CAPITULO 41

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Le quite las llaves a Leo y sali rápido y Mario tras de mi, hice como si no lo escuchará y abrí la puerta del coche y él la cerró, lo mire a los ojos.

—Me das permiso por favor.
—Tu y yo tenemos que hablar.
—No gracias, no se me antoja escuchar como te divertías jugando con mis sentimientos.
—Madison yo no estoy jugando, élla es mi...
—Tu novia, solo déjame en paz y eres un estúpido, quedaste de verte aquí con élla ¿no es cierto? Porque allá viene élla, si querías que fuera yo quien los atendiera y ver como se burlan de mi dejame decirte que eso no va a pasar, te odio Mario, jamás te voy a perdonar. —dije llorando, lo quite de la puerta y subí al coche.
—¡Madison élla no es mi novia entiende!. —dije ya con lágrimas en los ojos.
—¡Quítate imbécil o te paso por encima!.
—¡Dále!, ¡no me voy a quitar de aquí!
—¡Quítate Bautista!, ¡quítate por favor!
—¡No! ¡tenemos que hablar asi que bájate del coche!
—¡Quitate Mario!, ¡voy a acelerar!
—¡Acelerale!, ¡no me importa!
—Puse en marcha el coche—. ¡Ya quítate ldiota!
—¡No! ¡ya Madison bájate vamos a hablar!.
—Mario no se quitaba, así que aceleré un poco.

Mikaela me jalo y me abrazó y le dijo adiós a Madison y esta arrancó.

—Amor que espectaculo estában dando, no te quiero serca de élla.
—¡Ya cállate! —dije separándola de mí.
—¿Amor porqué lloras? ¿tanto te duele que esa mosquita muerta se molestara contigo?
—Élla no es ninguna mosquita muerta, élla es MI novia, y es mucho mejor que tu en todos los aspectos Mikaela y a élla si la amo.
—Mario... Eres un idiota —dije y le di una bofetada al escuchar lo último.
—Si no puedo arreglar las cosas con élla no te lo voy a perdonar nunca, eres lo peor que pudo haber pasado en mi vida, no se como fui tan ciego y estúpido y pedirte que fueras mi novia eres... Éres tan malditamente miserable, solo piensas en ti y en lo que tu quieres pero no piensas en que estas destruyendo a los demás.
—¿Mario como puedes decirme eso?
—Quiero que me dejes en paz.
—No.
—Estába intentando controlarme creo que nunca en mi vida había llorado por problemas con una novia, quería ahorcar a Mikaela solo causa problemas—. Eres peor que un maldito dolor de cabeza, no te quiero serca de mi entiendes y si no ponme a prueba y juro que pongo una denuncia en tu contra por acoso.
—Mario.
—Déjame en paz —limpie mis lágrimas y entre a la cafetería y me dirigí hasta el mostrador.

—¿Quien es esa chica con la que estabas discutiendo? —pregunto Patrick.
—La loca de mi ex.
—¿No pudiste hablar con Madison verdad? —ni porqué vi todo el show que hicieron.
—No Leo.
—Mario tranquilo.
—Como voy a estar tranquilo Patrick tu hermana es muy difícil y tu mejor que nadie lo sabes, por lógica si le estoy diciendo que Mikaela es mi ex novia, élla debería dejar que le contará como estan las cosas,  pero no, prefiere decir que yo estoy jugando con élla.
—Bueno tienes razón.
—Me das dos cafés uno normal y otro cargado por favor.
—¿Vas a tomar café así como estás? ¿quieres ponerte peor de lo que estás?
—Solo dáme los cafés, se me esta haciendo tarde y si llego tarde a la junta papá me matará.
—¿No quieres un té mejor? —pregunto Leo.
—Quiero el café.
—De acuerdo.

Llegué a mi departamento en verdad me sentía mal, porque me tuve que enamorar de Mario. Subi a mi habitación y me acoste en la cama, no podía dejar de llorar.

Después de que Patrick y Leo me entregarán los cafés, me fui a la empresa, le entregue un café a mi papá y me fuí a mi oficina, después de un rato entramos a la sala de juntas y planteamos ideas y descontentos, termino la junta y de nuevo regrese a la oficina en realidad no estaba haciendo nada, pero cuando me marcaban los chicos les decía que luego les marcaba porqué tenía mucho trabajo, a la hora de la comida mi papá entro a la oficina.

—¿Hijo irás a comer a la casa?
—No papá tal ves después.
—Bien.
—Me saludas a todos.
—Claro.
—Bueno.
—Mario...
—¿Si?
—Puedes retirarte.
—¿De que hablas?
—Te daré vacaciones de acuerdo, desde este instante, ahora que regresaste la empresa va de maravilla, pero mereces vacaciones, igual y si llega a haber algun problema yo te hablaría.
—¿Estás seguro papá?
—Si Mario.
—De acuerdo, gracias, pero hoy tomare todo mi horario.
—Mario, no hay pendientes hable con tu secretaría.
—De acuerdo me ire a casa.
—Bien, no quiero regresar de la comida y saber que sigues aquí.
—De acuerdo, oye a que tiempo se extienden mis vacaciones.
—Regresarás a trabajar el mismo día que regreses a clases.
—Ok.
—Bueno me voy ¿enserio no quieres venir a comer con nosotros?
—Enserio papá.
—¿No pudiste arreglar nada con Madison cierto?
—Mikaela llegó a la cafetería y si las cosas estaban muy mal élla las empeoró muchísimo más.
—Tu ten fé, se que podrás arreglar todo con Madison.
—Creo que si conocieras a Madison en su plan original estarías con un problema existencial igual al mío o peor, élla no me perdonará.
—Tienes al Ángel guardian más entrometido del mundo hijo, desde luego que él se encargará de interceder por tí.
—¿De que hablas?
—Ya lo verás, ¿estarás en tu casa? O ¿te iras con tus amigos?
—No, que flojera, estare en la casa, la verdad no tengo ganas de hacer nada.
—De acuerdo, bueno me voy se me hace tarde y ya ves como es tu mamá.
—Si, nos vemos luego.
—Mario solo no vayas a cometer ninguna tontería.
—A que te refieres.
—Tu sabes a que me refiero.
—Ok, bueno ya véte o mamá se enojará.
—Nos vamos, quiero ver que salgas de la empresa.
—Bien —tome mi sudadera, mi cargador, llaves y billetera y salimos directo al estacionamiento, cada quien subio a su coche y se fue a su casa.

—Hola familia.
—Hola cariño, ¿y Mario?
—No quizo venir.
—¿Porqué? —pregunto Jan.
—Porqué Mikaela llegó ayer de Los Ángeles y fue a la prepa de los chicos, en fin no le entendí muy bien a Mario, pero Mikaela le hizo creer a Madison que élla y Mario aun son novios y Madison no quiere saber nada de Mario.
—Oh.
—No quiero imaginarme como se está sintiendo mi niño.
—También tenemos que entender a Madison. —dijo el padre de Mario.
—Si, ¿pero Mario ya intento hablar con Madison? —pregunto Jan.
—Ayer y hoy pero no consiguió nada, más que hacer un espectáculo que no dudo ni tantito que mañana estará en los periodicos y revistas más importantes de el país.
—Tu solo pensando en él que dirán. —dijo la madre de Mario un poco molesta.
—No, no lo digo por eso, a mi me vale a fin de cuentas peleas, discusiones y desacuerdos hay en todas las parejas, yo lo digo porque uno de los chicos de limpieza grabo todo para enseñármelo, Mario y Madison se estaban gritando en la calle y Mario termino parandosele enfrente del coche a Madison y Madison daba pequeños arrancones para que Mario terminara quitándose pero no lo hizo hasta que Mikaela lo quito.
—¿Enserio? —preguntaron ambos.
—Si, bueno creo que lo mejor sera pasar al comedor, hoy si muero de hambre.
—Tienes razón Carlos.
—Oye papá ¿Mario estará en la empresa?
—No, le di vacaciones, pero dijo que hoy se la pasará en su casa.
—A bueno, talves mas de rato yo vaya a hablar con él.
—Creo que lo necesita.

Llegué a casa, deje mis cosas en la mesita de centro y fuí a el pequeño bar que tengo y saqué una botella de wisky.

—Jóven ¿se encuentra bien?
—Si Felicia.
—No creo que tomar lo vaya a ayudar con sus problemas.
—Solo es un trago.
—Si usted lo dice, ¿quiere que le prepare algo de comer?
—No, gracias.
—De acuerdo. —dije y empece a caminar asi a la cocina pues iría al jardín a ver que estaba haciendo Nando.
—Felicia.
—Si —dije y regrese asi a donde él estaba.
—Tu y Nando ya comieron.
—Si.
—¿Segura?
—Si, pero si no me creé, puede preguntarle a Nando ya ve que es bien chismoso.
—Yo solo reí—. De acuerdo te creeré, puedes retirarte.
—Gracias.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora