Antes de Tiempo /SNARRY/

45) Limón

Severus esperó, podría decir que pacientemente pero sería mentir, al siguiente movimiento de Harry. Oyó algo de trajín en la mesita, y cuando sintió la mano del chico en su erección, acariciándola con sus dedos cubiertos de algo fresquito, algún tipo de lubricante, dejó escapar un largo suspiro de satisfacción.

El contacto acabó antes de lo que le hubiera gustado, pero luego notó una boca besando y lamiendo la cara interna de su muslo. Aspiró llenando sus pulmones del delicioso aroma a Harry.

La boca viajó desde su muslo hasta sus testículos y allí besó y lamió todo lo que quiso. Severus pensó que eso le daría un poco de satisfacción, pero lo único que pareció pasar fue que lo excitó un poco más si eso era posible y que empezó a mojar su vientre con líquido preseminal otra vez. Él quería tener la polla profundamente dentro de esa boca.

-Mmm...- se escapó de sus labios, disfrutando aún así de las succiones y lamidas de Harry en sus bolas.

Sin previo aviso Harry se metió el glande en la boca y succionó, logrando hacer salir un leve gemido profundo de la garganta de Severus.

La cabeza de su pene estaba tan sensible que el contacto casi dolía, parecía en carne viva después de estar tan excitado durante tanto rato sin tocarse. Se estremeció pensando en el orgasmo al que iba a llegar.

La boca de Harry volvió a bajar por su miembro, haciéndolo llegar un poco más profundo que la vez anterior, y Severus tuvo que hacer esfuerzo para no emitir ningún sonido. Quizá fuera el afrodisíaco, cuyo aroma delicioso seguía llenando sus pulmones con cada inhalación, o quizá solo el deseo y el largo rato de tortura previa, pero las sensaciones parecían haberse duplicado en intensidad.

Se vio de nuevo envuelto en esa cavidad húmeda y caliente, llegando un poco más allá, y soltó un pequeño gemido antes de tragar saliva con dificultad. Oleadas de placer y calor parecían surgir de la cabeza de su pene y propagarse por su pubis y sus testículos hasta su vientre y sus muslos.

A la siguiente vez que los labios de su chico se deslizaron abajo por su eje la punta de su erección rozó por un momento el fondo de su garganta, y Severus arqueó la espalda abriendo la boca para dejar salir un gemido que finalmente se deshizo en un suspiro.

Sus pies, por alguna razón, ardían, y las descargas de placer que Harry le provocaba subían por su torso y se acumulaban en forma de tensión en sus pezones.

Volvió a notarse rodeado de esa boca tan dulce y de nuevo el chico lo condujo un poco más profundo, haciendo su punta tocar su garganta y aguantándolo allí hasta que su boca se contrajo en una especie de arcada.

-Harry...- medio gimió Severus. El placer le nublaba la mente y no le dejaba pensar, pero todavía tenía un poco de lucidez. -No hagas eso, no tienes que hacer eso.

El chico hizo caso omiso y lo volvió a acoger en su boca, esta vez aguantó un poco más antes de tener que apartarse.

-No, Harry... Mmm- intentó disuadirle Severus, retorciéndose con los brazos y las piernas en tensión.

Lo siguiente que sintió fue que dos dedos invadían su boca entreabierta. Estaban cubiertos de lubricante, y cuando después de un segundo sus papilas gustativas captaron el sabor, gruñó de excitación. Era muy, muy rico. Sabía a limón, era perfecto, bastante ácido pero sin ser desagradable, con un punto dulce pero no demasiado azucarado.

Sin pensarlo siquiera media vez, comenzó a chupar los dedos de Harry, y cuando el muchacho lo llevó un poco más profundo dentro de su boca los mordió un poco, sin querer.

Pasaba su lengua alrededor de esos dedos, entre ellos, los succionaba, los chupaba, y mientras tanto se preguntaba si esa saliva y ese lubricante servirían para prepararlo a él ("porque más le vale prepararme") o si meterle los dedos en la boca solo era una estrategia para que se callase.