QUÉDATE A MÍ LADO

CAPITULO 32

Ya era bastante tarde asi que llegue a mi casa le marque a Madison para decirle que ya había llegado y no se preocupará después de hablarle, fui a la biblioteca a imprimir el trabajo, lo puse en una carpeta, después tome mis cosas y subi a mi habitación, me puse mi pijama y me acoste a dormir. Estába feliz al fin Madison y yo somos novios esto es increíble mañana le contaré a mi mamá se que élla estará feliz por mí.

Hoy cerramos mas tarde la cafetería pues había mucha gente después de que Mario y Madi se fueron, después de cerrar fuí directo a casa de Clarisa y élla no me abría pero era obvio que estába en su casa pues las luces estaban encendidas.

—Amor abre, se que estás adentró.

Nunca me abrió y decidi hablarle a Madison y pedirle ayuda, aunque talves no me conteste pues ya esta dormida supongo.

—¿Patrick que paso? —dije medio dormida y tallandome los ojos.
—Perdón por despertarte hermanita.
—No pasa nada, ¿pero que se te ofrece?
—Puedes llamarle a Clarisa a ver si a ti te contesta esque estoy a fuera de su casa y no sale pero se que esta adentró.
—Bien, voy a marcarle y ahorita te regreso la llamada va.
—Esta bien.

Le marque varias veces a Clarisa y no me contestó, no quería hablar con Patrick porque luego se altera y creo que ya lo está, pero tenía que llamarle.

Patrick estaba afuera de mi casa gritando que le abriera pero no podia hacerlo, tal vez si él se entera de los resultados de aquellos estudios, decida terminar conmigo, no podía darle la cara, asi que decidi mandarle un mensaje para que se fuera a su casa.

—Patrick Clarisa no me contesta.
—Porque me hace esto. —dije molesto y preocupado, me llego un mensaje de élla—. Espera Madi, me acaba de mandar un mensaje.
—¿Que dice?
—"Amor perdón por no a ver te avisado nada, tuve que salir de emergencia y se me olvido avisarte".
—¿Crees que sea cierto?
—No lo se, bueno por lo menos me mando mensaje, te dejo perdón por despertarte.
—No pasa nada, nos vemos mañana.

Colgué y dejé mi celular en el buró, para mi que Clarisa le mintió a Patrick, mañana lo averiguaré, me acosté a dormir de nuevo.

—Le mande un mensaje de texto a Clarisa—. Me estás mintiendo, las luces de tu casa están prendidas, específicamente la de tu habitación.
—No estoy mintiendote Patrick, mi prima se quedo hoy en mi casa, tuvo una discusión con mis tíos y la dejé en mi casa ok.
—Y entonces porque no sale, estoy como loco gritando que salgas.
—De seguro trae audífonos y ella no escucha nada cuando trae audífonos le encanta subirle todo el volúmen.
—Voy a creerte, pero ¿cuando regresarás?.
—No lo se amor.
—Está bien.
—Adiós, vete a tu casa a descansar, en México ya es muy tarde.
—¿A dónde viajaste?
—No puedo decirte, adiós te amo. —colgué y me solté a llorar, soy tan cobarde, no puedo decirle no quiero que me deje.

Al día siguiente me levante muy temprano me arregle y me fuí a la prepa y espere a Madison en el estacionamiento en cuanto llegó la ayude a bajar de su coche.

—Te ves hermosa mi niña. —dije y le di un beso.
—Gracias, tu no te quedas atrás te ves guapisimo.
—Bueno entremos ya falta poco para entrar a clases.
—Si. Mario, después de las clases podrias irte a la cafetería y estar pendiente de tu celular por si te llamo.
—¿A dónde irás?
—A casa de Clarisa, lo que pasa es que Clarisa le dijo a mi hermano que había salido de emergencia pero yo no le creo, algo salio mal en los estudios que fue a recoger ayer y no quiere decirle a Patrick, entonces voy a ir a buscarla.
—De acuerdo.
—Si Patrick pregunta por mi no le digas a donde fuí por favor.

Después de clases Mario se fue directo a la cafetería y yo a casa de Clarisa, mala suerte quede atrapada en el tráfico.

—Mario ¿y Madison?
—Tenía cosas que hacer, dijo que si podía se presentaba mas tarde o en su defecto se quedaba en el turno de seis a once.
—¿Seguro?
—Pues eso me dijo élla yo no se nada.
—De acuerdo.
—Termine de ponerme el mandil y Patrick me hablo—
—Mario.
—Mande.
—Mira quien acaba de entrar.
—Volteé y era nada más y nada menos que mi padre junto con mi madre—. Puedes atenderlos tu o mandar a alguién por favor.
—Tu mamá Mario.
—Si ya se que mi mamá viene con él pero no quiero verlo.
—De acuerdo Mario, mandaré a alguién más.
—Grácias, oye si por algo mi mamá me habla solo ire a saludarla y me hablas.
—Mario te estás comportando como niño chiquito.
—Si lo se pero no quiero hablar con mi papá.
—Te ayudaré ok. —Mande a otra persona a atender a los padres de Mario y a Mario le toco atender una mesa serca de éllos entonces se acerco a su madre la saludo e ignoró por completo a su padre.

Llegué a casa de Clarisa y toque el timbre y no salía, iba a subir al coche e irme a la cafetería pero vi a un chico y se me ocurrio una idea.

—Hola, buenas tardes, ¿disculpa me podrías ayudar a algo?.
—Claro que si, ¿de que se trata?.
—Podrías gritar paquetería para la señorita Clarisa.
—Si, ¿pero porque?
—Es que la chica es mi cuñada pero no quiere salir.
—De acuerdo. —me parecía un poco gracioso el asunto pero decidi ayudar a la chica—. ¡PAQUETERÍA PARA LA SEÑORITA CLARISA!

Tenian rato tocando el timbre, no podia salir quizas era Patrick, de pronto tocaron de nuevo y gritaron "paquetería para la señorita Clarisa" y decidi salir.

—Mil gracias.
—No es nada, que tengas lindo día.
—Igualmente —El chico se retiró y la puerta se abrió.

—¡Madison! ¿que haces aquí?
—¿Que te paso? Te ves fatal ¿algo salio mal con tus estudios?.
—Madison vete por favor.
—O claro que no, me vas a contar que paso, porque eso de "tuve que salir de emergencia del país" sono mas falso que Carolina.
—De acuerdo, pasa. —dije sediendole el paso.
—Gracias.
—Te sirvo un vaso de agua o jugo.
—Jugo esta bien.
—Manzana o naranja.
—Manzana.
—De acuerdo, ahorita regreso.

—Era mi oportunidad así que le marqué a Mario—. Mario.
—¿Amor que pasó?
—Encarga tú la cafetería, no le digas nada a Patrick solo encargala y dile a Patrick no se que los ocupo o algo y vengan a casa de Clarisa.
—Ok, estás muy rara.
—Asi e sido siempre. —Clarisa iba saliendo de la cocina y colgué rápido.

—Escuché que hablabas con alguién ¿quien era?
—Mario, solo me llamo para preguntarme donde estaba, como no e llegado a la cafetería.
—Oh, te noto muy feliz.
—Lo estoy Mario y yo somos novios desde ayer.
—Felicidades —dije y la abrace— al fin paso.
—No exageres, pero no vine a hablar de mi, me dirás porque no quieres ver a Patrick.

—Patrick vamos —dije quitándome el mandil— necesito que me acompañes tu hermana nos necesita.
—¿Para?
—No lo se, solo dijo que era urgente.
—De acuerdo, solo le encargo a Leo que cuide la cafetería.
—Ya le dije yo, como siempre son a él o a Clarisa a quién dejas de encargados.
—De acuerdo vamos —me quite el mandil, y tome mi celular mis llaves y mi billetera.
—Sugiero que nos vayamos en tu coche, pero yo manejo.
—¿Por?
—Solo hazme caso.
—De acuerdo. — le di las llaves subimos al coche y Mario lo puso en marcha—. ¿A dónde vamos? ¿que le paso a Madí?
—No me dijo nada Patrick.
—Siento que estás mintiendo.
—Si como sea, no estamos muy lejos de dónde esta Madison.