CAPÍTULO 65

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—Yo me voy a trabajar.
—Puedes escucharme un momento .
—No puedo.
—A ya, si, entiendo, yo no merezco ser escuchada, nunca lo e merecido.
—a ver ¿que es lo que quieres Madison?
—Queria arreglar todo contigo porque no quiero que Clarisa se preocupe por lo que pase con nosotros, pero ya vi que eso es imposible. Y quiero que sepas que ya entendí todo tu teatro, si me cuidaste todo este tiempo fue por lástima y porque querías terminar humillandome y llenarte la boca diciendo que tú me diste, comida, casa, estudios y trabajo, tú tampoco me quisiste en realidad, Marco y Axel me odiaron desde un principio osea que su arrepentimiento es solo para dejar de sentirse culpables. Los tres se han estado burlando de mí y no sabes cuánto desearía regresar el tiempo y que mis papás me hicieran de nuevo esa pregunta: “¿Quieres ir con nosotros o te quedas?" Y contestarles que iba con ellos, hubiera muerto junto con ellos y listo no viviría en una mentirá y no sería un estorbo para ti, Marco y Axel, eso era todo me voy... —tenia ganas de llorar pero no le  iba a dar el gusto de  que me viera—. O casi lo olvidó —dije y saqué un sobre de mi mochila y se lo di, el lo recibió un tanto confundido.
—¿Que es esto?
—Mi renuncia, no voy a regresar a la cafetería porque una no me dejas entrar y dos si me dijeras que ya puedo regresar a trabajar no pienso trabajar con un mentiroso. Ahora sí me voy, no quiero llegar tarde a mis clases. —dije y salí de ahí, subí al coche y empecé a llorar, trate de tranquilizarme y puse el coche en marcha, ahora sí me fui directo a la prepa.

—Subi a la habitación y al parecer Clarisa había escuchado todo lo que dijo Madison—. ¿Porque me ves así?
—No trataste de sacar a Madison de su error, o es que a caso no la quieres y yo también viví engañada.
—Clarisa...
—¿Sabes que Madison sufre de depresión?
—No. ¿Pero que tiene que ver eso?
—Bueno, le dieron ese diagnóstico hace dos años y Patrick si élla hace algo contra su propia vida por tu culpa, lo voy a sentir mucho pero me vas a tener que firmar papeles de divorcio y no vas a poder ver a tu hijo.
—Clarisa por favor.
—No, Patrick tu no eres ese del que me enamoré, al que le preocupaba el bienestar de su hermana, eres un egoísta, odioso, prepotente, y ese ejemplo yo no lo quiero para mí hijo ok.
—Me tengo que ir a trabajar se me hace tarde, cuando regrese hablamos. —me acerque e intente besarla y no me dejó— ¡Es enserio!
—Dijiste que se te hacía tarde, así que será mejor que te vas, además yo tengo que salir con mi mamá.
—Te llevó.
—No gracias élla pasará por mí. —dije y en eso sono un claxón— debe se élla. —bajamos y Patrick sacó su coche mientras mi mamá y yo nos poníamos de acuerdo para ver a donde iríamos primero.
—Buenos días Rosalía.
—Buenos días Patrick.
—¿Cómo has estado?
—Bien y tú.
—Muy bien.
—¡Enserio! —no puede ser, ¿porque es así?.
—¿Hay algo que yo no sepa? —pregunte dudosa.
—Clarisa se la pasa de mal humor, todo lo que hago o digo le parece mal.
—Si dos cosas en específico.
—Bueno, haber si tú puedes hablar con ella porque yo no puedo. Nos vemos luego. —dije y subí a mi coche.

—¿Qué les pasa a ti y a Patrick?
—Patrick se convirtió en alguien que no conozco mamá.
—¿Porque lo dices hija?
—Antes se desvivía por Madison y ahora la está dejando a su suerte solo porque levantó la maldita denuncia contra Carolina la chica que la golpeó.
—Ya se le pasará hija.
—¿Encerio crees eso mamá? Porque ya pasó mes y medio y el no la quiere ver, no le da dinero pero tampoco la deja ir a la cafetería, Madison ya se cansó de esto y hace rato que vino Patrick la trato muy mal y élla le dio una sobre con su renuncia.
—Y Madison que piensa hacer, sin trabajo.
—No lo se, pero la entiendo Patrick se está comportando muy grosero con ellá y los tres la están tratando como si ella fuera un estorbo.
—Ok, mi vida, pero eso no tiene porqué afectar tu matrimonio con Patrick.
—Lo se mamá, pero Patrick está siendo muy grosero hasta conmigo, y bueno yo no pienso soportarlo o cambia de actitud por lo menos conmigo o voy a tomar cartas en el asunto.
—¿Clarisa en que estás pensando?
—El divorcio mamá.
—Clarisa tienes que pensar bien las cosas ok, no llevan ni medio año de casados y ya estás pensando en dejarlo.
—Tu no pensarías en hacer eso sí mi papá pensara solo en él, y hiciera a un lado a su familia, solo por una tontería.
—Hija...
—Mamá te lo vuelvo a repetir, Patrick está tratando muy feo a Madison, y a mí ni me escucha, le molesta hasta que le pida algo, además ayer ni siquiera quiso acompañarme al doctor, me dijo que fuera sola o que te pidiera que me acompañaras, pero tú no podías.
—¿Y fuiste sola entonces?
—Pues si, creo que yo tenía razón y tú te equivocaste.
—¿De que hablas?
—Te dije que Patrick se quería casar conmigo solo para que no me sintiera culpable por lo del embarazo y tú me dijiste que estaba equivocada y mira a Patrick ni siquiera le importa saber cómo está nuestro hijo, no se molestó en preguntar qué me había dicho el doctor.

Madison a estado muy rara hoy, bueno no rara sino como triste, y nos pidio que la dejáramos sola, no me convenció mucho eso pero igual y le hice caso. A la hora de la salida Juanpa y yo fuimos a avisarle al director que nos iríamos a Los Ángeles por dos semanas, cuando salimos de la dirección los chicos me dijeron que Madison había salido a prisa y que se veía intranquila y que no les hizo caso cuando le hablaron.

—¿No vieron si estaba llorando?
—No, solo se veía intranquila.
—Ok yo necesito saber que tiene antes de irme a Los Ángeles. —en eso le marcaron a Juanpa.

—Bueno.
—Juanpa que bueno que contestas.
—¿Que pasó papá?
—Nuestro vuelo se atrasó, saldremos a las diez, para que le avises a Mario.
—Si papá yo le digo ¿Nos ocupan en la empresa?
—No, no es necesario que vengan, pero los queremos a tiempo en el aeropuerto.
—Ok.

—Mario dice mi papá que el vuelo sale a las diez de la noche.
—Que no salía en una hora y media.
—Se retraso.
—Ok, bueno siendo así, Saak la casa de mis padres te queda de pasó me puedes hacer el favor de llevar a Jan y Felicia.
—Si claro.
—Gracias, yo iré a ver a Madison.

Salí rápido de la prepa y me fui directo a casa de Madison, estuve tocando durante unos minutos y no abría y justo cuando me di por vencido e iba a ir con Lalo para que me prestara las llaves, la puerta de su departamento se abrió, dejando ver a una Madison llorando y con sus ojos hinchados.

—¿Que tienes princesa? —fue lo primero que dije y élla me abrazó.
—Estaban jugando conmigo, ellos no me quieren.
—Tranquila amor. —dije y entramos al departamento.
—No me quieren.
—A ver amor ¿de qué hablas?
—Mis hermanos no me quieren Mario, solo estaban jugando conmigo, y seguro que el que más lo está disfrutando es Patrick.
—¿Estas segura?
—Cuando iba a casa de Patrick y Clarisa vi a Axel y a Marco desayunando en la cafetería que está a dos calles de la casa de Patrick, me iba ha acercar a saludarlos, pero escuché cuando dijeron que yo era un estobo para ellos que solo los hacía perder su tiempo y dinero, dinero que yo no les exigí ni siquiera se los pedí y Patrick me trato muy feo en su casa, me habló como si yo fuera un problema, le entregué mi renuncia y no dijo nada.
—¿Renunciaste?
—Si, yo necesito trabajar y él no me deja entrar a la cafetería. Buscaré trabajo en otra parte.
—Amor no quiero que te enojes conmigo pero, tú dijiste que no te importaba que Patrick no te hablará.
—Lo dije, si, yo lo sé, pero ahora es diferente, prácticamente no tengo familia, solo a mis primos y mis tíos pero a mis tíos casi ni los veo y bueno aunque los viera no es lo mismo que tener hermanos. —dije aún llorando.
—Te entiendo mi vida pero ve el lado amable de las cosas, no estás sola, tienes a muchas personas que te queremos bueno yo te amo ok, y si tus hermanos no te quieren cerca ellos se lo pierden porque eres increíble.
—Gracias por estar conmigo Mario.
—Siempre lo voy a estar mi amor.

Quería levantarle un poco el ánimo a Madison así que le prepare su comida favorita, comimos y después vimos unas cuantas películas, quería hablar con Patrick, Axel y Marco antes de irme así que le dije a Madí que tenía algo que hacer antes de irme a Los Ángeles.

—Amor tengo algo que hacer antes de irme.
—De acuerdo.
—Princesa no me gusta que te pongas así.
—No te preocupes por mí, voy a estar bien sí.
—Voy a intentar llamarte todos los días ok.
—Ok.
—Mi amor cualquier cosa por favor mantenme al tanto si.
—Mario voy a estar bien, solo prométeme que si te topas a Mikaela no caerás en su juego.
—Lo prometo. —Madison me besó, talvez yo estoy exagerando pero sentí como si se despidiera de mi con ese besó, talvez son solo exageraciones mías, pero si me inquietaba un poco eso. Subí a mi coche y maneje directo a la cafetería y por suerte ahí estaban Patrick, Axel y Marco, me acerque a ellos un poco molesto.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora