Severus estaba pensando en lo rápido que pasaba el tiempo cuando algo malo estaba por llegar. Era la mañana del primer día de mayo, y el 11, Harry había pronosticado, sería la batalla. Suspiró, haciendo que el agua de la bañera en la que estaba metido hasta el cuello se alejara de él con danzas onduladas. Había dejado a Harry durmiendo y se había dispuesto a darse un baño.
Los últimos días (o las últimas noches) habían sido muy felices, casi las mejores de su vida. Harry y él prácticamente vivían juntos en sus habitaciones. Había encontrado en él a su cocinero, su peluquero, su ayudante de laboratorio... su compañero. Lo quería más de lo que creía posible querer a alguien. Harry lo ayudaba de todas las maneras, lo hacía sentir tan querido, tan admirado y cuidado, que a veces tenía la sensación de que en cualquier momento se iría flotando de la felicidad como un globo de helio.
Y todo eso podría volatilizarse tan solo diez días después. Severus tenía miedo. La perspectiva de la batalla, tan real y tan cerca, ahora lo agobiaba de verdad, sentía que el tiempo se evaporaba, que desaprovechaba cada efímero segundo que no empleaba en decirle a Harry lo mucho que lo amaba. Incluso la justa cantidad de tiempo que dedicaba a esa actividad le parecía incompleta e inservible.
Necesitaba tener la completa seguridad de que aquello no se iba a desvanecer dentro de diez días, de que Harry iba a estar bien. De que ambos iban a estar bien. Y juntos.
Pero sentía que se le escapaba entre los dedos. No era una persona optimista, siempre se ponía en lo peor, estaba en su naturaleza. Sentía que tenían muy pocas posibilidades de sobrevivir, e, incluso si sobrevivían, tendrían problemas.
Con esos deprimentes pensamientos estaba ocupada su mente cuando se abrió la puerta del baño. Entró Harry, completamente desnudo, y sin decir palabra le dio la espalda para dirigirse despreocupadamente al inodoro.
Severus no pudo más que observar embobado su espalda y sus nalgas mientras escuchaba el sonido del líquido cayendo, sonriendo cuando a sus oídos llegó además una melodía tarareada. Harry parecía de buen humor, e instantáneamente se lo transmitió. Severus podía ver día a día cómo el chico se iba soltando, aunque aún no lo había visto completamente desnudo, y ahora que lo veía se le caía la baba ante la perspectiva de su espalda en la que resaltaban los músculos y su culo pequeño y firme. Pero, pese a todo, se acordó de contenerse.
-¿Sabes que estoy aquí?- preguntó desde la bañera. Harry giró la cabeza apenas lo suficiente para mirarle de reojo, sonriendo.
-Ajá- volvió a desviar la mirada al frente. -Aún sin gafas, no veo tan mal.
Severus rodó los ojos divertido. Sabía que había cierto punto en las relaciones, que la gente consideraba muy importante, comúnmente denominado "charlas de váter". Se alegraba de haber llegado a esa fase.
Harry terminó y, de manera absolutamente natural e igual de desnudo que antes, se metió en la bañera cuidadosamente para no salpicar, sentándose en el hueco entre las piernas de Severus.
-¿Y esto?- preguntó él, sorprendido de que Harry se hubiera unido a su baño.
-¿Acaso te molesta?- lo miró coquetamente por encima del hombro.
-No, en absoluto- por supuesto que no le molestaba, de hecho le gustaba sobremanera tener su cuerpo precioso allí delante entre sus piernas.
-Eso pensaba- Harry sonrió, riendo entre dientes, y se recostó contra Severus.
Cuando la espalda del joven tocó su pecho, la alerta que en Severus aún no había saltado lo hizo. Se miró incómodo las cicatrices que, aunque la mayoría quedaban cubiertas por el agua algo espumosa, sabía que eran perceptibles al tacto.
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Antes de Tiempo /SNARRY/
Fanfiction80/80 💤La relación entre un profesor y su alumno puede ser complicada...💤 Todo empieza en sexto curso, una noche en el despacho de Snape mientras Harry está castigado, se queda dormido y tiene un sueño premonitorio acerca de la batalla de Hogwarts...