22) Discusión

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Estaba exhausto, había hecho más ejercicio de brazos que en toda su vida (lo que conllevaba que tuviera los músculos de esas extremidades doloridos y agarrotados), estaba sucio, tenía la capa rasgada, el pie roto (y que parecía pesar el doble que de costumbre), había una cicatriz en medio de su pecho y aún le dolía ese misterioso hechizo que había sido usado en él, pero estaba en Hogwarts. Por fin.

Estaba tan ansioso por llegar a su habitación y tirarse en la cama que ni siquiera se preocupó de taparse el torso. Atravesó el vestíbulo apoyándose en sus muletas y se encaminó a sus queridas mazmorras. Por suerte no se encontró con nadie y después de unos últimos minutos de sufrimiento recorriendo los corredores al paso más rápido que podía (y eso era muy lento), llegó hasta la puerta de su despacho.

Abrió con ese método inventado por él y entró. Se sorprendió al ver la luz encendida. No había contemplado la posibilidad de que Harry siguiera allí, por no decir que se había olvidado de él por completo.

El susodicho estaba sentado en uno de los puestos de trabajo de pociones. Debía haberse quedado dormido mientras hacía deberes, intentando esperarle despierto. Snape se despojó de su capa y su levita, tirándolas al suelo rabiosamente mientras mantenía el pie herido en alto, poniendo el botecito con los cabellos de Bellatrix en un estante.

Se quedó mirando a Harry por un momento. Estaba de pésimo humor pero sonrió de lado ante la tierna visión de Potter dormido encima de los libros. Debía llevarlo hasta la cama, si lo dejaba ahí se iba a partir el cuello. Lo hubiera cargado en brazos con gusto si no tuviera una pierna completamente inutilizada.

Se concentró mucho (sabía que esto no era igual que transfigurar una rama) e hizo levitar al cuerpo del alumno. Lo condujo por la puerta hacia su habitación siempre manteniéndose debajo de él a base de dar saltos a la pata coja y levitándolo a poca altura, pues no se fiaba de sí mismo con las debilidades que su magia estaba mostrando.

Sintiendo que no tenía fuerzas para seguir levitándolo, lo depositó en la cama sin hacer lo más suavemente que pudo, su mano con la que empuñaba la varita temblando por el esfuerzo mágico que acababa de hacer, y tapó al chico con las sábanas. Dejó la varita en la mesilla de noche pues seguramente no sería capaz de hacer magia sin ella.

Sin más, se tumbó al lado de Potter, restregándose los ojos con las manos.

-Menuda noche de mierda- pensó.

***

Harry despertó por el movimiento de la cama donde estaba tumbado. Desorientado, miró a su alrededor. Estaba oscuro, pero parecía estar en la habitación de Snape.

-¡Severus!- el profesor estaba tumbado en la cama a su lado, convulsionando con los ojos fuertemente apretados y la boca abierta como para gritar aunque no lo hacía, componiendo una expresión de sufrimiento infinito. -¡Severus! ¿Qué está pasando?- gritó Harry muy alterado.

Se sentó en la cama y tomó el rostro del profesor entre sus manos. Estaba empapado en sudor. Le echó el pelo hacia atrás, despejando su cara, y este abrió sus ojos llenos de lágrimas y lo miró con una mirada cargada de dolor, pidiendo ayuda con los ojos.

Harry estaba histérico y asustado. No entendía qué estaba pasando, parecía que le estuvieran echando un Cruciatus allí mismo. Echó un vistazo a su alrededor por si había alguien, pero no.

El sonido de la dificultosa respiración de Snape hizo que volviera a poner atención en lo que importaba. Él estaba sufriendo... y Harry no podía hacer nada para ayudarlo. Manoseó su cara una y otra vez, metiendo sus dedos por entre su pelo sin saber qué podía hacer. Tenía miedo.

Antes de Tiempo /SNARRY/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora