6) Perdón

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-Harry, hora de irse a dormir.

-Hmm- Harry ya estaba medio dormido gracias a las caricias que Severus le había hecho en la espalda. En ese momento al chico le parecía que el cuerpo del profesor estaba hecho exclusivamente para que él lo abrazara, pues encajaban perfectamente, como dos piezas de puzzle.

No obstante, se espabiló y se separó con gran pesar del abrazo de Snape.

-Tu momento de hacerte el padre ya pasó, Severus- dijo con lentitud a causa del sueño.

Al hombre la simple verdad en esas palabras le impresionó, y más en boca de Harry. Había condensado en una frase (un poco hiriente pero para nada malintencionada) sus pensamientos hacia Harry hasta hacía un par de noches.

Luego lo pensó mejor y concluyó que intentar "hacer de padre" se le daba muy mal. Fatal. Peor que a su propio padre, al que siempre le había reprochado todo. Se recompuso de esas profundas reflexiones y resolvió el asunto con un banal:

-Cierto. ¿Y qué?

-Podrías ser un poco más flexible. No quiero dormir.

-Oh, vamos- Severus le pasó una mano por el pelo y luego le cogió suavemente por la mandíbula. -Si se te cierran los ojos del sueño. Debo de haberte dejado realmente agotado- añadió con un humor y una picardía extraños en él, pero Harry pareció no darse cuenta. Realmente no estaba prestando atención.

-No es verdad- dijo como un borracho al que le preguntan si ha bebido.

Severus decidió cambiar de táctica.

-Está bien, ¿entonces te apetece otra ronda?

-¡Sí, sí! Otra ronda- demandó el pequeño.

-De acuerdo, ponte de lado mirando hacia allá- Snape señaló con el brazo. Harry obedeció. El profesor hizo uso de las dotes de actor que le eran necesarias para ser un doble espía. -¡Hala! Es verdad, se me había olvidado- Harry lo observó con mirada interrogante. -Cierra los ojos, ahora te traigo una cosa muy interesante.

Y así, desnudo y descalzo como estaba, se bajó de la cama y salió de la habitación. Se quedó detrás de la puerta entornada, escuchando. La señal no tardó en oírse. Un ronquido.

-Como pensaba- murmuró Snape sonriéndose, y volvió a entrar sin hacer ruido. Se quedó un momento mirando al chico. Tenía el pelo húmedo y revuelto, su cuerpo brillaba a causa del sudor y le quedaban restos de semen en la barriga. Pero aún así (o puede que a causa de ello) estaba hermoso.

Se acostó a su lado después de deshacerse la coleta. A pesar de sus extraños horarios, él también tenía sueño. Había sido un largo día.

-Y una intensa noche- pensó satisfecho, sintiéndose de repente diez años más joven. Severus Snape se sentía de nuevo entre los vivos.

Así pues, sin preocuparse por nada más, los tapó a ambos con las sábanas. Se puso de costado, mirando hacia la espalda de su nuevo... ¿Amante? ¿Novio? Se estremeció al pensar esa última palabra. No era correcto con semejante diferencia de edad, pero aún así se sentía todo tan bien...

Severus besó el hombro desnudo de Harry, le abrazó por la cintura y, con esos pensamientos, se quedó dormido dejándose llevar por la lenta y pesada respiración de su alumno entre sus brazos.

***

A la mañana siguiente, un movimiento a su lado despertó a Snape. Por la ventana de la habitación, que debía dar (según los cálculos de Harry) al patio de Hogwarts, no entraba el sol directamente, pero se intuía el día.

-Ups, perdón. No pretendía despertarte- dijo Harry, girándose para mirarlo a la cara.

-No pasa nada- dijo Snape, bostezando y dándole un breve beso en los labios. -Normalmente me levanto pronto.

Antes de Tiempo /SNARRY/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora