QUÉDATE A MÍ LADO

CAPITULO 49

—Le dire a Madison que me toco cuidarte muy bien porque se te iban los ojos con las chicas que estaban en el antro.
—Bueno tu quieres que me cuelgue o que —dije riendo.
—¿Porque?
—Diana Madison se enoja en un dos por tres —dijo Juanpa.
—Y no dudes ni tantito que ya este pensando que tu y Mario le estan biendo la cara —dijo Saak.
—¿Eh? ¿porque? ¿que hice? —pregunto Mario.
—No la has observado, osea desde que tu y Diana se empezaron a ver y a reirse de la nada, Madison se puso seria, creo que esta enojada te va a matar Mario
—No, no, Maria Laura mejor callate me pones nervioso.
—Uy parce le tienes un miedo a Madison —dijo Sebas riendo.
—Esque si da miedito cuando se enoja.
—Encerio es tan como decirlo, em impulsiva, creo seria la palabra.
—Casi lo arrolla tu dime.
—Woow mejor le digo la verdad.
—Jajaja no quieres ver a Mario muerto
—Obvio no

—¿Porque no quieren ver a Mario muerto? —pregunte entrando a el comedor— no mas bien dicho ¿porque dicen que Mario va a morir?.
—No por nada —dijeron todos.
—Jumm, a caso me ocultan algo.
—Obvio no —dijeron todos.
—No es nada mi amor —dije e intente darle un beso en la mejilla pero élla se retiro.
—Bien chicos el desayuno esta listo —dijeron Nath y Lelé.
—Tengo que hacer algo.
—¿No desayunaras primero?—Pregunto Nath.
—Se me quito el hambre
—Pero si dijiste que te morias de hambre —dijo Lelé.
—Creo que la manzana que me comi me espanto el hambre, bueno provecho, yo subire a la habitación.
—Madison, ven vamos a desayunar no te puedes quedar así, además tienes que decirme que tienes estas muy rara desde ayer.
—No tengo hambre Mario, y no me hables de actuar raro que si a esas vamos, todos lo estamos haciendo—salí de el comedor y subí a la habitación
—Chicos... —dije poniendo mi mano en mi frente.
—La cagamos —dijo Paisa.
—Mario en cuanto termines de desayunar, subes a hablar con élla —sugirió Saak.
—¿Yo porque? si ustedes empezaron esto.
—Talvez porque es tu novia. —dijo María Laura.
—Me va a mandar a freír espárragos y lo que menos quiero es pelearme con élla porque seguro que está vez si me termina, y luego están sus hermanos los cuales me dijeron que si yo le hacia algo a Madi se las pagaría.
—Bien yo fuí la que empezo yo hablare con élla —dijo Diana y todos optamos por mejor desayunar y dejar el tema a un lado, pero encerio espero no tener problemas con Madison.

—Hola Madison ¿que tal la estas pasando?
—En realidad quiero regresarme a México.
—Madí si apenas llegaron ayer.
—Si pero no estoy agusto Clarisa.
—¿Porque?
—No lo se, solo no estoy agusto.
—Ok y cuéntame, duermen separados hombres de mujeres o cada quien con su pareja.
—En parejas.
—Madison no crees que el que no te sientas cómoda es porque te toco dormir con Mario.
—No lo creo, osea como te explicó, desde que entramos a la casa no me senti cómoda y aun no sabiamos como nos acomodariamos, pero en fin si te llame es por que ocupo que me des un consejo no se que hacer.
—¿Con que?
—Esque ayer todos se fueron de antro y yo me quede a dormir y hoy Mario y una amiga de Juanpa y Lelé estan muy raros, solo se miran y se empiezan a reír y agg me da coraje siento que tuvieron algo que ver y me estan queriendo ver la cara de estúpida.
—Madison no creo, talves algún incidente gracioso hubo en el antro.
—No lo creo.
—Mira no creo que Mario sea tan estúpido como para meterse con otra teniendote a tí.
—Pues yo siento que Mario y élla se atraen.
—Cuñis por favor no, creeme que la desconfianza y los celos no te van a ayudar.
—Y que hago, no me puedo sacar eso de la cabeza.
—Pídele a Mario hablar a solas y ya tu le preguntas que es lo que se traen entre manos él y la chica.
—De acuerdo.
—Bien, te dejo que ya va a llegar Patrick.
—Te hablo luego.

Paso un rato y todos terminamos de desayunar y de nuevo los chicos estaban recordando como es que Diana me retiraba a las chicas, y yo no quise subir a hablar con Madison porque talves terminaríamos mal, pero lo haré mas de rato pues evidentemente no puedo dejar las cosas así y solo por una tontería.

Después de terminar de hablar con Clarisa decidí bajar a la cocina por un vaso de agua y los chicos traían un escándalo y me quedé escuchando lo que decían.

—Pero no creo que Madison este enojada —dijo Ruiz.
—No la viste o escuchaste esta enojada —dijo Saak.
—Bueno pero no hay motivos como para que se enoje.
—A ver Lelé tu que pensarías si Juanpa se sonríe con otra chica y no sabes ni porque y para el colmo Juanpa le sonría con esa sonrisita coqueta. —preguntó Nath.
—No lo sé, creo que si me enojaría pero igual y creo que le pediría de inmediato una explicación.
—Ay ya, total yo voy a hablar con ellá y le voy a decir la verdad, que Diana solo estaba ayer ayudandome con siertas chicas molestas y que de eso nos daba risa hace rato y punto.
—¿Crees que te crea? —preguntó Paísa.
—Tiene que, no le estoy mintiendo, y ustedes están de testigo y ellá sabe que Maria Laura no le mentiría.
—Buen punto —dijo Paisa.
—Pero y si no nos creé —pregunto Maria Laura.
—Cállate Laura no digas eso, si Madí no nos creé sera mi fín —dijo Mario preocupado.

—Decidí entrar a la sala—. Mario ¿no viste mi cargador?
—Si, está en mi maleta, es que se me quedo el mío y tome prestado el tuyo.
—Ah ok.
—¿Lo ocupas?
—No, nada más que no lo vi en el buro.
—OK.
—Bien chicos ¿a dónde saldremos hoy? —pregunto Mauco.
—A dar un tour por la ciudad ¿que les parece? —dijo Juanpa.
—Excelente —dijeron todos.
—Ok, entonces tomemos lo que vamos a ocupar y nos vamos.

Casi todos subimos a las habitaciones por celulares, cámaras y billeteras o una pequeña mochila, en fin yo estaba buscando en mi maleta unos lentes de sol y Mario estába buscando una gorra y lentes que ponerse.

—¿Amor?
—Mande.
—Estás molesta conmigo.
—No Mario, ¿porque debería estarlo?
—No, por nada, es solo que hace rato te comportaste no se, como grosera ¿talvez?
—Ok.
—¿Es por como nos veíamos con Diana?
—No, pero si me gustaria saber de que se burlaban.
—Es que Juanpa le dijo ayer que yo tenía novia y que entre todos me ibán a estar vigilando, y como yo me puse a bailar con élla, en cuanto se me acercaba una chica Diana las veía raro y las corría, a unas chicas les dijo: "ni se le acerquen que no respondo".
—¿Enserio? —dije riendo levemente, me hubiera gustado ver eso.
—Si, aunque Juanpa estaba bromeando creo que Diana se lo tomo muy enserio.
—Si talvez.
—Me puedes decir porque estabas molesta.
—Abrace a Mario y el correspondió a mi abrazo recargue mi cabeza en su pecho—. Lo siento Mario, de verdad, lo que menos quiero es incomodar a todos con mi actitud, pero desde que llegamos no me siento del todo cómoda, yo se que estoy siendo exagerada pero de verdad estoy intentando no sentirme así.
—Amor debiste decírmelo desde que llegamos.
—No tenía caso es algo sin sentido.
—Parte de que te sientas así es porque compartimos la habitación.
—No eso no me incómoda.
—Bien, hoy daremos el tour por la ciudad, talves eso te haga sentir tranquila.
—Eso esperó.
—Bese su frente y luego baje a sus labios—. Vamos los chicos nos han de estar esperando.

—Carlos.
—Mande.
—He estado pensando las cosas y sabes me gustaría que adoptarámos a Felicia y a Fernando.
—Enserio quieres hacer eso amor.
—Si Carlos, son unos niños adorables y siento esa necesidad de cuidarlos y darles mi cariño, pero obvio necesito que los dos estemos de acuerdo.
—Mi amor yo encantado de que los adoptemos ok, no tienes de que preocuparte.
—Gracias Carlos.
—No tienes nada que agradecer, pero primero tenemos que hablar con Felicia y Nando.
—Tienes razón. —dije y voltee a donde estaban.
—Mamá verdad que si yo quiero puedo aventar a lo más profundo a Nando. —dije con el pequeño entre los brazos y el pataleaba mientras yo reía.
—Jan Carlo no, no seas grosero baja a Nandito. —en cuanto dije eso Jan bajo a Nando y el pequeño corrió hasta a mí. —Que pasó mi vida.
—Jan esta loco.
—Yo no diría eso enano —dijo Jan detrás de él pequeño y este me abrazo con miedo.
—Jan deja de asustar a Nando.
—Ya pues, vente enano te seguiré enseñando a nadar.
—No luego me llevas con los tiburones.
—Jan Carlo no lo asustes así, mi vida aquí no hay tiburones.
—Segura.
—Si Nando.
—Jan, mejor ve a buscar a Felicia quiero hablar con ellá y con Nando.
—OK mamá.