CAPITULO 74

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—¿Hablar con la verdad Carolina?
—Si.
—Entonces quiero que me digas la verdad. ¿Para que me quieres contigo? ¿Porque demonios no me dejas ser feliz con Madí?
—Porque me enamoré de ti Mario y solo quiero sentirme amada.
—Carolina conmigo no vas a sentirte amada, mi corazón le pertenece a Madison.
—No importa Mario se que si hago un esfuerzo también te enamoraras de mí.
—Las cosas no funcionan así Carolina. Tu necesitas buscar a alguien más.
—No, yo no quiero a nadie más yo te quiero a ti. —dije llorando.
—Carolina, las cosas entre nosotros no van a funcionar.
—Pueden funcionar lo sé.
—OK. —algo me acaba de decir que sus ganas de sentirse amada por mi no es tanto por capricho o porque me quiera si no porque en su casa no le dan la atención suficiente.
—Vamos a hablar siempre con la verdad ¿si?
—De acuerdo pero no quiero dramas Carolina, eso me choca y si quieres la verdad, siempre la tendrás pero la verdad puede doler.
—Lo sé.
—Ven ya no llores —dije y la abrace.

—¿Con que aquí estas?
—Papá.
—Si Nandito soy yo. Ven llévame con tu hermana nos iremos los tres juntos a casa.
—No.
—Nando.
—No, yo tengo otros papás y me quiero quedar con ellos.
—O que tonterías dices hijo. Ven tenemos que irnos luego iremos por tu hermana. —dije y lo cargue.
—No, yo no me quiero ir contigo, me das miedo. Bajame.
—No, tu te iras conmigo.
—Que no. —dije pataleando y empecé a gritar—. ¡Marioooo, Marioooo, ayudame!
—Fernando deja de gritar.
—Niño estas bien.
—No.
—Que tonterías Fernando. No se preocupe señora soy papá del pequeño pero ya ve que a los niños les encanta hacer berrinche.
—Ayúdeme por favor. ¡MARIOOO, MARIOOOO LUIS ME QUIERE LLEVAR!

—Mario tu hermano grito.
—Si. —dije y corrí a los juegos había varias personas y Luis tenía a Nando cargado.

—Señor suelte al niño.
—No, es mi hijo y me lo voy a llevar.

Me metí entre la gente pero no querían dejarme pasar Nando estaba desesperado.

—Que yo no me quiero ir contigo. ¡MARIOOO POR FAVOR NO DEJES QUE ME LLEVE!

—Luis suelte a Nando.
—Mario yo no me quiero ir con él.
—Tranquilo campeón.
—Señor deje al niño o vamos a llamar a la policía. —dijo Carolina.
—Es mi hijo.
—No, legalmente Fernando ya no es su hijo —dije y le quite bruscamente a Nando quien me abrazo asustado y llorando—. Tranquilo no pasa nada. —dije sobando su espalda.
—Mira chico será mejor que me dejes llevarme a Fernando y me digas donde esta Felicia.
—Mario la policía ya viene.
—Gracias Carolina. —En cuanto Carolina dijo eso Luis se hecho a correr no podía permitir que se escapará, baje a Nando y corri hasta alcanzarlo.

—El hermanito de Mario estaba muy asustado—. Ven aquí cariño todo esta bien. —dije y limpie sus lágrimas.
—No quiero que le pase nada a Mario.
—Mario va a estar bien si. Ya no llores. —en verdad el niño estaba inconsolable, no estoy exagerando cuando digo que estaba temblando.

cuando ya estaba cerca de Luis me aventé sobre el de manera que no pudiera moverse pasaron unos minutos y la policía llegó.

—Jovén que pasó.
—Este hombre se quería llevar a mi hermano.
—Es mi hijo.
—No, tanto Nando como Felicia ya no son sus hijos legalmente. Sr. Policía este hombre tiene estrictamente prohibido acercarse a ellos tiene una orden de restricción.
—De qué hablas a mí no me llegó ningún papel.
—Sr. Debería de saberlo el abogado de mi padre junto con la policía le llevaron ese papel.
—No se preocupe joven el Sr. no se volverá acercar a sus hermanos.
—Gracias. —voltee y Carolina traía cargado a Nando estaba intentando calmarlo.

—A ver —dije y Carolina me dio a Nando—. Tranquilo campeón, ya pasó, todo está bien.
—Me dio mucho miedo Mario.
—Lo se Campeón, pero la policía ya se lo  llevo ya no se va acercar a ti ok.
—Ok. Mario nos podemos ir a casa.
—No quieres tu helado. —tenía que levantarle el animo o mamá me regañaria si lo ve llegar así.
—No.
—Te voy a dejar que comas helado de chocolate, cubierto de chocolate y con chispas de chocolate.
—Entonces vamos.
—Eres muy convenenciero. —dije limpiando sus lágrimas.
—Esque mamá no me deja comer eso que porque me pongo muy insoportable...
—¿Quien te dijo eso?
—Jan.
—Bueno comerás chocolate solo por hoy y haremos como que yo no sabía nada. —Bueno mamá me va a matar de igual manera.
—Gracias.
—Bueno yo me voy...
—No quieres venir con nosotros a comer un helado.
—No quiero arruinar su tarde de hermanos.
—No la arruinas.
—Si ven con nosotros —dijo el pequeño.
—Ok solo por qué tú me lo pides. —dije refiriéndome al pequeño.

—Paisa no tenías porque decirle eso a Madison.
—Tranquilo Juanpa esto va ayudar a Mario.
—No, Mario no le va a decir nada porque la puede poner en peligro. —dijo Jan.
—Te dijimos que no fueras a salir con tus tonterías —dijo Saak.
—Ya, no creo que Madí saque sus conclusiones.
—Es neta Paisa Madison es lista.
—Nath todos deben tranquilizarse si.

A pasado una semana por fin voy a poder ver a Mario aunque sea en la prepa, pues a tenido mucho trabajo por otro lado Juanpa me contó que Mario también comparte mis síntomas del embarazo lo cual me parece un tanto gracioso, hablé dos veces con Mario nada más pero lo noto un poco raro talvez sea el cansancio por el trabajo pues hablamos en la noche. En fin es Lunes me levanté temprano me arregle y baje a prepararme el desayuno pues no puedo traspasarme porque esto puede afectar a mi bebé. Terminé mi desayuno subí a la habitación a lavarme los dientes, tome mi cartera y mi mochila baje tome las llaves de la casa y del departamento y baje al estacionamiento subí a el coche y maneje directo a la prepa.

—Mi amor estoy un poco nerviosa ya quiero ver la reacción de tu papi cuando sepa que vienes en camino.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora