CAPITULO 26

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—¿Que paso? ¿Madison está bien?
—Si, esta insoportable, en fin ya se porque esta enojada contigo.
—Y...
—Carolina le mando una foto en la que te estas besando con élla.
—¿QUÉ YO QUE?
—Oye no grites me dejaras sorda. Te acuerdas cuando Carolina salio de la nada y te beso.
—Si.
—Bueno alguien tomo foto y Carolina se la envió a Madison.
—Ok, el lunes hablare con Carolina, le voy a parar el alto.
—Bien. Bueno nos vemos el lunes. —dije y colgué.

—Estába haciendo mi maleta y me entro una llamada de una de las dos personas mas fastidiosas del mundo—. ¿Que se te ofrece Mikaela?
—¿Mi amor estás ocupado?.
—Mikaela que parte de... No, no estoy ocupado.
—Qué bien, creo que te ha garré de buen humor hoy no me estás gritando.
—Tal vez, ¿me dirás para que me llamaste?
—Solo quería que supieras que estoy aquí en México desde ayer y pués quiero verte te extraño mucho.
—Esté... ¿Te regrésaste a vivir acá?.
—No tontito solo vine porque mi papá tiene una reunión de negocios y tengo que estar presente, me regresaré él lunes en la mañana.
—Que alivió.
—¿Qué dijiste?
—Nada, nada, que yo también necesito verte, tenemos que hablar.
—Si quieres voy ahora mismo a tu casa hablamos y de paso nos podemos divertir.
—No, mejor nos vemos mañana a las siete de la tarde en el café que esta por tu casa.
—Pero no vamos a poder pasar tiempo juntos.
—Lo siento pero tengo cosas que hacer mañana antes de vernos.
—Está bien, no olvides que te amo.
—Buenas noches Mikaela.
—Buenas noches, que sueñes conmigo —dije y colgué.

Definitivamente esta mujer esta loca por más que le repita que ya no somos novios no entiende o tal ves si pero prefiere hacerse la loca, por lo menos ya no tendré que viajar para poder hablar con élla. Me puse a deshacer las maletas y una ves que termine me sente a ver un poco de televisión ya erá tarde pero no tenía sueño, paso un rato y me entró una llamada de Clarisa.

—Hola Mario te desperte.
—No para nada, ¿paso algo con Patrick?.
—Está en una actitud super necia de ver a Madison, y ya le dije que no porque Madison no lo va a dejar hablar y solo van a terminar peor de lo que están, y que aparte ya es tarde, pero parece niño chiquito se encerro en su habitación a llorar.
—¿Ya lo dieron de alta?
—Si, apenas hace como media hora llegamos a su casa.
—Oh, ¿y que ocasionó que se desmayara?
—En si los estudios eran para prevenir una enfermedad mas grave y que pudieran estar confundiendo, pero lo que paso es que no a comido bien, no se a hidratado de forma correcta y a eso sumemosle que tiene estrés emocional.
—Y todo eso lleva el nombre de Madison.
—Si. No se que hacer nunca había visto así a Patrick esta peor que cuando le toco sacar a Madison a Jalones de su casa.
—¿Ya eran novios en ese entonces? —pregunte sorprendido, ya se que esa pregunta no iba al caso pero la intriga me gano.
—Si.
—Bueno que te parece si mañana temprano paso por ti para ir con Madison y tratar de convencerla de que vaya a ver a Patrick.
—Me parece buena idea.
—¿Paso a tu casa o a la de Patrick?.
—A la de Patrick.
—Bien entonces pasaré por ti a las ocho ¿esta bien?
—Perfecto, buenas noches Mario.
—Buenas noches, descansa. —dije y colgué.

Al día siguiente me levanté recoji un poco la casa prepare mi desayuno, desayune y subí a darme una ducha, una ves listo, sali de casa directo a casa de Patrick, toque el claxon y Clarisa salió enseguida.

—Buenos días Mario.
—Buenos días Clarisa, ¿como sigue Patrick?
—Ayer se enojo conmigo porque no lo deje salir a casa de Madison y me dijo que yo no sabía lo que él sentía, pero en fin a las personas molestas no hay que hacerles mucho caso, y aun sigue dormido.
—Bueno, pues vámonos.

Después de media hora llegamos a casa de Madison y estubimos tocando por un rato hasta que abrio la puerta, cuando nos vio me miro con coraje.

—¿Qué hacen aquí?
—Queremos hablar contigo.
—Mario disculpame por como te trate ayer pero no quiero hablar de nada y Clarisa no quiero escuchar nada que me tengas que hablar sobre tu novio, estoy ocupada así que adiós.
—Atravesé el pie antes de que Madison cerrara por completo la puerta—. Ya se que te lo e repetido varias veces pero no estoy jugando Patrick se encuentra mal.
—Si a él no le importo nada de mi, porque a mi me tiene que preocupar él. —dije abriendo la puerta para que pasarán.
—Porque te necesita. —dije obvia.
—Yo también lo necesitaba y me abandonó.
—Madison porque no hablas con él solo escúchalo.
—No Mario, no pienso escuchar a alguién a quién le valio si comía, si tenía un techo para dormir, si seguía estudiando.
—¡ESCÚCHAME BIEN MADISON!, nunca pero enserio nunca vuelvas a repetir que no le importas a tu hermano...
—¡ES LA VERDAD!
—Claro que no.
—Cálmense las dos por favor.
—No, no me voy a calmar, Madison se esta pasando.
—No, no me estoy pasando solo digo la verdad y NUNCA lo voy a perdonar,  enserio NUNCA.
—¿Estás segura que nunca? —dije muy enojada.
—Claro.
—A bueno quiero que tomes asiento porque así como Patrick se a arrepentido toda su vida por haberte hecho eso, tu también te vas a arrepentir de haberlo tratado tan mal.
—Hice caso fuí y me sente—. Y dime ¿de que me voy a arrepentir? ¿de odiar a una basura? —dije riendo con rencor y una lágrima recorrió mi mejilla. Me preguntó ¿que tan cobarde será Mario como para avernos dejado solas? Digo él chico se notaba incómodo.
—No me pude contener y le di una bofetada—. No lo vuelvas a llamar asi Madison.
—¿Qué demonios te pasa? —dije sobando mi mejilla.
—Me acerque a las chicas—. ¿Que esta pasando?
—Me abofeteó. —dije molesta.
—Clarisa...
—Si Mario ya se, Patrick se molestara en cuanto se enteré.
—Yo no se eso, pero controlence.
—Mario por favor, váyanse yo no voy a ver a Patrick.
—Madison...
—Por favor Mario.
—Tu hermano te necesita. —dije sentándome a un lado.
—Yo también lo necesite hace tiempo y él no es tuvo.
—Escuchá bien esto Madison. Si tienes estudios, si tienes un techo donde vivir es gracias a Patrick, el no descanso hasta saber donde te quedabas, el rento este departamento para ti, él tenia miedo de como podrías reaccionar así que le pidio a tus vecinos que dijeran que era por parte de ellos él le daba dinero a Lalo para que te lo diera a ti.
—Eso no es cierto.
—Explicame tu entonces, como es que aparecieron cosas de tus padres, como por ejemplo el reloj favorito de tu padre, las fotos en familia, los diarios de tu madre, las joyas de tu madre, su perfume favorito, tu ropa. Porque si todo eso llego aquí no fue por arte de magia.
—No pude evitar que mis lágrimas salieran, era como si me aventaran un valde de agua fría—. ¿Como sabes todo eso?
—Sorpresa, fui yo la que ayudo a Patrick a sacar todo eso a escondidas de la casa y fui yo quien le ayudo a traerlas aquí, también fui yo la que sufrio con Patrick todos los días porque a cualquier hora se culpaba por haberte sacado de tu casa, siempre fui yo la que veía a Patrick con esa desesperación de correr así a ti y decirte cuanto te quiere y luego lloraba por no poder hacerlo.
—Que tan difícil erá habérmelo hecho saber.
—No sabía como decirtelo, tenía miedo a que lo odiaras.
—Mi niña, ahora que sabes todo esto, tienes que ir a verlo hacer las pases, la a pasado muy mal ayer Clarisa lo tuvo que llevar al hospital.
—¿Porque?
—Lo lleve porque se desmayo y todo porque no estaba comiendo bien y por todo el estrés que le ocaciono el que tu no quisieras saber nada de él.
—De acuerdo ire mañana a hablar con él, porque tengo que ir a llevar unos papeles para que me den el empleo y ya se me hace tarde.
—Madison estás loca.
—Primero me abofeteas y luego me dices loca, muchas gracias. —dije enojada.
—Ya no exageres te la merecías, además para que conseguir otro trabajo tu hermano no quiso contratar a nadie más porque tiene la esperanza de que regreses.
—Madison tu hermano te necesita ahora.
—Si, ayer estaba necio en venir a verte y ya era muy noche se encerro y no salio ya de la habitación y cuando nos venimos el seguía dormido.
—De acuerdo vamos a su casa.
—¿Regresarás también a la cafetería? —pregunto Clarisa.
—Si.
—Bien. Me disculpas por la bofetada.
—Si. —dije y le di un abrazo.
—¡Ay! que conmovedor momento, pero chicas tenemos que ir con Patrick.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora