CAPITULO 35

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—Al parecer Clarisa ya estaba un poco más tranquila pero tenia su mirada en el piso—. Así que voy a ser abuelo.
—Si —conteste sollozando.
—¿Y porqué lloras? ¿a caso no te hace feliz saber que serás madre?
—Es que...
—Clarisa no estamos molestos de acuerdo, de hecho tu madre y yo ya sabiamos que esto podía llegar a pasar, además ya son grandes saben lo que hacen.
—¿Encerio no estan molestos?
—Claro que no mi amor, talves nos hubiéramos molestado un poco si estuvieran más chicos pero no paso. —dije y la abrace.
—Ves princesa, te dije que te estabas preocupado de más.
—Si.
—Te prometo ser la mejor abuela del mundo.
—Y yo el mejor abuelo.
—Aaah si a esas vamos yo seré el mejor papá del mundo. —todos reímos.
—¿Y bien que piensan hacer? ¿osea que planes tienen? ¿que han hablado? —dijo mi madre emocionada y yo solo volteé a ver a Patrick.
—Tenemos planes de vivir juntos. —hablo Patrick.
—¿Y a partir de cuando?.
—Si ustedes lo permiten desde hoy.
—Bien de acuerdo, dejen les cambio un poco los planes, es que esto va a ser difícil, que les parece si mejor se van a vivir juntos en una semana, es que dentro de una semana tenemos que viajar de nuevo y así no voy a ver cuando mi princesa se vaya.
—Papá...
—O si quieres verme llorar.
—Tu papá y sus actitudes de niño. —dijo mi madre riendo.
—Tu también vas a llorar.
—Ay, no, yo no quiero ver llorar a nadie.
—Entonces que opinan.
—Que entonces sera dentro de una semana —dijo Patrick con una sonrisa.
—Cambiando de tema, Patrick ¿como esta tu hermana? —pregunto la madre de Clarisa.
—Bien, esta muy feliz y a cambiado mucho su forma de ser.
—¿Aun no sabe que son hermanos?. —pregunto el padre de Clarisa.
—Si ya lo sabe, pero cuando se entero no me quería ver ni en pintura, hasta que Clarisa hablo con élla.
—Pues me alegro que todo este bien entre ustedes. —dijo el padre de Clarisa.
—Bien, chicos que planes tienen.
—En realidad ninguno mamá.
—Perfecto porque quiero pasar un dia con ustedes.
—Claro.
—Bueno yo los dejo, tengo que ver como le voy a hacer ahora que corrí a Rodrigo.
—¿Porque papá?
—Es que lo que ibamos a trabajar el es el que sabe más y pues bueno tengo que ver quien me ayuda.

—Volteé a ver a Patrick y él al parecer entendió lo que estaba pensando y solo asintió—. Papá conoces a la familia Bautista Gil.
—Claro que si hija, Carlos y yo estamos aleados pero su empresa va mal desde que su hijo dejó de trabajar con él y también estoy intentando ayudarlo, al principio cuando su hijo se fue, Carlos me pidio que no lo contratará pero Mario creo se llama nunca fue a pedir empleo a la empresa.
—¿Y no lo ibas a aceptar?
—Claro que si, pero pues no se apareció por ahí.
—Señor André, Mario esta trabajando de mesero en la cafetería, si quiere le puedo llamar quien quita y lo puede ayudar.
—Si me haces el favor  porque encerio no se que hacer.
—Claro.
—No crees que vaya a estar ocupado, porque si lo está mejor no lo interrumpas.
—No lo creo, de seguro esta con mi hermana, desde que se hicieron novios no quiere despegarse de élla, Madison dice que es su chicle favorito.
—¿Por? —preguntó la madre de Clarisa riendo.
—Es que desde que Mario la conocio no la dejo en paz hasta que hizo que le empezara a hablar.
—Ok, bueno pues si, si estan juntos que se traiga de una ves a Madi, y así pasamos un día en familia.
—Si, claro.

—Hola Mario ¿estas con Madison?
—Si acabamos de salir de la prepa, vamos a su casa.
—A hoy pasaste por élla.
—Si.
—Bueno, este pueden venir a casa de Clarisa.
—Si claro, ¿para que? ¿paso algo con Clarisa?
—No, élla está bien, pero su papá ocupa tu ayuda.
—Cosas de empresa.
—Si.
—Bueno, entonces en un rato nos tienes allá.

—¿Qué quería Patrick?
—Quiere que vayamos a casa de Clarisa...
—¿Porqué? ¿le paso algo a Clarisa?
—Déjame terminar de hablar —dije riendo.
—Bien. —dije riendo.
—El papá de Clarisa ocupa mi ayuda.
—¿Y yo que voy a hacer allá?
—No eso si yo no se, pero tenemos que ir ambos.
—De acuerdo.

Después de unos minutos llegamos a casa de Clarisa, todos estaban muy felices, al parecer el embarazo de Clarisa era una de las mejores cosas que había pasado en la vida de todos. Al ver a los padres de Clarisa vi que eran amigos de mis padres, eso me incómodo de principio pues estoy seguro que mi papá también había pedido que no me contratara en su empresa.

—Buenas tardes chicos, pasen tomen asiento —dijo muy amable el padre de Clarisa.
—Gracias, señor André, señora Rosalía, es un gusto verlos de nuevo —dijo Madison.
—Ya teniamos tiempo sin vernos —dijo Rosalía.
—Mario un gusto verte de nuevo, has crecido bastante.
—Gracias señora Rosalia.
—¿Como esta tu madre, tus hermanos?
—Muy bien, Daniel como siempre esta de viaje.
—¿Ya arreglaron todo con tu padre?
—No. —dije un poco incómodo.
—Eso quiere decir que no sabes nada de lo que esta pasando con su empresa.
—Se que tuvo un problema y que no fue nada grave o por lo menos eso me comento mi madre.
—Pues al parecer Carlos tampoco quiso decirle a Gloria que la empresa esta quebrando, tu padre necesita que estes ahí.
—Pués hay muchas personas que podrian ayudarlo.
—A puesto a cuanta persona se encuentra y dice que nadie se compara a ti, que sabías cada rincon de la empresa y cada detalle de todos los negocios.
—De acuerdo. Me comento Patrick que usted necesitaba mi ayuda.
—Si, espero que puedas ayudarme con eso.
—Trataré de hacer lo mejor posible. —dije con una sonrisa.
—Esa es la actitud, bién familia los dejamos estaremos en el despacho.
—De acuerdo —dijeron todos.

Mario le ayudó demasiado rápido a el señor André  a resolver las cosas que tenia que hacer de la empresa y pasamos un rato muy agradable, ya en la tarde Mario y yo pasamos a retirarnos.

—Madi, puedo saber porque lloraste cuando te despediste de los padres de Clarisa.
—Los padres de Clarisa me recuerdan mucho a los míos entonces no se me dio sentimiento.
—Entiendo.
—Mario.
—Mande.
—Prométeme por favor que vas a hablar con tu papá y van a arreglar todo.
—Madison no pue...
—Si puedes Mario, yo lo se, y no me gusta que estes distanciado de él, osea si cometio un error pero tienes la oportunidad de tenerlo de convivir con él.
—Ok, ok entiendo, te prometo que hablaré con él —dije tomando su mano y la bese.
—¿Puedes hablar hoy con él?
—Pero...
—Mario no pongas peros si.
—Madison. —dije tipo berrinche.
—Mario no eres un niño no hagas berrinche, no te estoy pidiendo un imposible.
—Es que...
—Ya Mario, lo prometiste y no veo el porque seguir posponiendolo, me parece injusto lo que haces, tienes a tus papás contigo puedes hablar con ellos, pasar días en familia, todo, pasar buenos ratos con ellos, nadie sabemos lo que va a pasar ok, y espero en Dios que nunca pase pero si no arreglas las cosas con tu papá, un día que te llegue a faltar te vas a arrepentir Mario.
—De acuerdo. ¿Que vas a hacer ahorita que te deje en tu casa?
—Voy a cuidar a los hijos de una de mis vecinas, tiene que ir a una reunión muy importante y me ofrecí a cuidar a los niños.
—Ok.
—Enserio quiero que arregles todo con tu papá.
—Lo haré.
—Mario pero de verdad que sea hoy porqué si no lo haces me voy a enojar contigo.
—Bien ya me quedo claro amor.
—Bueno. —pasaron unos minutos y llegamos a el fraccionamiento.

—Bien nos vemos mañana va.
—Claro que si princesa.
—Te vas con cuidado.
—Si, paso mañana por tí.
—De acuerdo. —le di un beso y baje del coche. 

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora