CAPITULO 31

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Sali de la cafetería y camine asi a el coche, le abrí la puerta a Madison y después rodie el coche y subí yo, lo puse en marcha y Madison hablo.

—De que tanto hablaban tu y Patrick que no salias.
—Nada.
—Mario. —dije y le di una mirada seria y el solo se río.
—Bien, Patrick esta todo paranoico.
—¿Porque? ¿que te dijo?
—Bueno porque no quiere aceptar que estas creciendo.
—Esta loco.
—No, no esta loco, solo le cuesta aceptar que su hermanita esta experimentando cosas nuevas y no quiere que salgas lastimada porque pues un noviazgo tiene sus pros y sus contras.
—Lo se pero solo espero que no se ponga en el papel de hermano celoso y controlador.
—No lo creo.
—Cambiando de tema, te quedarás a hacer la tarea.
—Obvio, tenemos tarea en parejas.
—Si es cierto, se me había olvidado.
—Amor en que estas pensando.
—En nada, de que es ese trabajo.
—Investigación.
—Yo no tengo impresora se descompuso y no la e mandado a arreglar.
—A pues no hay problema, hacemos el trabajo en tu depa y yo imprimo el trabajo en mi casa.
—De acuerdo.

Después de que Mario y Madison se fueron decidi marcarle a Clarisa para saber que habia pasado, pues élla solo me habia dicho que iba a salir un rato para recoger unos estudios, pero no a regresado y me esta preocupando. Marque varias veces pero no me contestó, en cuanto cierre la cafetería ire a su casa para ver que paso.

—Hola amor. —dije intentando darle un besó.
—Llegaste temprano Carlos. —dije evitando que me besara.
—Gloria hasta cuando vas a seguir con esa actitud.
—Hasta que arregles todo con Mario y le pidas una disculpa.
—Gloria, Alberto no quiere escucharme no puedo obligarlo.
—Si tuvieras interés de arreglar las cosas con tu hijo irías a su casa. Carlos no me gusta todo esto de acuerdo, Mario ni siquiera quiere entrar aquí, siempre que quedamos en vernos el pide que sea fuera de la casa, ya sea en la cafetería donde trabaja, el centro comercial su casa o el parque pero no quiere entrar aquí y todo por tu culpa.
—No es mi culpa, yo no le prohibí entrar a la casa.
—Pero todo lo que querías que hiciera, el hablar con tus amigos para que no le dieran trabajo, cancelarle las tarjetas...
—Pero estaba en mi derecho de cancelarle las tarjetas.
—No pero eso es lo de menos, lo peor es que le congelaste sus cuentas, cuentas que contienen el dinero de él, dinero que el se ganó Carlos eso ya es suyo.
—Pero...
—Nada de peros Carlos, me haces el favor de arreglar las cosas con Mario y regresarle su dinero, y disculparte con el por todo lo que le hiciste.
—Está bien, intentaré hablar con él mañana.
—No puedes hoy.
—Gloria lo intente hace rato.
—Si Carlos pero era en su horario de trabajo, porque no vas a su casa.
—Mira estoy harto de todo de acuerdo, no quiero pelear contigo y voy a arreglar las cosas con tu hijo pero será mañana.
—Por lo menos puedes descongelar sus cuentas por favor.
—Veré que puedo hacer.
—Nada Carlos, deja de poner pretextos y regresa le su dinero a Mario.

Escuche a mis padres hablar de forma no muy amigable y no tardaban en desatar una pelea así que decidí intervenir.

—Se pueden tranquilizar por favor, ya me canse de escuchar, discusiones y peleas, y si no van a arreglar las cosas entre ustedes avisenme por favor para ver si me voy a vivir con Daniel o Mario, porque enserio no pienso seguirlos escuchando.
—Jan no empieces con eso de que te vas de la casa por favor. —dijo mi padre.
—No, no estoy empezando, pero no me gusta verlos así.
—Las cosas no estarian así mi amor si tu papá no hubiera pensado sólo en él.
—Mamá, papá me pueden escuchar por favor y ponerme atención, esta ves quiero ser yo quien les de un consejo, pero no quiero que les entre por un oido y les salga por el otro.
—A ver Jan habla. —dijo mi padre.
—Si quieren que Mario perdoné a papá y vuelva a venir a la casa e incluso regrese a trabajar a la empresa, necesitan primero arreglarse ustedes, arreglar sus diferencias, hablar, aconsejarse, buscar opciones para poder hablar con mi hermano, una ves que hagan eso entonces que mi papá hable con Mario y arreglen todo.
—Tienes razón mi amor —dije besando su frente.
—Lo se mamá, ¿tu no dirás nada papá?.
—Voy a tratar de arreglar todo el caos que cause no te preocupes Jan.
—Bien, los dejo.
—¿Adónde vas? —preguntó mi madré.
—Voy a jugar fútbol con mis amigos.
—No regreses tan tarde por favor. —dijo mamá.
—Regresare a las nueve, ¿esta bien?
—Me parece bien. —contesto mi madre.
—A mi no, y no vas a salir. —dijo mi padre.
—¿Porque no?
—Porqué no y punto, sube a tu habitación.
—Estás jugando verdad.
—Si, ve pero te quiero puntual.
—De acuerdo. —me despedi de ambos y sali de casa.

—Gloria podemos hablar tranquilos, Jan tiene razón.
—Carlos lo único que te pido es que hables con Mario.
—Bien, no se como hacer que me escuché.
—Para que Mario acepté hablar contigo lo mejor será que vayas a su casa porque si intentas hablar con èl en la cafetería te va a poner de pretexto que esta trabajando.
—Pero no quiere escucharme.
—Pues entonces ponte en tu plan necio así como cuando le dijiste que tenia que viajar en Los Ángeles se va a enfadar y va a terminar aceptando que hablen.
—Mujer si cuando le dije que tenia que irse a Los Ángeles prefirió dejarme el trabajo votado.
—Si Carlos pero esto es distinto.
—Bien entonces ire mañana a su casa después de que salga de su trabajo.
—De acuerdo.
—Cambiando de tema, Mario ya tiene nueva novia.
—Espero no sea la versión pirata de Mikaela porque ahi si me va a escuchar Alberto.
—Tranquila, la muchacha es hermosa tengo que admitirlo y muy amable, nada que ver con Mikaela a mi punto de vista.
—De acuerdo.
—Bueno ire a revisar unas cosas, estare en la biblioteca.
—De acuerdo. —Carlos beso mi frente y se fue a la biblioteca.

Bien revise algunos papeles que habian quedado pendientes luego hable al banco para pedirles que habilitarán de nuevo las cuentas de Mario, solo espero que podamos arreglar nuestras diferencias y él regrese a la empresa pues ahora que él no está se han complicado un poco las cosas creo que en cierto punto el sabía mas de la empresa que yo. Decidi marcarle para avisarle que ya podia hacer uso de su dinero aunque lo mas probable es que no contesté. Despues de varias llamadas me contestó una voz femenina.

—Bueno.
—Buenas noches ¿con quien hablo?
—Soy Madison.
—A Madison, ¿Mario esta por ahí?.
—Si, ahorita se lo paso.
—Princesa ¿quien es?
—Es tu papá.
—Yo no estoy.
—Podrías decirle que lo estoy escuchando.
—Mario tu papá te esta escuchando.
—No voy a hablar con él.
—O si mi amor, claro que vas a hablar con él. —dije y puse el celular en su oido y Mario solo me miro molesto, tomo el celular y se alejo un poco.

—¿Paso algo con mi mamá? ¿mi abuela o mis hermanos?.
—No, y se saluda.
—Si, entonces tu y yo no tenemos nada que hablar, adiós.
—Mario Alberto solo quiero decirte algo escúchame.
—Dilo rápido.
—Deja de hablarme así.
—Qué es eso que quieres decirme.
—Descongele tus cuentas y necesito tu ayuda en la empresa.
—Gracias pero yo no regreso a la empresa y si quieres quedarte con mi dinero hazlo, asi estoy perfecto.
—Mario hablaremos mañana quieras o no, y es muy tarde para que estes en casa de tu novia deberías ir a tu casa ya.
—A ver papá estamos haciendo una tarea no me puedo ir.
—Como sea mañana vamos a hablar quieras o no.
—Adiós —dije y colgué para después regresar con Madison.

—¿Y bien?
—No pienso hablar con él.
—Mario.
—Mande.
—Y si se arrepintió y enserio quiere arreglar las cosas contigo.
—No lo creo.
—¿Estás seguro?
—No del todo.
—Es tu papá deberias escucharlo .
—Bien lo voy a hacer.
—Perfecto. —dije y lo abrace y él correspondió al abrazo.
—¿Que falta de la tarea?
—Ya terminamos solo falta imprimirlo.
—Bien eso lo haré en mi casa.
—Eso creo.
—Bien —recogí mis cosas—. Entonces nos vemos mañana.
—Si.
—Paso por tí.
—No, mañana tengo que hacer algo y luego se te hace tarde pero mejor nos vemos en la prepa va.
—Te esperare en el estacionamiento.
—De acuerdo pero si no llegó pronto te vas al salón.
—Ok, te amo, nos vemos mañana —dije y la bese.
—No se te vaya a olvidar el trabajo.
—Claro que no princesa.
—Lo volvi a abrazar y a besar—. Me puedes avisar cuando llegues a tu casa por favor.
—Claro que si mi niña.
—Pero me llamas por favor que no se te olvide.
—No se me olvidara ok —volvi a besarla y sali de allí.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora