CAPÍTULO 53

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—Hola chicos.
—Hola Madí.
—¿Faltan muchas cosas para los preparativos de la boda?.
—No la verdad es que aunque no estés aquí creo que eres la que más has hecho.
—No es cierto  Clarisa.
—Aja, Madí tu conseguiste el salón, apartaste la fecha en la iglesia, hablaste para apartar la cita para lo del banquete, y nos ayudaste a elegir eso, las decoraciones y también me ayudaste con el vestido.
—Ok, ya entendí.
—Lo único que falta es que regresen para que las chicas y tú se prueben los vestidos de dama.
—Es lo único que falta.
—No, otros detalles pequeños pero eso lo vamos a ver con mi mamá.
—Ok, me saludas a tus papás.
—Claro.
—Oye hermanita, ¿verdad que Clarisa debe descansar?
—Obvio.
—Esque se la pasa de un lado a otro.
—Hay Patrick pero estoy bien ok, además si fuera malo hasta mi mamá te daría la razón.
—Eso si, Patrick solo relajante.
—Esque me da miedo.
—Papá primerizo —dijimos las dos al unísono y burlandonos.
—No se burlen de mi.
—Ok, ok.
—Bueno yo las dejo, porque tengo que ir a la cafetería.
—Con cuidado amor —dijo Clarisa y se besaron.
—Que goals son.
—Hay Madison.
—Y cómo va mi bebé hermoso.
—Muy bien hasta ahorita todo va excelente.
—Ya les dijeron que va a ser.
—Si.
—Y...
—No lo sabemos mi mamá se quedó con los resultados.
—No entiendo.
—Mi mamá va a organizar algo para la revelación del sexo del bebé una semana antes de la boda.
—Ok.
—Tengo nervios ya quiero saber qué va a ser.
—Yo también.
—Oye y acá entre nos, ¿aún no han tenido nada que ver con Mario? —pregunte Pícara.
—Hay Clarisa.
—Cuéntame.
—No, no hemos tenido nada que ver, pero el otro día nos estábamos besando y empezó a subir de nivel.
—Y...
—No pasó nada yo lo detuve, no deje que siguiera y me dio vergüenza y me salí corriendo de la habitación y me fui a la piscina y me senté en una silla, no te miento estaba en un mar de lágrimas.
—Hay Madison, ¿y que hizo Mario?
—Más bien que hice yo.
—¿Qué hiciste?
—Ni de chiste pensaba ver a Mario a la cara, osea me dio una vergüenza enorme haberlo detenido porque debo admitir que en el fondo si quería estar con él, pero bueno, no había nadie en la casa, así que salí de la casa y le marqué a la amiga de Juanpa y de Lelé y le pedí que me dejara quedar en su casa y me dijo que sí y me dio la dirección que quedaba a tres calles y me fui para allá, le mandé un mensaje a Mario diciéndole que había salido a tomar aire fresco y él me dijo que ya era tarde que le dijera donde estaba para ir por mí.
—Y luego.
—Como no le contesté, me marco y como yo no quería contestar apague el celular.
—¿Y después que pasó?
—Llegue a la casa de Diana le conté lo que había pasado y me dejó quedarme en su casa, y creo que élla les aviso, y no sé qué les diría porque Mario llegó hasta el día siguiente y hablamos y me dijo que no pasaba nada, que todo estaba bien y que no quería que lo volviera a preocupar así etc, etc.
—Cuñis Mario encerio te ama.
—Ya lo sé.
—Bueno, te marco luego porque tengo que ir con mi mamá a no sé dónde.
—Ok.

Estamos a unos días de que los chicos regresen de los Ángeles y eso me pone bastante feliz pues al fin Mario y Luis Daniel que también llegará el mismo día se enteraran de que Mamá y papá adoptaron a Nando y Felicia.

Hoy quede de verme con Roger en mi casa pues mis padres no estan en casa, como siempre, salieron de viajé y necesito encerio hablar con Roger aunque talves me vaya mal con lo que le dire pero ya no puedo con esto.

—Hola amor.
—Hola Roger, pasa por favor.
—Porque estás tan rara.
—No, no es nada.
—Vamos Carolina yo te conozco, y a ti te pasa algo.
—Lo tome de la mano y lo adentre a la casa—. Ven vamos a tomar asiento, necesito hablar contigo.
—Bien.
—Llegamos a la sala—. Toma asiento por favor.
—Carolina ¿de que quieres hablar conmigo? Estas actuando raro y me preocupas.
—Que raro ¿no?
—¿Que cosa?
—Que te preocupes por mi, después de todo lo que hemos vivido y todo lo que has hecho conmigo.
—Siempre me preocupo por tí.
—Que bien. —no podia verlo a la cara esto era difícil.
—¿Carolina que esta pasando contigo? Pareciera que con quien estoy hablando es con Madison.
—Roger no se como hablar.
—Carolina ya, solo dilo.
—Quiero que terminemos. —solté de pronto.
—!¿QUÉ?! ¿ESTÁS LOCA O QUE TE PASA?
—Roger yo...
—NADA, ESTAS LOCA TU Y YO NO TERMINAMOS HASTA QUE YO QUIERA.
—NO, NO, ES QUE NO ES DE QUE TU QUIERAS, ES DE QUE YA NO PUEDO, NO PUEDO CONTIGO. —dije gritando y llorando.
—¿DE QUE HABLAS?
—DE QUE ME CANSE DE ESTÁR CONTIGO, TODO EL TIEMPO QUIERES TENER SEXO, Y ME CANSE DE SEGUIR TUS ÓRDENES DE IR CONTIGO A TODAS PARTES, ME CANSE DE QUE ABUSES DE MI Y ME VIGILES, ME CANSE DE MENTIRLE A MIS PADRES.
—SI TU NO PUSIERAS RESISTENCIA LOS DOS NO LA PASARIAMOS MUY BIEN.
—PERO NO QUIERO ENTIENDELO.
—TU LO QUE QUIERES ES ESTAR DE ZORRITA CON LA PREPA ENTERA Y...
—NO, NO ES ESO.
—Mira Carolina, tu quieres tener el camino libre para poder meterte con Bautista a mi no me ves la cara de estúpido pero, ok, ok, te dejo en paz pero tu y yo vamos a tener sexo cuando yo quiera.
—No, Roger.
—Oh claro que si mi reyna es eso o vas a sufrir demaciado. —dije acercándome a élla de forma peligrosa.
—No Roger...
—Oh claro que si cariño.
—Roger por favor.
—La noche es larga y tu y yo la vamos a pasar muy bien.
—No —dije y corri asi a las escaleras.
—Ven aquí cariño —dije y la tome de los pies asiendo que cayera de las escaleras.
—Roger no...
—Nos vamos a divertir. —la cargue y la lleve hasta su habitación.

Roger salió de mi casa, pero antes me advirtió que seguiríamos teniendo sexo cuando el quisiera, me sentía tan sucia, tan miserable.

Se terminaron las vacaciones y todos regresábamos a CDMX hoy para tener una semana libre y poder revisar con tranquilidad todo lo que ocupariamos para la prepa.

—Hola mi vida, ¿a que hora llegarán?
—Hola mamá, ya llegamos, vamos a llamar un uber.
—¿Y que harán?
—llevaremos a las chicas a casa de Madison y los chicos se irán conmigo a mi casa ya que todos los papás de los chicos se fueron de viaje y no han regresado, nadie trae llaves de su casa.
—OK, pues si es así, pónganse de acuerdo,  y si quieren unos se pueden quedar acá en la casa.
—Si yo les digo, pero creo que no será necesario.
—OK mi vida, oye y si mejor se vienen para la casa, quiero darles una noticia a ti y a Daniel, pero pues los chicos y la chicas son de la familia y con los chicos pues son como hermanos entonces quiero que todos lo sepan.
—Mamá desde hace tiempo tú, papá y Jan han estado muy raros y hoy no es la excepción.
—Mario solo ovedece a lo que te estoy pidiendo por favor, los quiero en una hora aquí.
—Dos porque en lo llega el uber y el tráfico a esta hora está muy pesado.
—De acuerdo pero no quiero que se tarden más.
—OK mamá, iremos para allá.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora