25) Necesidad

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Snape tomó una ducha, se cambió la ropa del día anterior por otro conjunto exactamente igual pero limpio, y fue a cenar.

Harry estaba sentado con el equipo de Quidditch de Gryffindor al completo, todos con sus uniformes deportivos y sus escobas. Severus sonrió mientras pensaba que a ninguno de ellos les quedaba el uniforme de Quidditch la mitad de bien que a Harry, y se sentó a cenar en la mesa de profesores, de un evidente pero poco usual buen humor.

Cuando Potter se giró, su cara se iluminó al verle y sus ojos se abrieron con sorpresa. Severus sonrió aún más ampliamente y se encogió de hombros. Harry se las arregló para decirle por señas: "Vamos a continuar entrenando. Luego voy a verte" y siguió comiendo, mientras sus compañeros de equipo hablaban entre ellos. No tenía ánimos para mirar a Ron ni a Ginny a la cara. Sabía que el pelirrojo estaba realmente enfadado con él, aunque lo único que Harry deseaba era volver a estar como antes.

Un par de horas más tarde, Snape estaba corrigiendo pergaminos en su despacho cuando se escuchó que alguien llamaba a la puerta. Severus se levantó para abrir y un momento después Harry se abalanzó sobre él, abrazándolo. Snape le devolvió el abrazo gustoso y presionó un beso en la parte de arriba de su cabeza. Tal felicidad lo embargaba al sentirse fuerte de nuevo que levantó a Harry del suelo, achuchándole con su renovada fuerza y cerrando la puerta de una patada.

El chico dejó escapar un ruidito de sorpresa y se aferró más fuerte a sus hombros.

-¿Cómo es que estás tan bien?- preguntó con gran entusiasmo. Severus lo depositó suavemente en el suelo y le robó un beso en los labios antes de comenzar su relato.

-Espera, voy a sentarme- le interrumpió el chico. -Estoy cansado.

Harry se hundió en una butaca al lado del escritorio mientras Severus le relataba sus últimas horas en la enfermería.

-Si durante la noche lo pasé mal, no fue nada comparado con la enfermería.

-Ojalá hubiera estado allí- expresó Harry con pesar.

-Ojalá hubieras estado allí- coincidió Snape. Acabó de contarle todo y se quedaron en silencio. Severus se había sentado en su silla frente al escritorio y apoyó la cabeza en su puño cerrado, gesto que le hizo ver extremadamente sexy a ojos de Harry.

-¿Qué tal el Quidditch?

-Bueno... estoy reventado- dijo arrastrando las palabras, su cuerpo desmadejado en el sillón. -Hoy me maté en el entrenamiento.

-Pues déjame decirte que el uniforme de Quidditch te quedaba de maravilla- dijo Severus, mirando detenidamente el cuerpo de Harry, enfundado de nuevo en el uniforme escolar. -¿Por qué te lo tuviste que quitar? Me hubiera gustado arrancártelo con los dientes- dijo sonriendo con picardía, y su voz sedosa y grave hizo estremecer a Harry.

-Estaba todo sudado- se justificó Harry, y Severus podía jurar que lo vio sonrojarse. Debía estar realmente cansado, pensó Snape, si no le respondía con otra provocación que le pusiera a cien.

Se quedaron de nuevo en silencio, Snape observando a Harry intensamente y Potter siendo consciente de ello.

-¿Qué te apetece hacer esta noche?- el profesor habló después de un rato. -Podemos probar el plan frustrado de ayer, ¿qué te parece?- dijo y se relamió los labios, juguetón.

-Ojalá, pero me temo que no podemos dormir hasta el mediodía, mañana es lunes- dijo Harry, y suspiró.

-Bueno, puede que no, pero aún podemos hacer la primera parte...- se arrodilló a los pies de Harry y empezó a desatarle manualmente un zapato, sin dejar de mirarle a los ojos. -Las travesuras.

Antes de Tiempo /SNARRY/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora