QUÉDATE A MÍ LADO

CAPÍTULO 48

Salí de la cafetería un tanto cansada, así que me fui directo a casa, llegué y me acosté en el sofá y me quedé dormida.

En la tarde le estuve marcando a Madison y no me contestó, le marque a Patrick para preguntarle por ellá, pero me dijo que Madison no quiso dirigirle la palabra en todo el día, pero que había terminado muy cansada, así que decidí ya no molestar a Madi, ya mañana en la mañana la sorprendere en su casa.

Desperté gracias a que alguien tocaba con insistencia mi puerta, me dolía el cuerpo horrible, creo que dormir en el sofá no es tan buena idea después de todo, me levante y fui a abrir la puerta, y sorpresa, ahi estaba Mario fresco como lechuga, en este instante quisiera ser él.

–Buenos días princesa.
–Para ti nada más, porque para mi es todo lo contrario, además ¿que haces aquí tan temprano?.
–¿Sigues enojada?.
–No.
—¿Entonces?
—No dormí bien, llegué y me avente al sofá y me quedé dormida, desperté ahorita que tocaste.
—Que alivió, por un momento pense que estabas molesta por lo de ayer.
—A decir verdad no me gusta que decidan por mí, yo ya había tomado una decisión.
–Amor escúchame –dije y la tome del rostro con delicadeza haciendo que me mirará fijamente–. Yo se y estoy consciente de que el problema no es que tengas que dejar de trabajar por unos días o que tengas que salir del país, yo se que es por el ambiente a ti no te gusta salir de fiesta o de compras, y estár en lugares con demaciada gente y ruido sobre todo, pero encerio prometo que haré bueno aremos que te la pases muy bien, se que los chicos también quieren verte feliz y que te sientas cómoda y tranquila, además salir de la rutina no es tan malo como te lo estás imaginando.
–Yo no me lo estoy imaginando, pero ya hasta mis hermanos me obligaron así que no me queda de otra más que relajarme y hacer un esfuerzo por pasarla bien.
–Esa actitud me gusta.
–¿Ya desayunaste?.
–No, de hecho venía a invitarte a desayunar.
–Ok, tengo una mejor idea.
–¿Cuál?
–Y si preparamos algo y desayunamos aquí.
–Me encanta esa idea. –dije y la besé.
–Si. Vente.

Fuimos a la cocina, preparamos el desayuno y entre los dos pusimos la mesa, para posteriormente sentarnos a desayunar. Terminamos nuestro desayuno y entre los dos limpiamos la cocina, después subímos a mi habitación pues veríamos una película, en lo que Mario veia que películas ver yo opte por darme un baño. Salí de la ducha me cambié y salí, Mario estaba hablando con Juanpa.

–Si Juanpa, nos vemos en un rato, le avisas te a los chicos ¿verdad?.
–Si.
–Bueno, adiós.

–¿Qué pasó amor?
–Juanpa fue el que se encargo de comprar los boletos para todos y le acaban de avisar que el vuelo se adelantó y sale a las tres de la tarde.
–OK.
–¿Ya tienes tus maletas listas?
–No.
–Te ayudo a empacar en tonces.
–OK.

Terminamos de empacar, vimos unas cuantas películas y después nos fuimos al aeropuerto.

–Wuuuu llegamos a Los Ángeles. –grito emocionado Juanpa.
–Si, si, si, ¿donde nos vamos a hospedar?
–¿Cómo que dónde Saak? obvio en mi casa.
–En tu casa Juanpa, ¿que casa?
–Una que compró mi papá, nos la presto, así que vamos.
–OK, vamos –dijeron todos.

Paso un rato y llegamos a casa de Juanpa, debo admitir que es hermosa, los chicos estaban viendo a donde saldríamos mas de rato pero no podían ponerse de acuerdo. Juanpa nos dio una habitación a cada quién y Mario llevo a la que seria nuestra habitación las maletas de ambos, me sentía incomoda pero no se lo daría a saber se que solo estoy exagerando.

—¿Amor te encuentras bien?
—Si Mario.
—¿Entonces? Te noto incomoda, ¿es por que dormirémos juntos? Porque si es por eso, puedo pedirle a Juanpa que nos preste otra habitación para que duermas ahí.
—No Mario, solo estoy cansada, hace años que no viajaba en avión, solo me siento cansada.
—OK.
—Crees que me pueda, acostar a dormir ya.
—Claro que si princesa —dije, me acerque a ellá y la besé.
—Iré a ponerme la pijama.
—OK. —alguien toco la puerta y fui a abrir.

—Mario los chicos y yo optamos por salir a ver que hacemos, talvez vayamos a un antro o algo, ¿no vienen?
—Vayan ustedes, yo aquí me quedo, estoy muy cansada. —dijo Madison.
—No te voy a dejar sola.
—Mario, no me pasara nada, además el propósito de venir acá es para divertirnos ¿no?
—Pues si pero...
—Pero nada, el que yo esté cansada no tiene porque limitar te a ti, de que te diviertas, ya mañana saldré yo con ustedes.
—Andale Mario, Madison tiene razón.
—Pero...
—Mario no me va a pasar nada ok.
—Bien, no te enojes, Juanpa deja solo me cambio y ahorita bajo.
—OK, te apuras, solo faltas tú.
—Bien.

Busque ropa, me di una ducha rápida y me cambié, salí de el baño y Madison ya estaba acostada pero seguía despierta, no me agrada mucho la idea de irme a divertir y que ellá se quede aquí sola.

—Amor y si mejor me quedo aquí contigo.
—Mario voy a estar bien.
—OK, pero cualquier cosa me llamas de acuerdo.
—De acuerdo, anda ve, los chicos te están esperando.
—Bien, descansa.
—Mario solo te voy a pedir algo.
—¿Que cosa?
—No se te ocurra meterte con otra chica.
—Princesa, eso no va a pasar, solo quiero estar contigo ok.
—Bien, tengo ojos por todos lados ok, así que me daré cuenta si le coquetas a alguien.
—OK —dije burlandome me hacer que a ellá y le di un besó.
—Ya vete te están esperando.
—Ya voy.
—Puedes apagar la luz antes de irte.
—Claro.

Tome mi billetera y celular, apagué la luz y salí de la habitación.

—Valla hasta que bajas.
—Uy disculpen ustedes.
—¿Y Madison?
—Me dijo que estaba cansada y se acostó a dormir.
—Que raro. —dijo Lele.
—Bueno, ya tenía mucho que no viajaba en avión y bueno el viaje la canso.
—Bueno, en eso tienes razón Mario. Bueno vámonos.—dijo Juanpa.

Fuimos a un antro por suerte allí no piden identificaciones, estube bailando con una amiga de Juanpa y Lelé que es muy divertida además de que me hacía el gran favor de retirar a las chicas que se me hacercaban y solo me decía "cuidadito con ver a otra chica tu tienes novia", eso me parecía gracioso además de que no tenia porque repetirme que tengo novia, yo lo se y sería un completo imbécil si me fijará en alguién más, una ves que todos estaban pasaditos de copas, pedí un uber y le di la dirección. Llegamos a la casa después de un rato, les pedi a los chicos que no hicieran ruido cuando entrarán, les abrí la puerta y regrese a pagarle al del uber, me adentre a la casa y los chicos ya se encontraban subiendo a sus habitaciones, la amiga de Juanpa no podía ir se a su casa ya que sus padres no estaban y élla había olvidado sus llaves así que la lleve a una de las habitaciones que estába desocupada.

—Gracias Mario.
—De nada, que descanses.
—igualmente.

Sali de esa habitación y entre a la mía, Madí estaba dormida, fuí a el baño y me puse mi pijama, sali y me acoste pero un mal movimiento y desperte a Madí.

—Llegaste.
—Si, perdón por despertarte.
—No pasa nada. Te divertiste.
—Me hizo falta mi novia.
—Lo siento.
—No pasa nada, bueno vamos a dormir.
—Ok. —le di un beso a Mario y este me abrazo por la cintura y me quede dormida.

Desperte y eran las 10 de la mañana volteé al otro lado de la cama y Madison aún seguía dormida, se veía tan hermosa, sería un placer despertar todos los días con élla aun lado. Me levante con cuidado y me metí a la ducha, cuando salí Madí se encontraba arreglando la habitación.

—Buenos días amor.
—Buenos días Bau.
—¿Que tal dormiste?
—Muy bien, bueno ire a darme una ducha.
—Ok —termine de arreglarme y baje a la sala ya se encontraban ahí algunos de los chicos.

—Buenos días chicos
—Buenos días Mario
—¿Y los demás?
—Siguen dormidos, bueno excepto Juanpa, Lelé y Diana que se fueron al super a comprar algo para el desayuno
—Ok
—¿De que tanto te reías con Diana eh? —pregunto Mauco
—De como corría a las chicas que apenas y me decian hola
—Creo que se tomo muy encerio lo que le dijo Juanpa —dijo Paisa.
—Y si.

Baje y ya estaban algunos de los chicos ahí, de rato bajaron los demas y llegaron Juanpa, Lelé y otra chica, que se le quedaba viendo a Mario y los dos se reían ¿que paso aquí? No queria hacer preguntas talves y me estaba imaginando cosas que no son, entre a la cocina a ayudarle a Nath y a Lele a hacer el desayuno y Mario y la tal Diana se quedaron en el comedor con los demás.