CAPITULO 47

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Mario, Madison y yo estábamos charlando, cuando en la puerta principal se hicieron presentes mis hermanos, Leo los guió hasta nosotros, sólo espero que esto no me ocasione problemas con Madison.

—Hola chicos ¿como están? —pregunto Marco.
—Bien, hasta que llegaron ustedes. Bien Patrick, te dejo con tus hermanos para que platiquen tranquilos, ahorita mando a alguién a que tome su orden, Mario supongo que tu tabien tienes que hablar con éllos así que nos vemos después —dije y le di un beso y empecé a caminar y alguien me tomó del brazo.
—Oye, queremos hablar contigo.
—Pero yo no Axel, suéltame.
—Madison por favor —dijo Marco.
—Bien —Axel me solto, recogí un poco mi cabello y me pare firmé frente a ellos—. De acuerdo, escuchen bien ésto, no se preocupen, no les quitaré nada ok, pueden estár tranquilos con su vida llena de lujos, ahora me voy, ya llegue tarde, ya charle con Mario y Patrick ahora tengo que trabajar, cuídense no se me acerquen adiós —dije y empece a caminar de nuevo.
—Ey, no empieces por favor — dijo Patrick tomandome del brazo.
—Amor ¿recuerdas lo que me dijiste hace días? ¿cuando Jan y tu fueron a mi casa que saque a Mikaela del brazo?
—¿Que te dije? —Enserio no me acordaba y Mario me vio como pensando que me estaba haciendo la loca.
—Debería escuchar primero y juzgar después.
—Eso no aplica aquí.
—Si, si aplica así que vas a tomar asiento y vas a escuchar. —dije tomándola de la mano y llevándola a la mesa.
—De acuerdo, hablen rápido, tengo trabajo que hacer.
—Venimos a perdirte perdón. —Dijo Marco con seriedad.
—Ja, jaja,  que buen chiste.
—No es ningun chiste Madison. —dijo Axel y Madison se puso sería.
—A ver, a ver, ¿que es lo que quieren? Pero ya déjense de bromas que me están haciendo perder el tiempo y tiempo es lo que menos tengo.
—Madison no están jugando.
—A ver, Patrick, como demonios les voy a creer a este par, si desde que supieron de mi existencia me rechazaron y humillaron, dejaron que tu madre me hechara de mi propia casa.
—Madison, solo escúchanos ¿si? Y si en verdad no nos crees nos marchamos ok. —dijo Axel.
—No, y es mi última palabra.
—Amor, escúchalos.
—¿Mario de parte de quién demonios estás?
—En este caso de ambos.
—Ash. De acuerdo hablen.
—Gracias —dijeron ambos y tomaron asiento.
—Bien, Madison Axel y yo estámos muy consientes del daño que te hicimos ok, cuando mamá te saco de la casa, al principio nos causó gracia no lo voy a negar, pero empezaron a pasar los días y el remordimiento no nos dejó en paz, intentamos buscarte para por lo menos ver que estábas bien, pero nunca dimos contigo. —dijo Marco.
—Y no solo eso, Marco y yo entendimos que en realidad no era odio lo que sentíamos por ti, mi mamá nos metio tantas ideas en la cabeza, queria que tu pagarás por los errores que cometieron élla y papá, entonces como nosotros estabamos molestos por su separación a mamá le fue mas fácil mnipularnos.
—Pero...
—Estamos concientes de que no actuamos bien, pero Madison no te pido que recuperemos el tiempo perdido porque ese no se recuperá, mas si te pido que nos dejes estar contigo en lo que resta de nuestras vidas, se que a papá le hubiera gustado vernos juntos y nunca es demaciado tarde para remediar las cosas. —dijo Marco.
—No, no puedo aceptarlo.
—Por favor Madison danos una oportunidad. —dijo Axel ya suplicante.
—Amor no pierdes nada, todos merecemos una oportunidad y toma en cuenta que son tus hermanos.
—Mario... —porque me hace esto, porque no apoya mi decisión.
—Solo una oportunidad son tus hermanos. —Se que Madison quiere matarme por no apoyarla pero creo que ellos en realidad quieren tener a su hermana con ellos.
—Madison escucha a Mario, además ellos ya te explicaron —dijo Patrick.
—No me quedaba más que darme por vencida y aceptar, espero no terminar arrepintiéndome, si me hacen algo Mario y Patrick me las pagarán muy caro—. Bien les dare una oportunidad.
—Gracias —dijimos ambos y la abrazamos, creo que esto le quitara a Marco la enorme culpa que sentía por no a ver defendido a Madison de mamá.
—Me estan asfixiando.
—Lo sentimos —dijimos y nos separamos de élla.
—Bien, ya está todo bien, pero eso no quita que ustedes tengan algo de que hablar y que yo tenga que trabajar.
—Madi —Dijo Mario mirándome raro.
—Si, de hecho si tenemos algo muy importante de que hablar —dijo Patrick y los chicos lo miraron raro.
—Bien me voy. —dije y fuí directo a ponerme el mandil.

—¿De que tenemos que hablar? —Pregunto Axel.
—Tienen que ayudarnos a Mario y a mi a convencer a Madison de irse de vacaciones con Mario y sus amigos, élla nunca acepta vacaciones y creo que le hacen mucha falta.
—¿Y crees que nos escuché? —Pregunto Marco.
—Bueno pues creo que sera un poco mas fácil si nos unimos los cuatro.
—Bien intentaremos hablar con élla. —dijo Marco.
—¿Y por que no quiere vacaciones?
—No quiere perder de trabajar.
—De acuerdo entonces trataremos de hablar con élla —dijo Axel.
—Pues háganlo ahora que viene a si a nosotros —dijo Patrick.

—Oye, Madison —dijo Axel.
—Si.
—Queremos pedirte un pequeño favor. —dijo Axel.
—A ver, dejen llevo esto a la mesa que me lo pidió y ahorita vengo  con ustedes.
—De acuerdo. —dijeron todos.
—Si, no la convencieron ustedes, nosotros menos —dijo Marco.
—No perdemos nada con intentarlo —dijo Axel.

—Ahora si, ¿que ocupan?
—Siéntate —dijo Patrick.
—Ok. —dije con desconfianza—. ¿Qué se traen entre manos?
—Mario y Patrick nos comentaron que no te quieres ir de vacaciones con Mario y sus amigos.
—Ok, y tambien les dijeron el porque.
—Si, pero Madison tienes que divertirte.
—Si, chicos, no voy a cambiar de opinión.
—Madison yo le dije a los chicos que prepararan todo para mañana, en la tarde tomaremos el vuelo.
—Mario, no pueden obligarme.
—Bueno entonces no vayas pero no vas a trabajar.
—Patrick.
—Lo siento Madison pero necesito que te tomes unas vacaciones.
—Patrick por favor.
—No, Madison a ver, no puede ser que seamos cuatro los que estamos de acuerdo en que tienes que tomarte vacaciones. —dijo Patrick ya un tanto irritado.
—Lo que pasa es que ustedes se ponen en mi contra.
—No, no estoy de acuerdo contigo princesa —dijo Mario burlándose.
—Ey ya recorde algo, a Madison le dan miedo los aviones por eso no quiere ir a los Ángeles —dijo Axel.
—Axel cállate, tu no sabes nada.
—¿Eso es cierto Madi? —pregunto Mario.
—No, Axel solo quiere fastidiar.
—A bueno, entónces te propongo algo. —dijo Axel.
—¿De que se trata?
—Tu te vas a ir mañana a los Ángeles con los chicos y asi demostrarás que no le tienes miedo a los aviones, o alturas.
—Suena tentador sabes, pero no voy a caer en tu juego doble cara.
—Oye.
—Vamos solo es una forma de hacer que vaya con los chicos, Axel no soy una niña.
—Ya Madison, ni que fuera un delito divertirse, además si no aceptas, no te quitaras de encima a Axel, es muy enfadoso —dijo Marco.
—Ok, ok, me voy a ir a Los Ángeles, ya me van a dejar en paz, ¿si? Gracias, ahora con permiso tengo trabajo —dije y me levante para posteriormente ir a tomar la orden de una de las mesas.

—Creo que se enojo —dijo Axel.
—No creas, en serio se enojó. —dijo Mario
—¿Si? —pregunto Marco.
—Uff chicos, Madison se enoja hasta de ver pasar una mosca. —dijo Patrick.
—Bueno, sea como sea, ya me ayudaron a convencerla y se los agradezco mucho, pero yo paso a retirarme tengo que acompañar a mi hermano a hacer algunas cosas —dijo Mario.
—Ok, Mario cuidado con lo que haces con mi hermana ok —dijo Marco.
—¿Viste la nota no? —pregunto Mario.
—Vimos —aclaró Axel.
—Solo fue una ex novia loca ok.
—Bueno pero eso no quita, que si le pasa algo a nuestra hermana nos lo pagarás —dijo Marco.
—Relájate Marco —dijo Patrick riendo.
—Ya, encerio no dejaré que le pase nada a Madison —dije riendo.

—Ahora si que ni se les ocurra decirme nada más, es más si se me para Mario en frente lo voy ha ahorcar porque fue el que empezó con eso de ir de viaje.
—Madison tranquila.
—Esque Leo no se vale, porque no se enseñan a entender que un no es un no.
—Solo quieren verte feliz y que te diviertas.
—Soy feliz tan solo con tenerlos a ellos pero  creo que eso no lo entienden.
—Madison ya, no seas exagerada son unos días de vacaciones nada más.
—Si un mes fuera de México, crees que voy a aguantar, osea mi fuerte no es andar de fiesta de compras y todo lo relacionado a "divertise".
—Madison.
—Osea mi fuerte es llegar a mi casa cenar y aventarme a la cama a ver películas, aunque sea un rato.
—Bueno pues esta ves será diferente.
—Será horrible.
—No lo creo, pero si tu lo dices, por cierto creo que Mario ya se va porque se acaba de levantar de su asiento.
—Uy que no se le ocurra venir a despedirse.
—Madison.
—No, no digas nada, me voy a la cocina, si viene le dices que estoy muy, pero muy ocupada, a y que espero llueva y se moje.
—Jajaja, Madison estas loca.
—Callate. —dije y entre a la cocina.

—Bueno chicos me despiden de Madison, porque si me le acerco ahorita me mata —dije riendo.

QUÉDATE A MÍ LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora