CAPITULO 17

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Llegue al estacionamiento subí a mi coche y me fuí directo a casa, creo que hoy era uno de los peores días de mi vida. Llegue a mi casa y me acoste un rato en verdad no me sentia bien, pero tengo que mantenerme así que en cuanto se llego la hora de trabajo me fui a la cafetería.

Durante todas las clases no estuve tranquilo, necesitaba saber de Madison así que terminando las clases fuí a mi casa por unos papeles y de ahí me fuí a la empresa a reportarme, pasando un rato, fuí a la cafetería a ver si Madison había ido a trabajar, y si ahi estaba.

—Hola Patrick.
—Hola Mario, ¿buscas a Madison?.
—Si.
—Madí ven por favor. —dije en un tono alto para que me escuchará.
—¿Que pasa?.
—Madison podemos hablar.
—Ahora no Mario por favor. —no me sentía bien y si hablaba con Mario volvería a llorar.
—Pero...
—Por favor Mario, ahora no.
—De acuerdo hablaremos luego okay.
—Si, gracias por entender Mario.
—No pasa nada, nos vemos luego. —dije y regrese a la empresa.

—Porque lo trataste así.
—Patrick no tengo ganas de hablar además hay mucha gente.
—Esta bien.

Sali de la cafetería y me fuí a casa, estaba demasiado cansada, apagué las alarmas de mi celular ni de chiste pensaba ir mañana a la prepa de por si todos intentan hacerme la vida imposible, aveces pienso que sería mejor salirme de ese lugar.

Al día siguiente me desperté temprano me aliste y me fui a la prepa pues queria hablar con Madison sobre algo, pero no pude puesto que Madison no se presentó, los profesores me preguntaban que si sabía porque no habia asistido a clases y yo solo negaba, le marque varias veces jamás contesto.

Estaba atendiendo una mesa y me entró una llamada de la prepa de Madison y le dije a una de las chicas que terminara de atenderlos en lo que yo contestaba la llamada.

—Hola tío ¿como estás?
—Muy bien Patrick ¿y tu?
—Bien, ¿paso algo con Madi?
—Pues si, pero antes de hablar de ella, quiero decirte que tu mamá tiene muchas ganas de verte.
—Tío se que es tu hermana y que es la mujer que me dio la vida, pero ni de chiste ire a verla, nunca le voy a perdonar lo que hizo.
—Pero Patrick...
—Tío no, élla y mis hermanos no se merecen nada de mí, como seres humanos son una basura.
—Bueno es evidente que no vas a perdonar a tu madre y no te juzgó lo que hizo estuvo muy mal, pero mejor pasemos al tema de Madison.
—Dime que paso con élla.
—Bueno, Madison lleva una semana sin poner atención a clases, ayer se salió a mitad de dos de sus clases y no regreso al resto de ellas y hoy no se presento.
—Okay yo hablaré con élla ahorita que llegue a trabajar.
—Hazlo por favor, que de lo contrario me tocara ponerle una sanción por su mal comportamiento.
—Bien, nos vemos luego tío. —colgué, esta niña me va a escuchar en cuanto llegue.

Terminaron las clases y fui directo a la empresa pero no estaba a gusto sin saber porque Madison no fue a la prepa en toda la semana, asi que como siempre iría a pedirle permiso a mi papá para salir por un rato.

—Papá ¿podemos hablar?
—Claro.
—Puedo ausentarme un rato.
—Mario no quiero ser aguafiestas pero a que sales tanto, no me molesta eres joven y no tienes necesidad de estar trabajando aún pero eres dueño de la empresa también, cuando me retire tu te quedaras con ella, tienes que tomar la responsabilidad que tu mismo pediste y atender tus asuntos aquí. Hijo todavía ni revisas lo que tienes que hacer y ya te quieres salir, okay quieres un café vas lo compras y te regresas pero no te estas esperando una hora o dos horas.
—En pocas palabras no puedo salir hasta que llegue mi hora de salida bien. —dije molesto y mi papá lo noto y mi celular empezo a sonar, tenia la esperanza de que fuera Madison o alguno de los chicos para darme noticias sobre élla, pero no era nada mas y nada menos que mi ex novia.
—Contesta Mario Alberto.
—¿Eso también lo vas a controlar papá? —dije caminando a la puerta.
—Contesta aquí adentró que después de que termines tu y yo hablaremos.

—Conteste—. ¡¿Qué quieres?! maldita sea te dije que no me buscaras.
—Quieras o no seguimos siendo novios cariño.
—Mikaela deja de colmar mi puta paciencia yo termine contigo.
—¡Pero yo no así que te aguantas!
—¡Estás loca! —colgué y enseguida me entro una llamada de Mauco.

—Mauricio dime por favor que ya saben donde esta.
—No tenemos ni idea, a la cafetería tampoco se a presentado a trabajar. —Puse el altavoz ya que Sebas me lo pidió.
—Parce, el portero nos dijo que Madison sale en la mañana como a las seis y regresa hasta la noche como a las once.
—Okay.
—Mario estas muy alterado tu tono de voz lo dice todo. —comento Nath.
—Una semana sin saber donde está, voy a su departamento y no abre no a ido ni a trabajar como quieren que este.
—Entonces aceptas que te enamoraste de élla. —dijo Ruiz.
—Si, si me enamoré de élla okay.
—Bro tranquilo la vamos a encontrar. —dijo Juanpa.
—Es que esta en el departamento y el portero lo sabe no se porque no quiere abrir.
—Mario y porque no vienes e igual y todos juntos podemos hacer algo y sirve que te calmas un poco. —sugirió Saak.
—No puedo, mi papá no me dejo salir de la empresa.
—¿Porque no? —pregunto Mau.
—Yo que se, nos vemos mañana en la prepa. —dije y colgué.

—Mario siéntate vamos a hablar.
—No mejor me voy a trabajar.
—Es sobre tus estudios.
—Voy bien en la prepa okay, tengo que hacer cosas. —dije caminando a la puerta.
—Te vas a ir a Los Ángeles a estudiar Mario.
—Pare en seco al escuchar eso y me regresé—. ¡¿QUE YO QUE?!
—Mario baja la voz.
—Yo no me voy a ir a ningun lado.
—Eso crees tu.
—No me puedes obligar a nada, ya no vivo en tu casa no soy tu responsabilidad.
—Pero...
—Me mantengo de tu empresa, eso es lo que ibas a decir.
—Mario...
—No, no y no, eres mi papá y te quiero mucho pero no voy a dejar que decidas sobre mi vida ok.
—Eres menor de edad aun Alberto, claro que sigues siendo mi responsabilidad y desde luego que puedo decidir lo que es mejor para tí.
—Desde que me sali de tu casa, has querido saber el porque de mi decisión ¿no?. Bueno la razón es porque no voy a permitir que me conviertas en tu títere tengo derecho a decidir lo que quiero hacer.
—Lo siento mucho pero ya esta decidido.
—Pues no se como le vas a hacer porque yo no me voy a ir a Los Ángeles. —dije y caminé a la puerta nuevamente.
—Mario...

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora