clarisa.
—¡Nath no te quedes callada! —dijo Axel.
—Si. Pero...
—Tranquila, nosotros ya teníamos nuestras sospechas, a estado muy rara —dijo Marcó.
—Necesito que le den todo su apoyo a Madison, porque Mario no va a estar con élla.
—¿De qué hablas?
—Hable con Mario y está muy raro dijo que no iba a venir que no podía estar serca de Madison, dijo que fue su culpa lo que le pasó.
—Pero tiene que hacerse responsable.
—Creo que lo mejor será que una ves que Madison se encuentre mejor él y ellá hablen y queden en algo.
—El sabe que Madison está esperando un hijo suyo.
—No.
—OK. —dijo Marco.
—Por favor no la vayan a regañar, élla esta asustada.
—No te preocupes Nath. —dijeron ambos.

Hablamos con el doctor para ver si podíamos pasar todos o teníamos que pasar uno por uno, pero él dio autorización para que pasáramos todos, tocamos la puerta y Madison nos dio el pase.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora