CAPITULO 20

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Después de un rato llegue a casa de mi mamá y me recibió con un abrazo de esos que me hace no querer soltarla nunca.

—¿Mamá y Jan Carlo?
—Se fue con sus amigos al cine.
—Oh, ¿y mi abue?.
—Vino tu tía y se la llevo.
—Oh.
—Bien me contarás, porque renunciaste a la empresa —dije mientras tomábamos asiento.
—De acuerdo, pero no quiero que vayan a pelear ok.
—Mario ya, dime que hizo tu padre.
—Me quería mandar a Los Ángeles a estudiar, sin mi consentimiento y todo para que conociera una chica.
—¿Una chica en específico?
—Sí.
—¿Y como que para que quería eso?
—Tu señor esposo quería firmar un contrato en el que esta como condición casarme con la hija de su socio, y como la chica esta estudiando en Los Ángeles pues él queria mandarme para allá.
—Mi amor, tu papá jamás haría eso. —dijo un poco desilusionada.
—Pero lo hizo, por eso renuncié, porque yo no me voy a atar a alguien que no amo.
—Pues si no terminaste aun con Mikaela dejame decirte que te estas atando eh, me marco hace rato y me pregunto que donde estábas que le habias contestado muy grosero.
—Solo le dije que ya no me molestara y le repeti que no éramos nada, pero segun élla yo sere su novio hasta que élla quiera. En fin no nos deviemps del tema, mamá se que mi papá va a querer obligarme a casarme con esa chica.
—Sobre mi cadáver tu padre los obligara a hacer algo que no quieran Mario, no se que le esta pasando pero no voy a dejar que haga algo que los perjudique directa e indirectamente y me va a escuchar cuando llegue.
—Ok.
—Además se le olvido que tu y Luis Daniel son independientes y no viven ya con nosotros, suena bastante mal que quisiera obligarte.
—Quize hacerle entender eso pero no me escucho.
—Bien, pues ahora tendrá que escucharme a mí.
—No quiero que terminen peleando por todo este asunto.
—Solo hablare con tu padre ok.
—Bueno.
—Cambiando de tema hay alguna chica en la prepa que te guste.
—¡Mamá!
—¿Qué? Solo quiero involucrarme un poco en tu vida, además te noto un brillo especial en esos ojitos tan lindos.
—Creo que escuchar a mi mamá hablarme aveces como si yo siguiera siendo un niño me hace sentir cierta alegría por muy absurdo que esto suene—. Me enamoré de una chica super linda, pero creo que élla no siente lo mismo que yo.
—Pero puedes conquistarla mi amor.
—Lo se, pero sera muy difícil, antes no quería ni que me acercara a élla.
—Pero lograste hacerlo ¿no es a si?
—Si pero...
—Nada de peros, lograste acercarte a élla y se que lograrás conquistarla, solo espero que esa chica no te lastimé o en su defecto tu la lastimes a élla mi vida.
—Jamás la lastimaría mamá.
—¿Y que piensas hacer con Mikaela?
—No lo se, es peor que un dolor de cabeza, pero ya habrá una manera de deshacerme por completo de élla o eso espero.
—Bien. ¿Y en donde buscaras empleo?
—Seguramente papá pidio que no me contrataran en ninguna empresa, y revisé mis tarjetas antes de venir para acá y las canceló y no se como le hizo pero el congeló mis cuentas y ese dinero era mío, pero en fin es lo de menos y ya conseguí empleo con un amigo en su cafetería.
—¿Trabajaras de mesero?
—Si, además no creo que sea tan malo esta bien intentar algo nuevo.
—Me gusta tu positivismo, pero bueno si llegas a ocupar algo no dudes en pedírmelo.
—Gracias mamá. Bueno me voy, ya casi llega mi papá y encerio no quiero verlo.
—Esta bien te vas con cuidado.
—Si, nos vemos luego.

Al día siguiente me desperté temprano me arregle  y salí al estacionamiento, subí al coche y maneje directo a la preparatoria. Al entrar todos me veían y solo me barrían con la mirada y otros más con miedo, no le tome tanta importancia, llegue a el salón y ya estaban ahí los chicos.

—Madison, ¿donde te metiste? te estuvimos buscando, fuimos varías veces a tu departamento. —dijo Nath.
—Lo se, los escuché hablarme, en realidad todo el tiempo estuve metida en el departamento, pero no quería que me vieran mal así que fue por eso que apagué mi celular y le pedí a mis vecinos que les dijeran que no sabían donde estaba o que se inventarán algo.
—Nos tenias muy preocupados. —comento Saak.
—Lo siento, ¿y Mario y Maria Laura? .
—Seguro estan en la dirección para ver que castigo les aplicarán.
—¿Castigo porque?
—Maria Laura ayer se sentó con Mario y todas las clases se la pasaron platicando los descubrieron y los mandaron a dirección pero como el director no estaba les toco ir hoy.
—Oh, ¿y tan bueno estaba el chisme o que?.
—Es que Mario estaba que no lo calentaba ni el sol una cosa tan insoportable de verdad tanto que no podíamos contradecirlo porque casi nos mataba, en fin ante ayer se peleo otra vez con Roger en la salida y todo porque estaba diciendo cosas no muy lindas sobre ti y ya sabes como es Mario y pues se enojo y lo golpeo los separamos y llevamos a Mario a la empresa, y bueno pues ayer Laura solo quería hacer que se tranquilizara pues llego peor que días antes. —comento Juanpa.
—¿Y como que porque su mal humor?
—¿Como que porque? Madison eres la única que no se quiere dar cuenta que Mario esta enamorado de ti.
—Lele no lo creo, yo soy un fiasco tanto física como emocionalmente, hay chicas super lindas por aquí porque fijarse en mi, en fin si lo que dices es cierto entonces les sugiero que vayan quitándole eso de la cabeza y que se enamore de otra persona.
—Madison en el corazón no se manda —dijo Paisa viéndola fijamente y en tono de regaño.
—Ya lo se, pero si lo que dicen es cierto yo no se corresponder de esa manera y solo lo lastimaria de acuerdo, así que presentenle a todas las chicas que conozcan.
—Esa opción es la peor que existe en este mundo. —dijo Villalobos.
—Madison ¿te enamoraste tu también de Mario no es asi? ¿tienes miedo a lo que pueda pasar entre ustedes? —pregunto Ruiz.
—Pff, ¿yo? ¿enamorada?, no, no estoy enamorada de él ok, así que ayudenlo a que no se clave, pero esta ves haganme caso por favor porque la ves pasada me dijeron que lo mantendrían lejos de mi y nada, hicieron todo lo contrario.
—Lo intentaremos pero no prometemos nada ¿de acuerdo?
—Bien. —en eso entraron Mario y Maria Laura.

—¿Que castigo les pusieron? —pregunto Mau.
—Ninguno, solo nos dijo que no queria que se repitiera de nuevo. —dijo Mario.
—Por cierto Madison, Patrick esta en la dirección. —dijo María Laura
—Pense que no vendría, este chico solo me meterá en más problemas.
—No lo creo, en fin, quiero que jamás en tu vida vuelvas a desaparecerte así, casi me infarto.
—Maria Laura no exageres por favor. —El profesor de Matemáticas entro y todos tomamos asiento.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora