CAPÍTULO 57

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Roger, yo y  los padres de Roger salimos de la dirección y los padres de Roger le dijeron que hablarían más tarde con el, no había visto que afuera estaban Felicia y Nando, ambos me veían raro.

—¿A caso tengo monos en la cara? O ¿porque me ven así?
—¿Es encerio? —pregunto Felicia
—¿Qué cosa?
—Primer día de clases y te peleaste.
—Feli yo no empecé.
—No te creo —dijo el pequeño y se acercó a mí, me puse a su altura y entre cerré los ojos al igual que él y luego volví a mi postura.
—No es justo hasta mis hermanos dudan de mi.
—¿Porque? ¿Madison dudo de ti? —pregunto Felicia.
—Eh algo así, bueno nos vemos luego tengo que regresar a clases —dije y le di un beso a ambos.
—¿No vas a ir en la tarde a la casa?
—No chaparro.
—Bautista tu hermana es muy linda. —tenia que admitirlo, además me encanta molestarlo.
—Mas te vale que le quites los ojos de encima a mi hermana Roger. —dije y me puse frente a él.
—Uy Bautista yo solo decía.
—Pues no digas.
—Mario no te vayas a pelear de nuevo. —dije jalandolo del brazo.
—Voltee a si a Felicia y solo me acerque a élla la abracé y le di un beso en la frente—. No lo voy a hacer princesa.
—Mas te vale Mario. —Mario se fue a su salón y detrás de él, el otro chico.

—Bien señores, claro que su hija puede ingresar a la preparatoria, para mí no hay inconveniente, sus calificaciones son perfectas y eso la ayuda muchísimo, creo que sí le aplicará exámenes de mayor dificultad como lo pidió el director de la secundaria élla podría contestarlos sin problema, pero yo no podría hacer que se salte los  grados eso no lo tengo permitido.
—De acuerdo.
—Ella puede asistir a clases a partir de mañana.
—Gracias director —dijo la señora Gloria.
—Director abra alguna forma de que Felicia esté en el mismo salón donde está nuestro hijo Jan Carlo.
—De acuerdo, no suelo hacer esto porque aveces entre hermanos se distraen mucho estando en el mismo salón de clases pero, voy a buscar la forma de que Felicia se quede en el mismo salón de Jan Carlo.
—Gracias director.
—Para servirles.
—Bien, nosotros pasamos a retirarnos —dijo la señora Gloria.
—Director creo que nos llevaremos a Mario.
—No hay ningún problema Sr. Bautista.
—Otra cosa, Mario trabaja conmigo en la empresa, por negocios tengo que viajar a Los Ángeles, pero como Mario es el Sub director de la empresa tengo que llevarlo conmigo, cree que haya algún inconveniente en que falte.
—¿Cuanto tiempo sería?
—Dos semana pero aún no tenemos fecha.
—Bien, pues Mario no es mal estudiante de hecho es muy inteligente el problema es su comportamiento, y desde luego que tiene mi permiso, solo le voy a pedir que me avise cuando se vaya a ir para yo arreglarme con los profesores y él tendrá que ponerse al corriente.
—De acuerdo.
—Y sobre la suspensión de Mario, no la llevaré a cabo, así que se tiene que presentar mañana, pero por favor hablen con él.
—De acuerdo ¿Puedo saber el cambio de su decisión?
—En cierta manera Roger siempre empieza los pleitos entre ellos.

—Bien chicos vámonos.
—Que bueno ya estaba aburriendome. —dijo el pequeño.
—Primero iremos por Mario.
—¿Que hay de Jan?. —pregunto Felicia.
—Se irá solo, pero no hay de qué preocuparse se llevará el coche de Mario ya que Mario se irá con nosotros.

—Llegamos al salón de Mario y toque la puerta—. Buenas tardes profesora, puede dejar salir a Mario Bautista.
—Claro que sí señor.
—Mario toma tus cosas nos vamos a la casa.
—Pero...
—Nos vamos.
—De acuerdo. —Tome mis cosas y salí del salón.
—Me explican.
—Tenemos mucho de que hablar.
—Bien.
—¿Sabes cual es el salón de Jan?
—Si mamá.
—De acuerdo, irás a su salón y le entregaras las llaves de tu coche.
—No eso sí que no.
—Mario tu te vas a ir con nosotros.
—Mamá ya no vivo con ustedes no me pueden obligar a hacer lo que ustedes quieran.
—Bueno respetaríamos eso sí tu te metieras en menos problemas y vas a hacer lo que te dije Mario o soy capaz de quitarte el coche y hacer que regreses a vivir con nosotros.
—Pero mamá...
—Vasta Mario y has lo que te dije, te esperamos en la camioneta.
—Ok.

—Profe puede dejar salir a Jan Carlo.
—No Mario, sabes que no puedes interrumpir mis clases.
—Pofe, necesito entregarle algo.
—Dije que no Mario.
—Ok. —le grite a Jan—. ¡Jan Carlo!
—Ey.
—Atrapalas —dije y le aventé las llaves del coche.
—¿Para que las ocupo?
—Papá y Mamá me castigarán por culpa de la pelea que tuve con Roger, me iré ahorita con ellos y no podrán venir por tí.
—Ok.
—Mario ya estas igual que Madison les vale quien es la autoridad aquí.
—Si profe lo que usted diga. Jan le haces algo a mi coche y me las pagas.
—Si ajá.

—Llegué a el estacionamiento y subí a la camioneta—. Bien, vámonos.
—Mario puedes dejar de ir con esa cara de pocos amigos.
—Si como sea.

—Llegamos a la casa—. Nando y Felicia suban a cambiarse por favor, los llamaré cuando la comida esté lista.
— Está bien mamá. —ambos subieron a sus habitaciones.

—Mario vamos a la cocina, hablaremos ahí mientras preparo la comida.
—Ok. —entramos a la cocina— ¿ Y que quieren saber?
—¿Porque te peleaste?
—Papá ya se los dije.
—Bueno nos puedes decir porque estás tan molesto y a la defensiva.
—Porque tengo que estar alerta, mi vida va a ser un caos en los próximos, días, meses o años.
—¿Mario de que hablas?
—De nada mamá, ustedes no lo van a entender.
—Bien, pues por lo menos cambia de actitud cuando estés serca de tus hermanos, los incómodas con tu actitud.
—Bien. ¿Me puedo ir a mi casa? ¿Si? Adiós.
—No, no te puedes ir, te quedaras aquí, me ayudarás a preparar la comida, comerás con nosotros y talvez te puedas ir después.
—Pero tengo planes con Madison.
—Cancelalos.
—No voy a hacer eso papá, solo falta que por como se expresa el director de ella, ustedes no me quieran dejar andar con ellá.
—Mario no digas tonterías, pero  por favor te la pasaste todas las vacaciones con ellá merecemos un día familiar.
—De acuerdo. —durante todo el día escuche sermones de ambos.

—¿Buenos días?
—Buenos días que le damos.
—Un café clásico para llevar.
—De acuerdo. Andy un café clásico para llevar.
—Voy.
—Ahorita se lo traen.
—Si gracias. Tú eres Patrick ¿verdad?
—Si.
—Ya estás muy grande.
—¿Disculpe nos conocemos?
—¿No me reconoces verdad?
—No.
—Esque han pasado años.
—Podría decirme quién es usted.
—Si claro, soy Rodrigo Campos tú tío.
—No, ¿enserio eres tú?
—Si Patrick.
—Woow, Encerio no te reconocí.
—Nos dejamos de ver cuando tenías 10 años.
—Si.
—¿Y tu hermana? ¿Dónde está? ¿Cómo se encuentra?
—Ahorita se encuentra en la prepa, y pues está bien.
—Oh, sabes tengo a Nath estudiando en la prepa donde el hermano de tu mamá es Director.
—Pues ahí estudia Madi, conozco a una Nath Campos, igual y es ellá.
—Si puede ser. —saque mi celular para mostrarle una foto—. Es élla.
—Ok, definitivamente es élla, se llevan muy bien con Madison
—Me alegra saber eso.
—¿Puedo preguntarte algo?
—Claro que si Patrick.
—Porque no estuviste en el funeral de papá.
—Estaba en España cuando eso pasó y cuando me comunique con tu mamá para saber de Madison porque ella prácticamente se había quedado sola y era mi preocupación, me dijo que no sabía nada y me prohibió acercarme a ti y a tus hermanos, y hasta hace poco vi que la habías encontrado ¿se había perdido?
—No tío, lo que pasa es que después de que mi papá y la mamá de Madi murieron mi mamá me obligó a sacarla de casa, yo tenía un plan para no desprotegerla pero todo falló en fin tarde unos meses en encontrarla y sin que se diera cuenta le di un techo, comida, estudios etc. Pero hasta hace poco que Madison se enteró de todo.
—No te entendí muy bien pero bueno ya me lo contarás con calma.
—Si.
—Ahora tengo que avisarle a Javier dónde puede encontrar a Madison.
—¿Quien es Javier?
—Es medio hermano de la madre de Madison, el tampoco estuvo en el funeral porque se encontraba fuera, él y yo fuimos a buscar a Madison a la casa un par de veces, siendo que a mí ya me había prohibido acercarme, en fin tu madre nos dijo que estaba en casa de unas amigas y nos prohibió regresar ahí, de hecho llamo a la policía y se hizo un lío.
—Me alegra saber eso, talvez Madison se ponga feliz con la noticia.
—Si. O puede que nos odie a ambos por no ayudarla.
—Emm pues que te diré —dije rascándome la nuca.
—Eso me dice que Madison tiene el carácter fuerte.
—Si.
—Aqui está el café Patrick.
—Gracias Andy, puedes retirarte —Andy se fue a atender una mesa.
—¿Cuanto va a ser del café?
—Nada tío, así estamos bien.
—No como creés.
—Encerio, la casa paga.
—Bueno pues muchas gracias.
—No es nada.
—Bueno me voy tengo que hacer unas cosas.
—Ok. Oye pasado mañana abra una fiesta para revelar el sexo del bebé que estamos esperando Clarisa y yo, te mandaré una invitación con Nath para que vayan todos.
—Ok.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora