57) Amenazas

2.1K 245 149
                                    

Harry estaba de buen humor al día siguiente. La reunión de la Orden la noche anterior había sido todo un éxito y una sensación cálida le recorría el cuerpo cada vez que recordaba las amables palabras de Remus, el brindis... Todo había salido a pedir de boca.

Su alegría se atenuó un poco en clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, donde un algo ojeroso Severus parecía más malhumorado que de costumbre. Les devolvió unas relaciones que le habían entregado antes de Navidad, por tanto antes de que Harry tuviera su sueño premonitorio, y en la que Potter obtuvo un Desastroso. En otras circunstancias o con cualquier otro profesor no podía haberle importado menos, pero era Severus y sintió que le había decepcionado.

Levantó la vista hacia el profesor esperando una mirada irónica pero cómplice, quizá un comentario regodeándose en su estupidez, pero se sorprendió al ver que Snape lo observaba con lo que a él le pareció (y a Hermione también, por lo que se puso roja) una mirada de deseo.

***

Cuando Severus despidió a los de sexto año de puso a sacar el armario con el boggart. Iba algo atrasado con el temario de los de séptimo y eso no podía ser, porque los ÉXTASIS estaban esperando a final de curso.

Los mayores de Hogwarts fueron llenando el aula para la última clase del día y el corazón de Snape dio un vuelco al ver a Urquhart (intentaba no pensar en él como Riddle porque no era así como tenía que llamarle). No había reparado en que él estaba en su clase de séptimo, y de pronto la lección cobró el doble de interés.

Esperó ansioso (pero sin demostrarlo) a que al hijo de su peor pesadilla (no precisamente James Potter) le llegara el turno de ponerse ante el boggart.

El planteamiento era intentar lanzar un Ridikkulus no verbal pero, cuando por fin el turno del castaño llegó y este se plantó delante del armario sin mostrar demasiado interés, Severus se percató de que iba completamente desarmado, puesto que había dejado su varita encima de su pupitre.

"Así que va a jugar a ser Merlín" pensó Severus con expresión gélida. No le gustaban los gallitos.

Abrió el armario con un vago, perezoso movimiento de su varita, preparado para ver salir al Lord de él, y un escalofrío le recorrió, en especial su antebrazo izquierdo, al ver lo que sin duda era la Marca Tenebrosa. Un poco deformada, más ancha por los lados, pero lo era.

El joven alzó lentamente una mano hacia ella, su cara rígida, sus ojos vacíos, giró la muñeca sin muestra alguna de esfuerzo y empujó el boggart de vuelta al armario. Miró de reojo a Severus con un gesto que al profesor no le gustó nada en sus ojos marrones, y se giró para dirigirse a su pupitre.

Snape quedó profundamente contrariado para el resto de la clase. No conocía a una sola persona que no fuera un mortífago cuyo boggart fuera ese tatuaje. Pero Salazar no podía ser mortífago, tenía los antebrazos limpios.

La clase acabó, pero el torbellino de pensamientos en la cabeza de Severus no concluyó con ella. Aún más cuando vio que el sujeto de su atención se había quedado rezagado respecto a sus compañeros. Snape se apoyó en la parte delantera de su mesa, cruzando los brazos. No pensaba permitirle continuar con esa actitud de superioridad.

-¿Quería algo, señor Urquhart?- preguntó con voz dura.

-En realidad, sí.

El joven avanzó hacia él. Exhumaba arrogancia por cada poro de su piel. Se detuvo delante de Severus y empezó a pasear de un lado a otro, ajustándose una vez más la corbata de Slytherin en lo que parecía un gesto típico de él. Snape reparó en que siempre llevaba solo la camisa blanca debajo de la túnica.

Antes de Tiempo /SNARRY/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora